Mientras en el salón todos dialogaban, incluso Nayelis y Oliver estaban allí, compartiendo los detalles de cómo empezó su loca relación. Jessica y Mateo que habían tomado un receso en la oficina por pedido de Aslan se levantaron con planes de volver.—¿Para dónde van muchachos? — preguntó un Alonso
En cambio, Aslan tuvo que pedir excusa para atender a su abogado que llegó de imprevisto, y dejando a los demás que siguieran con la plática se fue a su despacho.—¿Desea usted un café? — preguntó Aslan por cortesía.—Muchas gracias, señor Fernsby, pero acabo de tomar, será para la próxima.» Lo que
—¡Mi bebé!… — gritó en cuanto cayó al piso y la pequeña, igual de asustada, puesto que ella la llamó en su anterior grito, rompió en llanto y Nayelis la tomó en brazos para calmarla.Su madre salió despavorida de la cocina y todos se levantaron de sus lugares a socorrerla, mientras Aslan que no pudo
Narrador. Milena estaba muy asustada, puesto que no creyó que Aslan en silencio estuviera creando toda una base para destruirla, incluso no lo pensó capaz de tanto, pues sí sabía que Aslan no era una mansa paloma; sin embargo, creerlo tan competente de darse cuenta de que ella era la misma que le e
—Hija, vas a volver loco a tu esposo, ya te dijo que la policía se ha encargado de esa mujer— le aclaró Carla y Ashley, volteo a verla, puesto que iban en el mismo auto. —Es que esto aún me tiene nerviosa mamá, creí que me pasaría algo peor cómo perder a mi bebé, no comprendes que mi miedo es más f
Narrador. A su casa no se atrevía a volver luego de la advertencia de su padre. «Arruinaste mi vida Ashley y no descansaré hasta verte bajo tierra» juró internamente mientras una lágrima mojaba su cara, y con la misma rapidez que salía la limpió con el dorso de su mano. «Al fin», suspiró cuand
Narrador.«Un paso a la vez», murmuraba Aslan en medio de la madrugada, mientras que desde su cama miraba al techo sin concentrar el sueño. Quiso pedirle a Ashley que lo dejara dormir a su lado, pero decidió que iría lentamente para no asustarla.—Será que la psicóloga sí tiene razón— dijo al aire,
Narrador. Aunque las palabras de Ashley debían de alegrarle el alma, notó que ella lo estaba tratando como a dos hombres distintos y él lo que buscaba era explicarle que no la lastimaría como en el pasado. —Siempre he sido este hombre Ashley—. Los ojos de Ashley se llenaron de lágrimas. —No, con