"Yo he medido mi vida en cucharitas de café"
(T.S. Eliot)
— Mamá, por favor, no es momento
— Responde, Eloise
— No es un albañil y no tengo nada, relájate
— Mírate, niña, que hacías tomando
— Mamá, todos mis primos están en la casita tomando y disfrutando
— Y tú decides escaparte con el albañil
— ¡Mamá! — le grito, voy y me acuesto en el sofá grande de la casa — ¡No es un albañil! ¡No tengo nada con él Mamá!
— No me alces la voz, Eloise Adams, sube a bañarte con agua fría duerme un rato y mejórate — se da media vuelta — No me decepciones, Eloise
Mi Mamá quiere que me case con un millonario con alguien que venga de una familia con dinero o una familia reconocida. Yo me quiero graduar y hacer mi vida no depender de un hombre que no deje que cumplas mis sueños.
— ¿De qué hablas? ¿El albañil? Puedo salir con quien yo quiera no soy ¡Tú!
— ¡Eloise! — gritan mi Mamá y la cocinera al mismo tiempo
— ¿Franchesca?
— Debes ver esto — dice haciéndome seña para que vaya con ella — Apúrate, niña
Me levanto y la sigo dejando a mi Mamá furiosa de brazos cruzados
— ¿Sucede algo? — corro para alcanzarla — ¿Qué pasa?
— Mataron a Roqui
— ¡¿Qué?! — uno de los perritos de la granja
— Lo consiguieron muerto entre las siembras, niña — dice y siento como mi corazón se rompe en trocitos — Tu abuelo mando a llamarte pensé que no estabas en la casa y gracias a Dios estas aquí — pasamos la cocina para salir a la parte de atrás y allí están todos cerca de la siembra.
Y ahí esta Roqui cubierto con una sabana
— Abuelo...
— Lo siento hija — me abraza — No sé qué ha pasado
No sé qué decir y solo entierro mi cabeza en su pecho para que la las lágrimas empiecen a rodar por mis mejillas
— Creo que fue el psicópata otra vez — me susurra en el oído
— Es mi culpa
— No hija, no digas eso — me abraza más fuerte — Sé qué haces lo que puedes, nunca debí darte ese peso a ti
No digo nada
— Debo descubrirlo yo
— Abuelo...
(...)
A la mañana siguiente
— ¿Qué vas hacer?
— Voy a salir
— ¿Salir con quién?
— Ya te dije que no lo repetiré, también te dije que tengo un plan, Mario pero no le digas a nadie ¡Confía en mí!
— ¿No oíste? Mi abuelo no quiere que nos metamos ya en esto, deja de ser terca y su confío en ti solo te cuido es todo
— El que no entiende eres tú, no lo dejaré solo, lo voy ayudar con esto o terminaran matando a una persona en vez de un perro, si quieres unirte bien y sino entonces deja de fastidiarme — no dice nada — Deja de ser mi perrito faldero puedo cuidarme sola — eso que le acabo de decirse que hará que se moleste pero es la verdad.
Estamos en mi habitación yo estoy terminando de arreglarme para ir a desayunar con Marc, mientras Mario solo esta acostado en la cama observando y cuestionando todo lo que hago. Se cree mi hermano mayor y eso lo detesto a veces
— ¿Tienes que arreglarte tanto para ir a la tienda?
— Ya te dije que me gusta el dueño, es todo — miento pero él me cree.
Ya estoy lista así que agarró mi bolso, reviso la hora son casi las 9 y Marc ya debe estar abajo esperando por mi.
— Entonces, mientras estoy en el pueblo tú averiguas que paso ayer con Roqui y más te vale saberlo antes de que vuelva, cretino o tal vez te maten a ti por lento — le doy un beso en la frente y salgo de la habitación antes de que empiece con sus cosas.
Ya abajo, camino hacia la puerta para salir al porche pero mi dulce madre me detiene, lleva todavía la pijama y en sus manos una taza de café.
— ¿A dónde vas, cariño? — dice con voz tierna y noto que no sigue molesta conmigo, ayer no me quería ni dirigir la palabra
— ¡Voy a la tienda!
— ¿A la tienda? ¿A esta hora?.
— Iré por cosas de aseo para mí.
— Bueno — se acerca para darme un beso en la frente — Estas hermosa, mi amor consíguete un buen pretendiente por ahí e invítalo a la cena familiar
— Claro
Ella se va y yo salgo al porche ¿Donde esta esté hombre? No lo veo, debe estar ocupado. Paso casi media hora y sigo aqui esperando por él.
— Que hermosa estas hoy — aparece y me volteo para verlo, yo estoy muy arreglada a comparación de él que lleva su ropa de trabajo — Lo siento tu tía Elis me tenía ocupado.
El recuerdo de él hablando con ella viene a mi cabeza.
“— El plan va funcionar no te preocupes, cariño
— Señora, es muy peligroso hay mucha gente ¿Si se dan cuenta de que soy yo?"
— ¡Eloise! — Marc interrumpe mis pensamientos así que reacciono.
— Gracias, tú igual — le digo y me río al saber que es sarcasmo trato de tranquilizarme y sacar a mi tía Elis de mi mente para concentrarme
— ¿Nos vamos?
— Si
Nos montamos en una camioneta negra no último modelo pero muy bien cuidada para ser un poco vieja
— ¿Tuya? — le pregunto observándola con detalle.
— Si, no sabía que a la niña rica le sorprendería una simple camioneta a comparación de las de su familia — dice y arranca para dirigirnos al pueblo
— Solo que...
— Era de mi padre, ahora es mía — mejor que me interrumpió o hubiera dicho algo sin sentido
— No me digas así
— ¿Cómo?
— Niña rica — él me mira y puedo notar dulzura en su mirada, una mirada diferente a la de Cooper.
Marc es agradable pero no puedes Eloise ¡Concéntrate!
— ¡Eloise! ¡Haz escuchado lo que dije!
— Disculpa ¿Qué decías?
— ¿Estas bien? Si quieres volvemos a la granja
— No, no, ¿Qué decías? Perdón
— Que sé que no eres un niñita rica sé que eres diferente a ellos — no evito sonreír — Eres diferente, Eloise
— Gracias
Llegando al pueblo él se dirige a un pequeño café pero que es muy reconocido porque cocinan muy rico, me gusta comer ahí
— Hemos llegado — dice apagando el motor del carro en frente del Café, nos bajamos de la camioneta
Al entrar un chica nos ofrece la mejor mesa con vista a un pequeño pero encantador paisaje de montañas, luego nos da la carta.
— ¿A ti como te gusta el café, Eloise? — lo miro.
— Yo quiero un café latte con un poco de crema — le respondo al igual que la chica asiente con la cabeza
— Un cappuccino para mí
— Buena elección
— Lo sé — me regala una pequeña sonrisa y vuelve a mirar la carta
Pedimos algo ligero para comer. Yo decido pedir un desayuno que contiene huevos, tocineta y pan tostado él no lo piensa dos veces y pide lo mismo pero pide una ensalada de frutas rojas
— Eres muy exquisito para comer, hombre
— No tanto como tú — se ríe
— ¿Dónde está tu padre? Digo como lo mencionaste me dio intriga — creo que fui muy directa.
— Murió cuando tenía 12 años
— Yo... lo siento
— Tranquila, para eso estamos aquí para conocernos ¿No?
— Si
— Sufrió un accidente de vehículo venía de regreso del trabajo a la casa, no logró llegar y fue muy devastador para mi madre — dice con voz triste — Mi madre no pudo aguantar la pérdida y el vacío así que cuando cumplimos 18 se fue a Europa con mi hermana y desde entonces no la veo. Yo me quedé con mis abuelos y mi hermano, Bruno es mi hermano…
— ¿Bruno? — le preguntó confundida
— Era mi vecino cuando pequeño después de crecer se volvió mi hermano, no siempre la familia es de sangre
No sé qué decir
— Si, no siempre la familia es de sangre — le digo
— Tu turno, Eloise
— Bueno, es justo — coloco mis manos sobre la mesa — Estoy estudiando derecho en Londres
— Abogada Adams — se ríe y pasa su mano por su barbilla, se ve sexy cuando hace eso — Sigue, es muy poco para decir
— ¡Soy hija única!
— Eso ya lo se
— ¿Cómo lo sabes?
— Me lo dijo tu abuelo
Aparece la chica con la comida y los cafés
— ¿Por qué trabajas en la granja? — le pregunto mientras empezamos a comer
— Me gusta lo que hago, no quería depender de mis abuelos así que me fui a buscar trabajo y de tantos trabajo que hice por fin encontré uno que me gustará
— ¿Tienes hijos?
— No, ¿y tú?
— ¿Qué? No, claro que no — respondo y él se ríe al ver mi reacción
— ¿No quieres tener hijos?
— Sí, claro que quiero hijos, tal vez cuando termine mi carrera.
— ¿Tampoco tienes pareja?
— No, no tengo — respondo nerviosa, lo siento Cooper — ¿Eres...?
— ¿Por qué derecho? — me interrumpe y protesto haciendo una mueca con mi cara.
— Desde pequeña he vivido en ese mundo de abogados y fue fácil la decisión de la universidad — no parece convencido con lo que digo — Me gusta lo que hago — repito lo que él ya había dicho.
Nos reímos
— Seguir los pasos de tu padre
— ¿Y tú? ¿Estudias? — le pregunto.
— No, aún no tengo el dinero para pagar la universidad pero espero pronto tenerlo y estudiar
— ¿Qué quieres estudiar?
— Quiero ser Médico Veterinario — ok eso no me lo esperaba.
— Wau — me dejó sorprendida — Eso es muy lindo
— Si
— Es grandioso
— Gracias — dice y toma un trago de su café
Nos quedamos un rato sin hablar
— Me dijiste que querías ayudarme a encontrar quien lo hizo — ya casi hemos terminado de comer así que aprovecho para preguntar antes de irnos
"Fue a lo que viniste, Eloise, no a coquetear con él" me habla mi subconsciente
— Yo... — intenta decir pero se calla — Pero tú no quieres que lo haga
— Disculpa no de ese día, no quería ser grosera contigo — lo miro y él me está viendo tan concentrado — ¿Aún quieres?
Asiente con la cabeza
— Entonces, ayúdame a entender que hacia Marc en el cobertizo la noche que conseguimos a la paloma muerta en ese mismo lugar — no dice nada — ¡Dime, Marc! — creo que fui muy directa y mis palabras lo han dejado sorprendido o asustado
— ¡¿Tú estabas ahí?!
— ¡Así que si eras tú!
— ¿Que te hace pensar que era yo?
— No lo estás negando — se queda callado y eso hace que esté más segura de que era el — Dime, ¿Que hacías ahí?
— Buscaba mi gato — eso es mentira
— ¿Buscabas tu gato?
— Sí, tengo un gato — no le creo — Y salí a buscarlo, duerme conmigo
— Ay por Dios
— ¿Qué? No me crees
— No soy imbécil y tú no eres idiota — suspiro — Dime la verdad o tal vez te inventes una mejor excusa que esa Marc
— ¿Para esto viniste? Para descubrir si soy el asesino de animales — toma aire — Pensé que en serio querías conocerme pero solo soy parte de tu investigación, por un momento me lo creí pero sabes que te voy ahorrar toda esta farsa, Eloise
— ¡No es así, Marc!
— Déjame hablar — lo dejo hablar pues — ¡No lo soy, Eloise! No soy el puto asesino, Eloise y si sigues así culpando a todo el que se te atreviese no darás con el asesino nunca o con la clase de psicópata que quiere dañar a tu familia — me mira — Y si no te apuras antes de que te de cuenta tal vez te maten a ti también…
¿Qué rayos? ¿Que acaba de decirme?
Me deja sin palabras, él solo saca su cartera del bolsillo para sacar el dinero de la cuenta y pagar. Yo me quedó sin decir nada
Pero cuando se levanta abro mi boca para hablar
— Sigues sin responder la pregunta, ¿qué te hice? — él se voltea y camina hacia mi lado se agacha un poco para estar a la altura de mi oído.
— Que bonito fue conocerte, Eloise, gracias por el desayuno — me susurra al oído y hace que mi piel se erice.
— Maldición — digo para mí misma mientras él sale, me quedó sentada como una imbécil recordando con exactitud sus palabras
— ¡Señorita! — la mesera aparece — ¿Todo bien? — me pregunta.
Asiento con la cabeza y le regalo una sonrisa
— Parece que su novio no está muy contento — dice, él no es mi novio — ¿Discutieron?
— Disculpe, gracias por el servicio — le digo con amabilidad y me levanto para salir de aquí.
Y esta que se cree que le voy a contar lo que me está pasando, no la conozco y Marc tampoco es mi novio. Ya afuera veo que Marc está ya en la camioneta con su cabeza en el volante cuando levanta la cabeza y me ve se acomoda en su asiento, yo sigo caminando llego a la camioneta y me subo.
— Necesito pasar por el auto mercado, sino hay problema — le digo sin mirarlo
— Como usted diga, señorita
¡Señorita! Ya tan rápido deje de ser Eloise
Después de haber pasado por el auto mercado y realizar mis compras, nos dirigimos a la granja. El camino se hizo largo y silencioso ya que ninguno habló absolutamente nada, me sentí incomoda
— Gracias, yo puedo — llegamos me baje y le quite las bolsas de la mano.
— De nada — es lo único que me dice
Me doy media vuelta y me dirijo adentro de la casa sin voltear a verlo pero puedo sentir que me estaba viendo.
Tú no sientes nada
Tú no sientes nada, Eloise
Nada
Repito para mí misma
"La vida comienza después de un café" (Anónimo) (...) 2:32 pm Estaba en mi cuarto pero ahora debo bajar a despedir a mi tía Rose la esposa de mi tío Matteo que debe volver a Miami porque su madre enfermó, Mattias se va con ella y Raquel se quedará con mi tío. Yo iba caminando por el pasillo para dirigirme a las escaleras, pero escucho a alguien llorar y me detento, creo que viene del cuarto de mi tía Katty La puerta está entre abierta — ¡¿Kelly?! — está llorando parada frente al espejo con la manos cubriendo su rostro — ¿Eloise? — me mira por el espejo — ¿Por qué lloras? — le pregunto — No es nada, vete estoy bien — Kelly... — ¡Que te vayas! ¿No entiendes? — limpia las lágrimas con las palmas de su mano y empieza a caminar hacia mí — ¡Vete! — me grita y de un empujón tira la pue
Todo ángel necesita un demonio que le invite un café. (Anónimo) (...) Al llegar a mi cuarto, cierro la puerta detrás de mí, me dirijo al armario pequeño que hay en mi cuarto, busco mi pijama y mi ropa interior limpia. Entro al baño para quitarme la ropa sucia y darme un ducha con agua caliente a ver si logro concentrarme o despejarme de todo esto, no lo sé. Salgo del baño ya lista para dormir, agarro mi celular y pongo música para relajarme un poco. Suena Blank Space de Taylor Swift Camino hacia mi cama con mi celular en mis manos, sé que debo tener muchos mensajes de Cooper e intentos de llamadas fallidas pero desde que me llamó la última vez no hemos hablado más, no he podido contestar a sus mensajes ni nada es que no sé qué decirle por primera vez en nuestra relación no sé qué decirle Cuando estoy a punto de subir el volumen y de acostarme a descansar, un sobre bla
El amor debe ser como el café. A veces fuerte, otras dulces, a veces solo, otras acompañado, pero nunca frio. (Megan Maxwell) Mario Miller Adams (...) ...Flashbacks... Miércoles 29 de Julio, 2020. ¡Ring! ¡Ring!Suena una llamada Numero desconocido esta llamando. — ¿Quién eres?, ¿Qué quieres? — pregunto algo molesto e irritado contestando la llamada. — Que ingenuo eres — una voz robótica responde la llamada, utilizan esa voz para que no pueda saber quien es que ingeniosos. No logro ni saber si es hombre o mujer— Dime ¿Cómo va ese viaje familiar?. — ¿Qué es lo que quieres? — miro por la venta y por todo lados como si estuviera buscando a alguien, siento como si me estuvieran viendo ahora mismo pero no logro ver
Tú, yo y un café en medio de nuestros labios. Piénsalo.(Anónimo)Mario Miller Adams.(...)—Eloise...—Mario ¡Por favor! —me dice.— Bien, ¡tienes razón! — le digo — ¿Qué tienes ahí?.Ella agarra una pequeña taza de café que está en la mesita de noche, que no había notado y se lo empieza a tomar mientras me habla.— Mira esto es todo lo que ha sucedido hasta ahora — dice muy concentrada señalando cada imagen, se ve hermosa cuando habla con tanta seriedad — Mi abuelo dijo que antes de que llegara encontró un búho muerto, luego...
Elegí la distancia para escribir, la noche para el café, el frío para no salir, y tus recuerdos para poder volver.(Anónimo)Eloise Adams.Sábado 01 de Agosto, 2020(...)— ¡Ya! — intento decir entre el beso pero él no para — ¡Mario, por favor! — trato de empujarlo pero es tan pesado que no logro hacerlo. Sé que esto es culpa mía por no detenerlo antes — ¡Para! — es imposible, no me escucha y va hacer que me moleste, sigo tratando de empujarlo — Me voy a molestar — le digo y se separa de mí, hubiera empezado por ahí porque ahora si logro parar.— Más de lo que estabas, Eloise — me dice, se aleja y se sienta en la
El Café debe ser tan negro como el Infierno, tan fuerte como la Muerte y tan dulce como el Amor.(ProverbioTurco)(...)Eloise AdamsHoras mas tardeYa es la hora del almuerzo. Tome foto a todo lo que encontré en la oficina pero no me sirve de nada sino se bien lo que sucede porque mi abuelo la va a vender, esta sin firmar contrato eso quiere decir que esta a punto de hacerlo y a parte que viene de México, quien querría comprarle eso de allá. Debo pedirle una explicación, de seguro por eso mi padre peleaba con el. Necesito que me den una explicación de esto.— ¿Todo bien señorita? — Me pregunta Franchesca tocando mi hombro y me despierta de mis pensamientos. Estoy parada viendo por la ventana como todos se acomodan en la mesa al aire libr
Hay muchas personas que usan el café como un perfecto acompañante para calmar o tal vez reducir un poco el dolor, cuando hablo de dolor me refiero al dolor sentimental no al dolor de cabeza, ese dolor que destruye tu estado de animo que impide que puedas sentirte feliz y que te hace sentir que tienes un corazón lastimado y roto dentro de ti.Pueden llegar a creer que la cafeína de una taza de café cura ese dolor, ese vacío así como lo creen cuando toman una gota de alcohol o cuando consumen droga. Se vuelven tan adictos a la cafeína que cuando se despiertan y no huelen el olor de un café reciente colado es cuando despierta la ansiedad. Van por la vida creyendo que el café es la dosis perfecta de curar el dolor y despertar la alegría.Nota: las
Un poco de café derramado puede ser buena suerte. Pero si se cae la taza entera…(Anónimo.) ¿Qué pasa si nos olvidamos de cómo vivir? Dejamos de hacer lo que de verdad nos hace feliz, nuestro plan de vida, la cotidiana vida que un día deseamos cambiar por una vida que deseamos tener, dejamos todos eso a un lado por tomar una simple decisión que hace que nuestra vida planeada tome un rumbo diferente y nuestros planes terminen en manos de otra persona. Hace que nos olvidemos de vivir nuestra propia vida.Se