Narra Ashley.Un camarero se acercó a nosotras para servirnos unas copas y al pasar unos minutos me acerqué a Aslan para informarle que íbamos al baño, él se mostró algo inquieto, pero no dijo nada únicamente asintió en respuesta.—Volveré pronto— le dije y sonrió.—Me gusta la pareja que hacen Mate
—¿Dónde estabas Ashley Taylor?, ¿por qué no llegaste a mi vida antes? — le pregunté sin dejar de mirar esos ojos ambarinos que me calman y me desconcentran al mismo tiempo. —Estaba aprendiendo a vivir la realidad, ha despertar y darme cuenta de que el mundo no es un sitio color de rosa, sino que es
Narrador. Al día siguiente:Aslan le solicitó a Ashley ir junto a él a la empresa, debido a que ella tenía que reintegrarse al trabajo y él por supuesto aprovechaba para no dejarla en casa y que William fuera a pedir verla. Porque el efecto que causó el chocolate que se había comido Magda no salía
—En tres meses volveremos a reunirnos, pero si en medio de ese lapso se genera alguna anomalía no dudaremos en volver a convocar esta reunión.Dicho esto, todos se levantaron dando por finalizada la reunión y acordado cada punto.Mientras que Ashley llegó con el gerente de recursos humanos, un hombr
Narrador.De vuelta en la oficina de presidencia, Alonso sonrió malicioso conociendo a su hijo. Porque sabe que es mejor que haya competencia para Aslan, pues conociendo lo competidor que es eso lo hará sobresalir en la empresa, no lo planeó, pero esa ambición del director ejecutivo le cayó como ani
» Lo que causa incertidumbre es que él no está desfigurado, ya que ese fue el motivo, aunque en realidad ni sé para qué, porque si ese bombón sale son muchas las que querrán ser su esposa de verdad. Susan abrió los ojos como plato, puesto que estaba tan concentrada en su propio asunto que no se ent
Narrador.En cambio, Aslan le quería reprochar sobre la confianza de sacar a su esposa a almorzar, pero en ese caso entendió que ese hombre no tenía culpa, que si había alguien que debía de responder es ella por salir con un hombre al que acaba de conocer y sin decirle nada. Aslan miró a Max de arr
—La acepto y me disculpo, yo no debí de ser tan duro, pero tampoco debías salir a solas con un hombre que acabas de conocer por más colegas que sean. Ella asintió, aunque seguía distante, de modo que la jale atrayéndola a mi lado.—¿Sigues enfadada?—Sí, lo estoy, no quiero esto de estar discutiend