Carlos no quería hablar con ella más:

—Hermana, dale tu teléfono a la hermana Serenity y hablaré con ella.

Jasmine murmuró:

—Soy tu propia hermana, y se trata del asunto de nuestra familia, ¿por qué no me lo dices y tienes que decírselo a Serenity? Mocoso, ¿crees que puedes ocultármelo?

Aunque murmuraba, Jasmine le entregó el celular a Serenity y le dijo a su amiga:

—Ese mocoso está jugando al misterio y no sé qué es, dijo que quiere hablar contigo.

Serenity tomó el celular con una sonrisa y le preguntó a Carlos:

—Carlos, ¿qué pasa? Dímelo y te prometo mantenerlo en secreto para que tu hermana no lo sepa.

De hecho, Jasmine lo había pegado el oído al celular. Cuando Carlos lo decía, ella podía oírlo.

Ella se emocionó por las palabras de Carlos y realmente quería saber qué buen asunto sucedió en su casa. Dijo que era un buen espectáculo, luego dijo que era algo bueno, realmente no podía adivinar qué era.

—Hermana Serenity, ¿mi hermana te está pegando el oído? Sal afuera y no dejes que mi