Tres meses más tarde habían comenzado a destacarse cada uno con sus diferentes cualidades, habían conseguido una cuenta grande con una trasnacional donde no solo habían diseñado toda la plataforma de productos, sino además los programas en el área administrativa, de recursos humanos, contabilidad y finanzas, esto le había reportado no solo un excelente ingreso a la empresa sino gran prestigio, los involucrados fueron llamados a una reunión principalmente con los gerentes de las áreas involucradas y Decker que participaría por videollamada, diez eran los trabajadores quienes habían llevado a cabo el proyecto y una vez todos fueron presentados, dieron una conclusión de los elementos mejorados y cómo podían ser incluidos en la actualizaciones de otros clientes, lo cual atrajo mucho más la atención porque habían demostrado la capacidad de innovar.Decker se sentía orgulloso de Martha pues era parte del grupo no se habían vuelto a ver desde su visita a Heidelberg excepto por una vez que la
—Pues aquí estamos de nuevo comenzando todos juntos—, comentó Martha.—Me encanta que estemos otra vez juntos—, le dije animada, era un poco surrealista que nuestra vida pudieran entrar en una maleta pero esa era la realidad del que emigra, una vez salías de la zona de confort, de tu hogar, los apegos eran más por las personas que los objetos que pudieras tener.—Bueno aquí de hecho somos más porque se nos unió Elena, pero creo que aquí empezaremos desde cero con otra energía, es más, vamos a bautizar este lugar de manera distinta, se que no podemos hacer escándalo pero ¿qué te parece si al menos ponemos algo de música?—Estoy de acuerdo, ya la voy a poner yo.Unos minutos más tarde, estábamos bailando Martha, Arturo y yo, comenzamos con Carlos Vives coreando “Carito me habla en inglés, que bonito se le ve…”, luego Shakira, Maluma, Juanes, hasta terminar con J balvin “Mi gente” que a esa altura ya nuestras compañeras españolas se habían unido al grupo y se movían al compás cantando:“
Cuando llegamos a la nueva sede estábamos llenos de expectativas este edificio era más grande y moderno y por supuesto habían muchos más trabajadores al igual que anterior oportunidad fuimos acompañados cada uno a sus respectivos puestos de trabajo por un personal de recursos humanos, el área de desarrollo estaba muy bien equipado y a pesar de estar constituidos por un grupo de cubículos la distribución de los mismos creaba un ambiente agradable, trabajaríamos directamente con Decker y eso tenía animada a mi amiga que no dejaba de compartir miradas furtivas con el jefe.Por mi parte me fue asignado un cargo diferente como también una oficina individual, trabajaría directamente con el otro socio en asignación de proyectos y eso me hacía sentir un poco ansiosa, era hasta ahora una persona desconocida para nosotros aunque ya conocía parte de sus éxitos laborales pues eran parte de la información de la web, era un hombre extremadamente inteligente y preparado, lo cual me parecía todo un r
Los meses fueron pasando y en un inicio Michael y yo solo hablábamos de trabajo pero luego se creó una especie de amistad, no eran frecuentes los mensajes a nuestros teléfonos personales, sin embargo, era viernes y todavía teníamos mucho trabajo pendiente por lo que era inevitable ocupar nuestros días de descanso, —Michael, se que puede sonar poco profesional pero ya me dijiste que estás en Stuttgart igual que yo, porque no realizamos este trabajo en persona.—No lo creo.—Vamos, que he podido notar que tienes los equipos para trabajar perfectamente donde estás, este sábado no trabajar nadie en las oficinas así que estaría completamente sola con los vigilantes y no me gusta—, en el fondo solo quería que me permitiera entrar, era una persona agradable al menos conmigo, porque el resto hablaba de su antipatía y amargura, hacia apariciones públicas solo de forma electrónica, pero yo sentía que estaba en una situación muy solitaria.—No lo había pensado, pero tampoco deseo que estés compl
Llegue temprano tal como lo teníamos planificado, la casa es grande y muy protegida, estaba deleitándome observando el lugar y caminando un poco alrededor cuando me detuve frente a la puerta y de inmediato escuché un vip en la puerta que me habría, lo cual me dejó claro que me estaban observando, continúe mi camino hacia la puerta principal impactada por lo hermoso y elegante que es todo, sin embargo, si fuera mi casa agregaría una plantas de colores que salpiquen algunas áreas para crear mucha más vida, una vez allí frente a la puerta de madera tallada maciza, toqué el timbre y nuevamente me fue abierta de manera electrónica, por dentro era mucho más increíble pero mi anfitrión seguía ausente.—Buen día Michael—, dije un poco apenada.De repente se escuchó una voz, —Sí, pasa, hasta la sala—, caminé despacio observando todo a mi alrededor, había fotos familiares, con amigos, de la graduación, libros, diplomas, adornos cuyo aspecto se notaba que venían de lugares lejanos y exóticos, lo
Michael y yo terminamos el trabajo apenas pasadas las 12 del mediodía, los alemanes suelen ser puntuales hasta para comer por lo que culminar justo con la hora era genial, su madre había hecho lasaña y ensalada y olía delicioso, —Ya están aquí los chicos, mi nombre es Agna y él es mi esposo—, me dijo señalando a un hombre de edad contemporánea a la de ella.El padre de Michael en ese momento salía de la cocina con las bebidas en las manos y después de colocarlas en la mesa, extendió su mano, —Mi nombre es Dirk, no sabía si les apetecía agua gasificada o tal vez zumo de manzana por eso lo coloque variado.—Un placer conocerlos a ambos, mi nombre es Adriana—, dije estrechando sus manos con una sonrisa.—Sentémonos que se enfríe y ¿cuéntame de donde eres?—Mamá no comiences con el interrogatorio—, replicó Michael un poco agobiado.—No te preocupes, no me molesta, es normal que sientan curiosidad—, luego mire a sus padres y respondí, —Soy de Colombia, en América del sur, vine con mi amiga
El siguiente lunes al presentarme en la oficina, planteamos la nueva forma de trabajar de Martes a Viernes trabajaría en la oficina personal del Señor Muller y los lunes lo haría desde la oficina para poder servir de puente con el resto del personal, esto me permitió cada vez más estrechar lazos más cercanos con Michael armamos pronto una rutina a la que me estaba acostumbrando, durante dos meses llegaba antes de las ocho y lo encontraba en la cocina preparando el desayuno de punta en blanco y siempre con una cobija sobre sus piernas, para mí era admirable que viviera en aquel lugar completamente solo y que aun así fuera totalmente independiente en su situación, siempre lo encontraba recién bañado, bien vestido y sentado en su silla con una cobija gruesa que le cubría las piernas.Para ser honesta me intrigaban muchas cosas el estado de sus piernas o cómo hacía para bañarse solo pero mucha curiosidad no se lo iba a preguntar, sin embargo, estaba muy impresionada con su ética de trabaj
Sus labios eran suaves pero exigentes, su lengua rozaba la mía como una breve caricia, estaba perdida, no había sentido nada igual, una conexión instantánea eso de lo que tanto lees en las novelas y vez en las películas como si el mundo se alineara en un momento perfecto, o se despetara algo en tu alma que se encontraba dormido, puede parecer un cliché pero así lo sentí, pero tan intenso como empezó así mismo se detuvo, yo tenía los ojos cerrado y cuando los abrí, de inmediato entendí que dudaba.—Adriana creo que…No quería que terminara la frase y se perdiera la magia de lo compartido por lo que no le deje hablar, —Michael no necesitas decir nada, creo que debemos tomarnos el fin de semana para olvidarlo, con tu permiso me iré de inmediato—, y sin esperar respuesta tomé mi cartera y me fui de allí, a mi espalda escuchaba su voz llamándome, no lo vería hasta el martes lo que nos daría la oportunidad a ambos de reflexionar, aunque si era honesta conmigo misma a pesar de la desilusión