Capítulo 114
El corazón de Lucía latía con fuerza y su mente se quedó en blanco.

Esta voz fuera... debería ser de una chica joven.

¿Quién era y cómo llegó hasta aquí?

—¡Ay, es una cerradura difícil de forzar!— La chica suspiró, —Oye... ¡Agáchate un poco! Usaré una roca para romperla!

Lucía se quedó atónita e inmediatamente hizo lo que ella decía, retrocediendo hasta la esquina.

El ruido del portazo de la chica resonó en todo el sótano y sonó un poco aterrador.

Poco después se oyó un fuerte "blam" y las cadenas cayeron con estrépito.

La puerta se abrió, pero el cuerpo de Lucía se puso rígido. Las manos y los pies se quedaron inmóviles.

—¿Señorita? —Apareció una delicada figura, —¡Ve rápido!

—Tú...

—¡Vamos!— Antes de que Lucía pudiera hablar, fue sujetada por un par de manos pequeñas y delicadas.

Ya no podía pensar racionalmente sobre todo esto, excepto en seguir a la chica y escapar de esta oscura jaula.

Había muchas ratas muertas en la puerta, bates de béisbol y piedras grandes.

Parecía que la chic
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