Capítulo 3119
Lo que Sandra decidió no podía ser cambiado por su hijo, así que Ricardo no tuvo más remedio que decir: —De acuerdo, cuidaremos de papá. Es que con papá viviendo separado de ti, no tendrás a nadie a tu lado para hacerte compañía cuando estés de mal humor.

—Tengo los medios. Sólo tenéis que cuidar de vuestro padre.

Tras decir esto, Sandra colgó la llamada.

...

Annenburg.

Una señorita alta y elegante, vestida de traje y con el pelo recogido en un moño, estaba de pie frente a la ventana de la oficina, en la última planta del edificio de treinta y ocho pisos de altura, mirando al cielo sombrío.

La mujer era Belén y, de repente, tenía hambre.

No había comido bien en el almuerzo.

No era porque la comida no fuera sabrosa, pero estaba cansada de los mismos platos del chef y quería cambiar de sabor.

Aún no encontraba un nuevo cocinero, porque nadie podía cocinar a su gusto.

Belén era muy exigente con la comida, e incluso se la conocía en Annenburg por su exigencia altísima.

Todo el mundo decía
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