Capítulo 936
—Uncle, Daniel, despierta, ¿de acuerdo? Cuando... Cuando despiertes, te pondré el anillo en el dedo, e iré donde tú vayas, y nunca más me separaré de ti.

A Daniel se le aceleró el corazón, y si no hubiera aprendido la gestión de la expresión facial y el control de las emociones, y hubiera sido él quien había ganado el trono de emperador de película unas cuantas veces, ¡habría saltado de la cama de alegría ante esta situación!

—Sé bueno y estarás mucho más cómodo cuando termine de frotarte el cuerpo—Soledad moqueó y continuó frotándole el cuerpo.

Sin embargo, cuando la pequeña mano rozó sus pectorales, apenas pudo soportarlo. Luego la pequeña mano rozó sus abdominales, y así sucesivamente...

Daniel no pudo evitarlo.

Esta vez, a diferencia de la anterior, cuando se hizo daño en la mano y Soledad le limpió, aunque no pudo soportarlo, al menos era posible taparse la entrepierna con algo antes de hacer el ridículo.

Pero esta vez... ¡No pudo despertarse de la sobredosis de anestesia!

Debía e
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP