Capítulo 131
Cuando Lucía intentó recoger la cuerda, Jorge la metió primero en su propio bolsillo.

—Cariño, tú...

—Lo que dijo esa anciana.— Jorge dijo con una voz serena, —Te quedas con una cuerda, yo con la otra. Así que cada uno guardamos la nuestra, por si acaso nos separamos en el futuro...

—¡No nos separaremos!— Lucía tenía miedo.

No le importaba lo que dijera esa anciana, pero cuando la palabra "separar" salió de la boca de Jorge, ella se puso en guardia como si estuviera frente a un gran enemigo.

—Tonta,— contestó el hombre con una voz profunda y ronca, pero en un tono suave, —Incluso si nos separamos, ¡te encontraré de nuevo!

—¡Sí!— Lucía asintió con la cabeza fuertemente.

Álvaro y Lynn se miraron y sonrieron al mismo tiempo.

Después de pasear un rato, los cuatro regresaron a la posada. El gerente salió personalmente a recibirlos y los llevó al mejor restaurante allí.

Al entrar, Álvaro y Lynn se quedaron boquiabiertos. ¿No era esto el famoso restaurante, Pabellón de Oro y Jade, donde se d
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