- Sabes me sorprendiste, pensé que te tomarías más tiempo en acabar tus deberes – opino Helena buscando girarse para seguir revisando los libros que había en la estantería, pero al tomar uno vio que algo caía de este, donde al buscarlo con la mirada vio un anillo de oro. Eduardo miro sorprendido el anillo de bodas de Jenny – pero… ¿cómo pudo estar en este libro? - pregunto arqueando la ceja y al analizar el libro noto que este era un joyero con apariencia de libro y en el interior de este estaban las mismas joyas que lucía la reina en su cuadro - son de ella, entonces si es correcto y aquí están las cosas de ambos – declaro ignorando que el castaño se habia acercado a ella para recoger el anillo del suelo, antes de tomarla de la mano.

Ante ese contacto Helena miro a ver a su pareja, pero noto que de nuevo sus ojos eran de color dorado.

- A Jenny no le gustaban las joyas, pero aceptaba las que yo le regalaba – declaro sonriendo con suavidad - el día de la pintura le regale lo que el má