"Un poco más, por favor..."

"¡No puedes!"

"Por favor, cariño, ¡solo un poquito!"

La conversación de la pareja fue escuchada por las personas delante de ellos, quienes giraron la cabeza para mirar.

"Este hombre grande actúa como un niño..."

"¿Esta mujer lleva a su hijo consigo? ¡Ja, ja!"

Lucía escuchó los susurros y no pudo evitar reír en voz alta.

Polo la miró y silenciosamente dejó la última galleta de animal en su lugar y se sentó recto y serio.

El proceso de llamado seguía siendo lento, y los camareros comenzaron a repartir accesorios a todos.

Lucía vio a la pareja delante de ellos ya con los accesorios puestos, eran esos que llevaban una bombilla dentro y brillaban, con diferentes diseños.

¡Polo vio lo ansiosa que estaba y bloqueó sus ojos con una gran mano, tapándolos completamente!

"¡Ah, qué estás haciendo!"

"No puedes mirar" dijo en voz baja, "¡ni puedes tenerlo!"

Él nunca usaría ese tipo de cosas, ¡era demasiado vergonzoso!

"¡Chico guapo y chica hermosa!" el camarero llegó hast