Laila Carter

Desperté al escuchar unos fuertes golpes en la puerta.

¿Que hora era?!

Tenía demasiado sueño, me sentía muy cansada y sinceramente solo quería seguir durmiendo pero los golpes en la puerta simplemente no cesaban.

Algo muy grave debe ocurrir como para que estén tocando así, miré a mi lado esperando que fuera maximiliano sin embargo su lado de la cama estaba completamente vacío, solté un suspiro mientras me levantaba de la cama sin ganas de hacerlo realmente, caminé hacia la puerta al abrirla me encontré con Jesús

— ¿Por que sigues dormida Laila?! — Preguntó se veía molesto, fruncí el ceño confundida ¿Por qué me dice eso?! No entiendo — Fue tu idea, ya voy a ir por ella y tu aún no estás lista Laila

Recordé la conversación de anoche.

Ay no!

Miré a Jesús avergonzadisima con él.

— lo siento mucho, me arregló súper rápido y me encargó de que todo esté listo para cuando ustedes lleguen— Le dije

Él soltó un suspiro parecía frustrado, quizás nervioso.

— no tienes que encargar