Capítulo 888
Dormía tranquilamente los últimos días, y los mosquitos sólo picaban a Luna pero no a ella... Pensó que en realidad era como decían algunos posts, que los mosquitos picaban a la gente por su grupo sanguíneo.

También se alegró en secreto de que su grupo sanguíneo no fuera el favorito del mosquito.

Resultó que...

No era que los mosquitos no la picaran, era que alguien la ayudaba a librarse de los chupasangres.

—¿Tú, despierta?

Luna, en la oscuridad, dejó de moverse y la miró estupefacta, como una niña pequeña que hubiera hecho algo mal e inclinara la cabeza para admitir su error.

—¿Yo...hago demasiado ruido para que duermas?

—Mosquitos, hay mosquitos...

—Me temo que tienes cosquillas...

Soledad se mordió el labio, incapaz de contener las lágrimas por más tiempo, y se lanzó a los brazos de Luna.

Cuando de niña vivía en el sótano, gritaba por las picaduras de piojos y pulgas, pero su madre creía que era una pesada, levantaba el pie y la daba una patada contra la pared.

Luna le dio unas pal
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