Capítulo 894
A Polo se le pusieron los ojos en blanco e intentó volver a levantar a Santiago por sus piernecitas regordetas y tirarlo a un lado.

Pero Lucía fue rápida de reflejos y cogió a su hijo en brazos antes de que pudiera hacer nada.

Polo suspiró, entre los dos había un tercero...

—Venga, ¿te enfadas con tu hijo? —Lucía rodeó al pequeño con el brazo y le sonrió—. ¿Terminas las traducciones para Manolo?

—Bueno, ya está hecho.

—Entonces nosotros...

Polo le enganchó suavemente los labios: —¡Podemos volver a la zona austral y dejar que salga todo!

...

Soledad entró en pánico y huyó del palacio oeste.

—¡Ayuda! ¡Ayuda!

Los gritos resonaron en el gran palacio vacío, pero el palacio occidental estaba custodiado por una multitud de guardias, y la detuvieron hasta la puerta.

—Déjenme salir—Soledad dijo con lágrimas en los ojos—. ¡Les ruego que traigan al médico, y salven a Su Alteza Luna!

—Altez, ella... ¡Se está muriendo!

Los guardias se miraron entre sí, aunque tenían dudas, pero se trataba de un asu
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