Zachary llegó a casa a medianoche. Había bebido un poco, aunque no estaba ebrio. Axel, que lo había estado esperando, salió al oír el ruido del automóvil.

El auto particular de Zachary se detuvo frente a la entrada principal. El guardaespaldas bajó y, tras saludar al "Sexto Joven Amo" al ver a Axel, se apresuró a abrir la puerta para Zachary, intentando ayudarlo a bajar, pero este lo rechazó.

—No estoy ebrio —dijo Zachary con voz profunda.

—Zachary —Axel dio unos pasos al frente intentando ayudar a su hermano mayor, pero también fue rechazado.

—¿Axel? ¿Qué haces aquí? —preguntó Zachary sorprendido de ver a su hermano menor—. Solo tomé una copa, no estoy ebrio, no necesito ayuda.

—Necesito hablar contigo de algo, por eso te estaba esperando —respondió Axel, sosteniendo a Zachary de todos modos—. Zachary, bebiste licor fuerte, ¿verdad? El olor es muy intenso.

—La conversación estaba amena y tomé un poco —mientras caminaba hacia la casa, Zachary se olió a sí mismo—. ¿El olor es muy fuerte