Narra Aslan.No he podido dejar de pensar en la confesión de Ashley, quiero ayudarle, pero no me siento digno de hacerlo porque no soy la persona correcta para brindar ayuda, pero otra parte de mí me dice que ayudándole a ella podría al menos hacer algo correcto. No la obligaré a decirme, no obstan
Narrador.En el departamento de seguridad de cámara empezaron a buscar dicha grabación, luego de haberle respondido al presidente de turno que se la enviarían más tarde por su correo electrónico; Aslan aceptó conforme, pues sabía que no le darían la grabación de una vez, sino que se tomaría tiempo,
—Vamos a dialogar afuera. Lo miraba con rabia, cada vez que veía a Amauris recordaba que lo había usado sin su consentimiento.—Pero entra no te obligaré a nada, puede que nos vean— le pidió casi como un ruego.—Mira Amauris si esto es una estrategia y me estás mintiendo te haré tragar mi puño, pod
Narrador.Consternada estaba Jessica, que le costaba cerrar la boca con lo que había descubierto, puesto que nunca esperó algo parecido, mientras que William no dejaba de verla más que furioso, ahora se le había desarrollado un nuevo problema y tenía que eliminarlo a cualquier costo sin importar lo
—¡¡Detente William!!, no sé qué demonios te pasa, pero esto no es para nada gracioso.Ella trató de pasar por su lado; sin embargo, él con agilidad y fuerza la cogió del brazo, aventándola, y haciendo que cayera, rodando por todos los escalones que había subido.Luego de que Jessica rodó hasta parar
Narrador.Por su parte, Alonso dejó a su amada un momento para ir a dialogar con su hijo y explicarle sobre sus motivos para hacer lo que hizo, y mientras su chofer avanzaba respiraba profundamente, sintiendo no solo su cuerpo cansado, sino hasta su alma.«¿Qué le diré para que me entienda?», se pre
—Es una situación compleja, pero sé que Aslan entenderá sus motivos, no son malos, sino que quiso mostrarle a esa chica quién es él. Sin embargo, lo que sí me intriga es porque él no vio su rostro y ella sí, según usted: ¿piensa que ella lo reconoció?—En realidad no sé Mario, son puras suposiciones
Narrador.Después de un rato en el que Alonso no pudo separarse de su nieta, su teléfono celular vibró y se iluminó su linterna de forma parpadeante, él lo tenía así para que no sonara e interrumpiera en su trabajo o interrumpiera el descanso de su esposa; la pequeña le atrajo la luz y Alonso omitió