Laila Carter
Desperté y lo primero que ví fue un techo blanco ¿Dónde se supone que estaba? Miré a un lado y pude ver unas máquinas y fue ahí donde escuché un sonido rápidamente lo reconocí era aquella máquina que mostraba los latidos en mi corazón miró un poco más allá y pude ver al Señor Jones acostado en el sofá aún cargaba el traje con el que había ido a la reunión. La reunión, la doctora, inseminación y el bebé Es como si todo hubiese llegado a mi mente rápido ahogándome y haciéndome recordar en el problema en el que ahora estaba metida. Llevé mis manos hacia mi vientre no sabía si aquí realmente había un ser vivo, pero el simple hecho de imaginarlo me aterraba. Había tenido una pésima madre aún cuando actualmente me estaba encargando de su salud había sido lo peor que me había pasado en la vida y tenía pánico de llegar a repetir sus errores. Claro que tampoco quería deshacerme de este bebé él no tenía la culpa de lo que había sucedido ¿Yo realmente sería capaz de hacer eso? Mire al hombre que aún estaba con los ojos cerrados aparentemente dormido en aquel sofá, es un hombre totalmente extraño para mí que acabó literalmente de conocer ¿Qué se supone que le diría a este bebé más adelante si llegaban a nacer? Mis ojos se cristalizaron tenía ganas de llorar. — despertaste— enfoqué nuevamente mi vista en él me miraba fijamente de una manera tan intensa.— La doctora dijo que despertarías pronto que habías tenido una crisis ¿Te sientes mejor?— su voz sonaba segura pero a la vez tierna no sé cómo explicar el sentimiento que me hacía escucharlo sé que era alguien desconocido pero era inexplicable lo que yo sentía con este hombre. Asentí con la cabeza — de verdad hay una posibilidad de que esté embarazada?— le pregunté en voz baja y con los ojos cristalizados Él se sentó junto a mí ya acarició suavemente mi mejilla. Con su otra mano sacó una hoja y me la atendió la tomé me sorprendió ver que parecía ser un eco — este puntico que está aquí— señaló algo en aquella hoja— ese es nuestro hijo, mi hijo— escuché como aquel sonido se aceleraba al igual que los latidos en mi pecho. Ya no era una sospecha era una realidad estaba esperando un bebé de un completo desconocido. — no puedo tener a este bebé— apenas aquellas palabras salieron de mi boca me arrepentí rápidamente y él se alejó de mí como si tuviese alguna enfermedad que pudiera contagiarlo. — vas a tenerlo Laila, ese es mi bebé, es mi heredero— Aseguro Ya no sonaba tierno. — ¡¡Quiero que te largues!!— Grité El me tomó por el brazo e hizo que lo mirara fijamente, tengo que admitir que me sentí muy intimidada como Jamás nadie me había hecho sentir pero a pesar de eso no podía evitar dejar de mirarlo directamente a los ojos era como si algo me atrayera directamente. — no podrás deshacerte de él Laila, ni de él ni mucho menos de mí — aseguro ¿Que quería decir con eso?! — así que mejor ve acostumbrándote a la idea de qué serás la madre de mi cachorro— ¿Cachorro?!— sé que lo sabes, puedo olerte, y sé que tú también puedes percibir ese olor en mí ¿Por que estás tan aferrada a ocultar quién eres?— ¿Que? — tarde o temprano vas a tener que aceptar que no solamente soy tu alpha sino que soy tu compañero— ¿Alpha? ¿Compañero? — lárgate de mi habitación loco!!— grité mientras me soltaba del bruscamente y lo empujaba lejos de mí aunque eso había sido la idea realmente se había movido poco. — que te largues!!— volví a gritar Una sonrisa se extendió en su rostro pero no una divertida sino una escalofriante una extraña. — no te imaginas lo divertido que va a ser para mí someterte pequeña Omega— dicho eso solo se fue Y así me di cuenta que el hombre estaba totalmente loco ¿Pequeña Omega? ¿Cachorro? ¿Alpha? Definitivamente que mi vida era un caos. Ahora resulta que el padre del bebé que espero es un demente!!! Me levanté dispuesta a irme de este lugar, no tenía tiempo para quedarme aquí tenía que levantarme tratar de levantar a mi empresa ir a ver cómo sigue mi madre. Solté un suspiro Me levanté de la cama la que estaba busqué por todos lados mi ropa hasta que la encontré en un sillón caminé hasta ella me aventé al baño y me la coloqué una vez lista, me dispuse a salir de la habitación. — Lamento decirle señor Jones que es decisión de la señorita Laila interrumpir o no el embarazo y es mi deber como como su doctora y la doctora que tuvo el error darle sus opciones— escuchar la doctora decir los ojos de el señor Jones el cual tengo que admitir que no sabía su nombre hasta el momento solo su apellido se posaron directamente en mí. Abrir la boca dispuesta para hablar pero en cosa de segundos estaba en el hombro del hombre demente mientras él caminaba bastante rápido para mi gusto. — que estás haciendo?! — grité mientras movía mis pies y golpeaba su espalda con mis manos— bájame!!— grité Podía ver a mi paso como todos me miraban pero no hacían absolutamente nada Esto era un maldito secuestro El hombre me bajó una vez que estuvimos en el estacionamiento, cuando mis pies tocaron el suelo lo abofeteé pero no sé si la bofetada me dolió más a mí que a él. — Ya te dije que no voy a dejar que interrumpas el embarazo — Ya te dije que es mi cuerpo — Mira no lo hagas en este momento solo piénsalo, si lo vas a hacer por favor llámame al menos déjame estar en ese momento— asentí con la cabeza. Él sacó una tarjeta y me la dio, la tomé Maximiliano Jones así que ese era su nombre Maximiliano. — Por favor déjame llevarte a tu casa— no me daban nada de confianza montarme en el mismo auto que él Y si me secuestra? — puedo pedir un taxi Lo vi suspirar como si le costara mis negativas o le causara frustración tal vez quizás era de esos hombres que no estaba acostumbrado a escuchar uno por respuesta pero conmigo él estaría muy equivocado porque yo era alguien que estaba acostumbrado a tener mi propia independencia hacer lo que yo quisiera — por favor solo déjame hacerlo, me va a dejar mucho más tranquilo dejarte en tu casa, sé que sabes defenderte no dudo que alguien como tú sepa cuidar de sí misma, aún cuando eres un Omega— me dijo pero no entendía a qué se refería ¿Qué quería decir con eso de que aún cuando yo era un Omega? ¿Acaso era una ofensa? ¿Y qué significaba hacer un Omega? Decidí no preguntar y para dejar ya todo hasta aquí solamente me subí a la camioneta de la que él había abierto la puerta en la parte de atrás. Le dije mi dirección una vez que se subió también el auto. Ambos nos mantuvimos en silencio y me llevó hasta mi casa voy definitivamente no pasaría por el hospital pero tendría que llamar al doctor para saber cómo estaba mi madre no se me ha podido olvidar eso. Una vez que llegué me bajé sin esperar que él me abriera la puerta — cualquier cosa que decida te llamo — Vives aquí?— Preguntó asentí. Vivía bastante lejos me gustaba la soledad y el primer momento que pude me compré una pequeña casa, era pequeña pero para mí sola era lo suficiente, además si había algo que amaba era la naturaleza— sabía que sí lo eras aunque intentes ocultarlo de mí, no hace falta pequeña lobita— ¿Lobita?! Maximiliano se subió a su camioneta y se fue. Yo me adentré a casa con la cabeza explotándome de toda la información que me habían dado el día de hoy. Pensé que hoy sería un buen día. Tomé mi teléfono y le marqué al doctor, este no tardó en responder — Buenos días Laila, qué bueno escucharte ¿Hoy vendrás a ver a tu madre?— preguntó — Hola doctor, me encantaría ir a verla pero realmente hoy no puedo tengo un par de cosas que hacer, además no me he estado sintiendo muy bien y me gustaría irme directamente a casa pero quería saber de ella podría usted darme un poco de información?— Le pregunté — déjame decirte que tu madre está mejor de hecho estamos por darla de alta Aquello era un alivio Quería dejar de saber de ella lo más rápido posible y no traer la conciencia que puede hacer todo lo posible para ayudarla. — está bien doctor muchas gracias — oye Laila, tienes que venir a firmar unos documentos antes de que tu madre salga, por cierto me gustaría aprovechar para invitarte a cenar— me sentí muy incómoda — mañana estaré pasando por allá y podremos hablar muchas gracias por todo— dicho eso colgué Nunca había sabido cómo lidiar con este tipo de situaciones. Solté el teléfono y caminé directamente hacia mi habitación abrir la ventana aquí no había posibilidad de que alguien pudiera verme después de todo estaba prácticamente solo en este lugar, me despojé mi ropa quedando completamente desnudo miré hacia afuera el bosque se veía precioso y no lee profundo respirando todo el oxígeno posible tan limpio y tan diferente a la ciudad. A lo lejos pude ver lo que parecía ser un lobo mirándome fijamente. Casi no podía distinguirlo pero me acerqué un poco más a la ventana y me agaché tapando así me desnudes, pocas veces llegaba a ver un animal salvaje por aquí pero me encantaba poder verlos. Luego de un rato cerré las ventanas y me dirigí hacia el cuarto de baño para tomar una ducha necesitaba descansar pero sobre todo pensar en qué iba a ser Iba a tener un bebéMaximiliano Jones La miré fijamente saboreando aquella desnudes. Que mujer tan hermosa, solo deseaba que mis cachorros sacaran aquella belleza. No podía creer que esa mujer era para mí, que era la mujer que la Diosa había destinado para mí. Vi como Laila cerraba la ventana una vez que me escondi. ¿De verdad ella no sabía quién era yo? ¿Porque se veía tan confundida cada vez que le decía Omega? Era claro su rango era claro el débil poder que viene ella pero aún así había sangre del lobo corriendo por sus venas. ¡¿Había una posibilidad de que ella no supiera que realmente era una loba?! ¿Cómo sería eso posible?! Nunca tuvo su transformación o solo quiere hacerse la humana frente a mí?! No tiene sentido, ella debe saber que persivo su olor, lo percibi apenas entró por la puerta de aquella sala de juntas. — Alpha!— Me giré y ahí estaba Luca mi beta mirándome — ¿Que desea hacer? Esa era una buena pregunta Volví hacer humano, mi beta me paso mi ropa rápidamente me la coloqué
Laila Carter Desperté con unas náuseas impresionantes, así que corrí directamente al baño y comencé a vomitar todo lo que había ingerido en la noche. Odiaba esto Odiaba cómo me sentía. Esta era la sensación más fea del mundo.Suspiré.Una vez que terminé de vomitar me levanté lavé mi boca se pegué mis dientes decidí darme una ducha una vez que estuve lista salí del cuarto de baño. No tenía ni la menor idea qué hora era, así que apenas me entré al clóset busqué el reloj eran las 6:30 aún tenía bastante tiempo para arreglarme y llegar al trabajo.Tenía tantas cosas que hacer, me encantaría quedarme en la cama acostada todo el día descansando y tratando de tomar una decisión de qué hacer con este bebé sin embargo no podía hacerlo tenía que sacar adelante la empresa tenía que evitar que el banco me la quitará. Era tan frustrante ver como todo mi trabajo se iba al piso. Suspiré.Una vez que me coloqué una falda de tubo y una camisa con su respectivo blazer unos tacones pequeños supe
Laila Carter Desperte me levanté con la idea que tenía que ir a la empresa, pero cuando baje de la cama me di cuenta que está no era mi habitación, estaba en una enorme habitación de color beige ¿Dónde diablos estoy?!Cómo llegué aquí!!Y como arte de magia todo llegó a mi de golpe Me secuestraron.Me llevaron a lo que yo creía era un pueblo en dónde moriría pero no era un lugar lleno de lobos, humanos que se convertían en lobo.Llegó maximiliano por mi.Me acusaban de haber hecho algo que yo no hice.Quieren matar a mi bebé ¿Dónde estoy?!Aún me tienen?! Mataron a maximiliano?!!Solo él quería defenderme!!Debo huir de aquí!! Ahora debo proteger a mi bebé y protegerme a mi misma.Mi corazón latía enloquecidamente, tenía que salir de aquí, comencé a ver para todos lados intentando encontrar una salida hasta que di con una gran ventana, era lo suficientemente grande como para que yo pudiera salir.Me asome y sentí náuseas.Mierda!!No es momento para los síntomas del embarazo, beb
Laila Carter —te prometo que haré todo lo que está a mi alcance para ayudar, si eso asegura que nuestro hijo y yo estaremos bien— El asintió.Me sonrió. Quitó su mano de mi vientre y la colocó en mi rostro la acarició suavemente no pude evitar cerrar los ojos y disfrutar de aquella caricia, se sentía también tan diferente a cualquier otra caricia que hubiese recibido en mi vida. Basta bebé. Tu papá y yo solo estamos juntos por ti porque vas a necesitar unos padres que estén siempre pendiente de ti pero eso no significa que vayamos a estar juntos de verdad. Deja de intentar que tengamos una conexión porque no ser así ¿Verdad?— sabía que ibas a decir eso, gracias por querer ayudar— creo que era lo mínimo que podía hacer— haré una reunión con los alfas para ver si todo se tranquiliza— Aseguro — puedes moverte con comodidad por aquí, está es tu casa, en el clóset tienes ropa nueva para ti y todo lo que puedas necesitar Mi empresa, no puedo dejarla perder.— necesito una computadora
Laila Carter — Dime!! Dime!! Por ella me cambiaste?! — gritó mientras los ojos se le cristalizaban Me sentí tan apenada, sabía que esto no era mi culpa había sido solamente un accidente pero había arruinado su vida y sus planes. Como instinto y en modo de protección lleve mi mano a mi vientre intentando proteger a mi hijo quizás de sus palabras entendía que una mujer dolida podía decir cualquier cosa y sabía que mi hijo obviamente no la estaba escuchando pero no lo sé quizás será instinto de madre. — Natasha por favor no es momento — la voz de maximiliano salió dura — aún puedes tener ese bebé pero seguir a mi lado, estuve contigo todo este tiempo merezco estar a tu lado — dijo la mujer con una voz tan dolida centrando toda su atención en él— vení a hablar contigo pero no sabía que la habías traído hasta aquí y mucho menos tan rápido, maximiliano nos separamos ayer y ya tú estás metiendo a otra mujer aquí a mi casa, viví contigo por mucho tiempo— las cosas no son como crees Nata
Laila Carter El pasado Me sentía desorientada, mire para todos lados intentado saber en dónde estaba y fui ahí cuando lo noté estaba en el medio de todo, solo podía ver como personas morían, muchos lobos dejaron de ser lobos para ser humanos y caer al suelo llenos de sangre con los ojos abiertos y ser solo cadáver ahora. ¿Dónde estaba? ¿Por qué estaba aquí?Llevé mi mano a mi boda intentado no hacer ruido, mi corazón latía rápidamente.No sabía que hacer ni mucho menos donde meterme para que no me hicieran daño ¿Cómo había llegado aquí? — Que hago?!! Por favor dime qué hacer?!— aquello llamo mi atención, pide ver que era un niño a quien gritaba, caminé hacia ellos quienes parecían estar escondidos.¿Se esconden de la guerra?Por sus ropas me di cuenta que no era algo reciente, parecía ser de hace muchos años ¿Dónde estoy?— Debes irte, si te encuentran también van a matarte no van a querer que mi descendencia siga y tú no puedes permitir que eso ocurra Roberto, tu tienes que seg
Laila Carter Me desperté completamente sola en la cama no sé porque una parte de mí se decepcionó quizás esperaba verlo junto a mí. Me movió un poco y sentí como todo mi cuerpo dolía, me levanté de la cama tapando mi desnudez con la sábana podía ver un pequeño manchón rojo, no pude evitar sentirme avergonzada, caminar rápidamente hacia el baño me hice de la sábana que cubría mi cuerpo y rápidamente me metí a la ducha. El agua caía por mi cuerpo, cerré los ojos recordando aquel momento, recordando como los labios de maximiliano recorrían mi cuerpo, cómo besaban mis labios, cómo se adentraba en mi.Recordé que no solamente habíamos pasado la tarde juntos sino la noche y por más que quise sentir que era la despedida no podía dejar de sentir que era solo el inicio, pero ambos sabíamos que no era real. Abrí los ojos tomé jabón y lo esparcí por mi cuerpo tomé también algo de champú lo aplica en mi cabello aunque anoche me había bañado un par de veces aún lo sentí algo sucio. Una vez qu
Laila Carter ¿Maximiliano había comprado la editorial?! Que mierda para por su mente?!No sabía si eso era algo bueno o algo malo.Quería levantarme ir hacia donde estaba él y golpearlo fuertemente pero ahora no podía hacer nada solo intentar dejar las cosas lo más claras posibles para cuando él quisiese tomar mi empresa. Supongo que el banco había dejado perder mi plazo y le había dado oportunidad a la empresa de maximiliano en asumir la mía. Mis ojos se cristalizaron sentía que ya nada podía ser peor había perdido mi vida había perdido mi empresa yo no tenía absolutamente nada. Respiré profundo tratando de calmarme. Mi teléfono vibró era una llamada entrante de mi asistente.La tomé — Sra Carter estaba tan preocupada por usted, no sabía nada de usted, no llego ayer, el banco vino y nos saco a todos dijo que ya había llegado al plazo — me imagino todo lo que había pasado. — Lo siento mucho lamentablemente no pude conseguir a alguien que fuese nuestro socio— le dije — No se p