—Ven, te llevaré con mi cuñada— agarró Nayeli el brazo de Jessica mostrándole una sonrisa burlona a Mateo porque se la llevaba. —Sabes, eres la única chica que trata a mi hermano así y te admiro, me encantaría aprender hacer así de ruda—dijo Nayeli de camino a la cocina y Jessica respondió en su fu
Narrador. —¿Qué tipo de relación piensa tener con él?, una en la que seguirás y el día que sientas que lo tienes comiendo de tus manos le dirás oye amor tu padre es un desgraciado y lo odio. Jessica imitaba la voz de Ashley. —Eso te dejará ver como una mujer calculadora y fría que jugó con él, m
—Quiero una hija— de repente confesó Mateo, viendo el espectáculo con emoción, por el hecho de que le parecía hermoso todo aquello, aunque fuera doloroso para Aslan. —Dudo mucho que la amiga de mi esposa quiera ser la madre de tus hijos, no ves que te aborrece y encima tú dejas que los nervios te
—Yo no sabía que ese prestamista es un hombre peligroso y ahora exige que le devuelva el dinero, o que le dé una garantía. Le cuento esto porque no sé qué hacer y necesitaba desahogarme y no quiero que Ashley sepa nada, yo aún la amo, por favor no le vaya a decir. Él agarró sus manos y Carla mostra
Narrador. En el momento que Ashley besó a Aslan, él seguía despierto, solo que mantenía los ojos cerrados con el fin calmando esos demonios en su interior que amenazaban con resurgir y reclamarle a ella que cuál era la razón por la que se había entregado a él si no lo amaba, o que si lo hacía por c
—¿Qué te pasa Aslan? — Se hizo la inocente para no lastimarlo, pero lastimado ya estaba había escuchado algo que no debió. —Estoy cansado— anunció bajándose de ella con tanta frialdad, la hoguera que se encendió entre ambos se apagó como si le hubieran echado un balde de agua. El cómo pudo se acos
Su mano bajó por todo mi abdomen y tras introducirla bajo la tela de mi pantalón agarró mi polla. Yo estaba muy caliente, sentía como me latía a medida que ella empezó a estimularme, aunque con una mano no lograba agarrar ni la mitad de mi miembro, con la otra me acariciaba los testículos, sentía
Narra Ashley. Mientras Aslan me penetraba noté como mis piernas perdían toda la fuerza y me dejé arrastrar por el placer gimiendo como desquiciada, di un grito y tuve el mayor orgasmo de mi vida mientras un escalofrío me hacía arquear la espalda. Comencé a follarlo a una velocidad endiablada, me r