Italy HudsonYo nunca había tenido la oportunidad de tener mascotas, no porque no quisiera tenerlas, sino porque mi padre nunca quiso que tuviera alguna mascota ya que no toleraba el pelo de los animales, así que mamá nunca me dejó tener mascotas y tuve que aguantarme las ganas cuando veía a los demás niños de la calle con sus bonitas mascotas.Por eso estaba tan emocionada con aquellos bonitos y hermosos gatitos de colores negro y blanco. Porque era como cumplir aquel sueño que siempre tuve de niña de poder tener algún gato o algún perro que me acompañara cuando las personas no llegaban a entender el estado en el que yo me encontraba.Y el que Hudson me concediera aquello sin que siquiera tuviera que pedírselo, me hice caer un poco más profundo por él si es que era posible.Él me ayudó a bañar a los gatitos en la bañera de una de las habitaciones del primer piso.Juntos habíamos ido a comprarle camas a los pequeños, y yo me volví loca cuando entré en la tienda para mascotas y vi la c
Italy ToscaniDurante las últimas semanas me había quedado en casa a petición de Hudson. Había optado por revisar papeleo junto con el en su despacho durante los días y en las tardes había empezado a hacer postres regularme para todos en la casa y en las noches cuando ya Daven estaba en cama me quedaba jugando con los gatitos hasta que el sueño me vencía.Y esa había sido mi rutina diaria durante las semanas para evitar aburrirme en las cuatro paredes. Pero sabía que él me había indicado aquello porque probablemente algo andaba mal con la situación referente a Raian. Había pasado demasiado tiempo y el parecía estar en silencio, como si se hubiese rendido a los ataques indirectos de Hudson.Yo sabía que el era de la clase de hombres que se quedaba en pausa analizando su entorno hasta que encontraba las armas con las cuales atacar.Pero después de haber pasado tanto tiempo saliendo de casa y en el que ya tenía mi libertad sentía que me ahogaba encerrada en la mansión aun cuando tenía he
Hudson ToscaniHace unas semanas nos siguieron a mi a Italy para saber nuestros movimientos. Por eso había estado alerta con respecto a los vehículos que nos seguían y había estado cambiando mis rutinas y la forma en la que me movía para no crear un patrón y que pudieran causarme una emboscada.Había sido minucioso con respecto a eso y aunque había estado evitando que ella saliera a toda costa era algo we no podía evitar para siempre, no cuando le había dicho que su libertad era suya para hacer con ella lo que quisiera.Pero también le había prometido que la protegería y eso era lo que estaba haciendo cada vez que le pedía que no saliera.Pero hoy mis hombres me informaron de que ella había decidido salir de casa para ir de compras y que se avecinaba una cita de salida con Natalie Becker la mujer de un Volkov en Chicago y no me molestaba en lo absoluto, solo me preocupaba haberla agobiado demasiado al enviarle un montón de guardias de seguridad que me mantendrían al tanto de lugares q
Nial ToscaniHudson era un forastero. Él apareció en nuestras vidas cuando tenía quince años y papá lo adoptó como suyo olvidándose de que tenía otros hijos de los cuales ocuparse. Hijos que debieron heredar su trono y no un forastero que apareció años después y que a demás de todo era ruso, un maldito ruso se había quedado con lo que le pertenecía a la verdadera familia Toscani y yo había tenido que quedarme cruzado de brazos viendo como pisoteaban el nombre de mi familia. La rabia me embargaba cada vez que recordaba que el hombre de acento ruso se sentaba en mi lugar en la mesa y ostentaba el puesto de patriarca cuando claramente no le pertenecía.Él nunca debió ocupar el puesto. Hacía algunos años me había encargado de evitar que sucediera. Papá quería nombrarlo él mismo antes de morir y por eso lo envié de regreso a la tumba de la que él no debió haber salido tras recuperarse de un infarto hacía algunos años.Con lo que no había contado era con su astucia para dejar en un testamen
Italy ToscaniCuando mis ojos volvieron a abrirse no tenía idea de el lugar en el que me encontraba, mi cabeza se sentía mareada y me sentía tan desorientada que podría vomitar si me movía demasiado.Poco a poco fui diluyendo la bruma que se encontraba en mi cabeza mientras parpadeaba lentamente y me fui dando cuenta del espacio y el lugar en el que me encontraba mientras los segundos pasaban.Tragué saliva duramente notando lo seca que se encontraba mi garganta y al darme cuenta de que yacía en el suelo frío y amarrada concordé con que estaba secuestrada.Me había drogado con algún químico en el baño de la cafetería y de alguna forma me habían sacado del lugar y transportado hasta aquí.Traté de menguar el pánico, pero este comenzó a escalar por mis vertebras lentamente y me estremecí dándome cuenta de que no había forma de que me deshiciera de las cuerdas que me mantenían atada.Las lágrimas hicieron su aparición en mis ojos al darme cuenta de que Raian me tenía, me tenía y esta vez
Hudson ToscaniLe había fallado, le había fallado tan aparatosamente y sentía que cada célula de mi cuerpo me reclamaba por haber roto una promesa que le había hecho.Prometí mantenerla a salvo y no estaba cumpliendo mi promesa, no había sido capaz de mantenerla segura y a salvo con nuestro hijo y aquí estaba, rompiéndome la cabeza cada segundo preguntándome en dónde ella podría estar, donde podría empezar a buscarla y era tan grande la impotencia que sentía.Gian se había deshecho de todos los guardias que habían estado a cargo del cuidado de Italy. Los había interrogado y los había enviado hacia sus casas luego de intervenir cualquier sistema computacional que se encontrara bajo su uso para determinar si habían tenido algo que ver pero cuando todos parecían estar limpios los envió a casa antes de que yo pudiera poner mis manos sobre ellos para interrogarlos a mi manera.Había estado en mi oficina recluido tratando de entender cómo habían salido las cosas ya que no podía pensar más a
Hanna ToscaniDolía, dolía demasiado el saber lo que había sido Nial capaz de hacer. Él había entregado a Italy a las manos de Raian.A Italy cuyo único mal había sido tener un padre tan desagradable como el que tenía.Mis manos se apretaban en puños y se soltaban constantemente tratando de digerir aun la noticia. Aun cuando Natali, Ian y Hudson se habían encaminado a buscarlo en diferentes lugares a la vez para que no escapara.Y mientras yo me había quedado sola en casa tratando de dirigir las noticias sin colapsar.Por suerte el pequeño Daven aun estaba dormido y no necesitaría de la leche materna de su madre hasta la noche. Esperaba que para esas horas ya Italy estuviera de regreso en casa.Las lágrimas rodaron por mis mejillas y las limpié de inmediato al escuchar el ajetreo en la entrada principal. Y aunque esto era demasiado difícil para mí porque, aunque Hudson era mi hermano y lo quería como tal, había algo más cuando nacías y te criabas alrededor de una persona. Había un ape
Hudson ToscaniLas traiciones dolían más cuando no venían de alguien de quien las esperabas, duelen cuando son de personas cercanas con las que creías compartir mismos objetivos, de esas a las que les diste más de una oportunidad para ganarse tu confianza y cuando al fin lo lograron simplemente la rompieron como si no se tratara de nada importante o de nada en particular.Había esperado muchas cosas de Nial. Como que desviara fondos, que comprara propiedades fantasmas, que hiciera cualquier cosa como jugar con el dinero de la familia, pero lo que nunca esperé fue que se aliara con mis enemigos y que les entregara a la mujer que amaba, porque sí, amaba a Italy con locura y a penas ahora me daba cuenta.Y de cierta forma me dolía haberme dado cuenta después de tanto tiempo y justamente cuando ella no estaba cerca para gritárselo a los cuatro vientos.Y Nial me había quitado eso y esperaba que no me la hubiesen quitado definitivamente porque no me importaría ir al infierno y volver a des