Capítulo 1058
Lucas ya no pronunció palabra alguna, su mirada se posó en el rostro pálido de Ana bajo la luz, marcado con cicatrices y manchas de sangre, parecía extremadamente vulnerable.

Sin embargo, todo eso, quizás ya no debería ser su responsabilidad. Bajo la mirada de Hugo, Lucas se dio la vuelta y se alejó.

Hugo ordenó que cuidaran de Luella y lo siguió inmediatamente.

Aunque Luella también era su nieto, su afecto por Lucas, a quien había visto crecer desde pequeño, era mucho más profundo. Que Lucas siguiera con vida era más que suficiente.

En cuanto al resto, no tenía el ánimo para preocuparse.

Al salir, el anciano vio que Lucas estaba a punto de abrir la puerta del coche. Se acercó y lo detuvo.

—En tu estado actual, no deberías conducir. Vamos, visita a tu madre.

Dicho esto, llevó a Lucas al coche que estaba aparcado a un lado. Lucas no ofreció ninguna resistencia. Después de salir del hospital, aunque se había ido físicamente, parecía haber perdido su alma.

Se sentía vacío, como si algo
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP