Capítulo 117
Miguel no era un tonto. ¡Por supuesto que sabía a quién apoyar!

Los invitados al banquete se miraron con cara de diversión.

—Joana, ¡no me pongas en ridículo aquí!— Miguel se sintió avergonzado, —¡Vete a casa! ¡No quiero verte!

—Papá...

—¡Vete!

La cara de Joana se puso roja y las lágrimas brotaron de sus ojos. Le echó un vistazo a Lucía con enojo, se dio la vuelta y luego salió corriendo del salón de banquetes.

Laura quiso persuadirla pero no se atrevió. Solo pudo observar a su hija agraviada y tuvo que forzar una sonrisa.

Solo entonces Miguel dio un suspiro de alivio. Luego cambió su actitud y miró a Carla con una sonrisa.

—¡No te preocupes, señorita Juárez! ¡Seré estricto con Joana en el futuro! Lo que ha pasado hoy puede ser un malentendido, yo...

—Señor García.— Carla sonrió fríamente, —¡No tengo la libertad de interferir en los asuntos de tu familia, pero definitivamente haré cualquier cosa por mi amiga!

—¡Sí, claro!— Miguel rompió a sudar.

Carla le echó una mirada y se sentó en e
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo