Polo se rió en silencio, pidiendo a los guardaespaldas que no dijeran nada, mientras se acercaba sigilosamente para ver qué ocurría.

Efectivamente, Lucía se quitó los zapatos de tacón alto y le golpeó la cabeza a Víctor con el tacón varias veces.

Víctor ya estaba calvo, y estos golpes fueron demasiado para él, lo que provocó que emitiera un sonido similar al de un cerdo.

La mujercita finalmente se sintió aliviada, se puso los zapatos de tacón alto y, con las manos en la cintura, se paró allí. Aunque su cabello estaba un poco desordenado, todavía tenía una apariencia imponente, como una heroína valiente.

Víctor estaba en el suelo, con la cara amoratada y hinchada, convertido en un cerdo, pero todavía insistía en hablar con arrogancia:

"Ustedes... ustedes dos, par de malditas, ¿no saben quién soy yo?"

"¡Me importa un bledo quién eres! ¡A quién sea, puedo golpearlo!"

"He ganado premios internacionales por mis películas..."

"¡Mi esposo es Polo Juárez!"

Lucía pronunció cada palabra con dete