La fiesta fue sencilla, Keila llegó acompañada de Fátima y Fernando, Mar estaba de mal humor, John había llegado con Matilda y bailaron todo el tiempo juntos. Bebió tanto que ya estaba mareada, no le quito la vista en todo momento, Keila le trataba de llamar la atención, pero era imposible. Lo último que deseaban era que sus padres la miraban en ese estado. Vicky en ocasiones también trató de detenerla, pero Mar se negaba. John también lo había notado, estaba molesto, Matilda conversaba con la madre de John que también había asistido y le preguntó. “¿Pasa algo?”. John negó y se levantó de la mesa. “Volveré en un momento”. Ella comprendió y se quedó en la mesa. Mar al verlo entrar a la gran casa se fue detrás de él Keila estaba preocupada. Lo siguió hasta el baño, al salir ella estaba de pie en la puerta, John miró a todos lados y la regañó. “Deberías dejar de beber”. Mar se burló. “¿Te importa?”. John estaba más molesto por su comportamiento. “Si tus padres te vez así se enojara
Al terminar, Vicky sonreía feliz, ella quiso abrazarse a Luka, pero él negó levantándose y caminando por la habitación desnudo, Vicky se sentó mirándolo extrañada. “¿Qué pasa?”. Luka se colocó la bata y le dijo. “Iré a mi habitación”. Vicky no entendía. “Pero…Esta es tu habitación”. Él negó con la cabeza. “Esta es tú habitación, solo vendré los viernes para cumplir mis deberes como tu esposo, mañana tengo trabajo, John te enviará la agenda de este mes, las fiestas y reuniones a donde tienes que presentarte conmigo”. El salió dejándola sola, ella estaba incrédula y susurró. “Pero… estamos casados…” Al día siguiente… Como Luka lo dijo la agenda había sido enviada a su correo, había una reunión por la tarde, un cóctel para ser precisos, ella suspiró, no se daría por vencida, tenía que hacer que Luka la amara y no pudiera vivir sin ella. Se levantó dándose un largo baño, ella recordaba la noche anterior, no fue… tanto como ella esperaba, se notaba que Luka solo la complacía, pero er
Días después, Keila recibió una visita, Fernando estaba de pie en su oficina con un gran ramo de rosas. Ella sonrió. “Pasa”. Le entregó rosas y besó su mejilla, Keila sintió calor en su corazón, le encantaba estar con él, sus detalles sus mensajes y llamadas era increíble y poco a poco se estaba enamorando. Fernando observó todos los papeles. “¿Estás ocupada?”. Ella negó sonriendo. Estoy por terminar, no te preocupes, además es algo que ya no tiene mucho sentido”: Fernando preguntó qué era lo que pasaba, lo sabía, pero quería escucharlo de ella. “La fiesta será el viernes, pero mucha gente ha cancelado, el asunto del robo ya ha salido en las noticias, los benefactores ya no confían…” El sentía que Keila estaba muy abrumada por toda la situación. “Me gustaría ayudarte, Fátima también está dispuesta, te ayudaremos en todo”. Keila sonrió, temprano en la mañana los padres de Fernando y Fátima confirmaron su asistencia e informaron a sus amigos más allegados, esto ayudó a que la gent
Fernando y Keila bailaban, ella sonreía feliz, Fernando no dejaba de contemplarla, era hermosa. Ya se había dado la noticia de que ellos dos salían, Fernando besaba su mejilla y la abrazaba en todo momento. Todo fue un éxito, la presencia de la familia de Fernando y la familia Estrada ayudaron mucho en el evento, Keila pudo recuperar mucho de lo perdido y estaba feliz por seguir ayudando a la gente. Vicky y Luka seguían en sus lugares mientras Vicky se aburría, Luka no quería bailar, estaba sumergido en su teléfono, ella suspiró aburrida. Sus padres, Marina y Erick notaron eso, pero no podían hacer mucho Vicky había aceptado a Luka así. Mar no dejaba de mirar a John, bailaba con Matilda y se sonreían mutuamente, ella estaba bebiendo de más, le dolía el corazón, se acercó un hombre. “Mar Estrada”. Ella giró a ver al hombre. “¿Tú eres?”. El se sentó a su lado sin premiso acercándose mucho a ella. “¿No me recuerdas? “. Él se cubrió el pecho indignado. Mar negó algo fastidiada del h
Luka le explicó. “Mi hermana no es una mala persona, solo que ha sido demasiado consentida a lo largo de los años, nunca me imaginé que pasaría esto entre ustedes, ¿Seguirás con Matilda?”. John asintió. “Si, ella es una buena mujer y mi madre desea que me case lo más pronto posible”. La puerta se escuchó, Luka pidió que entrara, Mar camino hasta los dos hombres. “Me mandaste llamar”. Le dijo a su hermano mientras miraba de reojo a John. Había pedido algunos días, pero Luka quería verla. John la observó por un momento y esperó las indicaciones de su amigo. Luka le dijo. “Puedes irte”. John miró a Mar por un momento y salió, ella también lo miraba, se sentó en la silla esperando a su hermano. “¿y Bien?”. Ella no recordaba lo que hizo una noche antes. Luka se cruzó de brazos. “Quiero hablar sobre tu relación con John”. Ella indignada se levantó. “¿Él te lo dijo? ¡Cómo se atreve!”. Luka se burló. “Fuiste tú la que lo dijo frente a mi anoche”. Mar se quedó pensativa. “¿Yo?”. Luka
Roberta que estaba sentada en su escritorio preguntó. “¿Qué es tan importante? “. Ella se quedó en silencio “Es por ella ¿Verdad? Es por Gloria”. David se quedó en silencio y observó a Gloria salir. “Te llamaré luego”. Colgó saliendo del auto. “Gloria”. Ella caminaba a su auto cuando escuchó que la llamaban, giró encontrándose con el hombre al que menos deseaba ver. “¿Qué quieres?”. El trotó hasta ella. “Quisiera que hablemos”. Gloria cansada de la situación. “¿Ahora qué me dirás?”. David quería explicarle todo sobre su abuelo. Gloria le dijo tajante. “Se a lo que se dedica mi abuelo y no me importa. Ahora por favor, no vuelvas a buscarme”. Ella quiso caminar y David la detuvo. “Yo quisiera explicarte algunas cosas…” Ella se zafó. “No me interesa lo que tenga que decirme señor Estrada y será mejor que no vuelva aquí”. Ella caminó hasta su auto, David no se dio por vencido, subió al otro lado del auto. Gloria le gritó. “¿Qué haces?”. David le suplicó. “Vuelve con los Estrada”
Luka lo llevó a la gran casa, Marina estaba en la puerta esperándolos, al ver como Luka cargaba a su hermano de los hombros, se cubrió la boca para no gemir de tristeza. Luka subió a David a su habitación, mientras él seguía repitiendo el nombre de Gloria entre sueños. Marina se sentó limpiando la cara de su hijo. Erick entró apretando el hombro de Luka pidiéndole que saliera, ellos se encargarían, Luka regresó a la casa donde vivía con Vicky, ella estaba dormida en el sofá, al parecer lo estaba esperando, se acercó y la movió bruscamente. Ella despertó y al abrir los ojos lo observó con una sonrisa. “Llegaste… ¿Tienes hambre?”. Luka negó quitándose el saco. “No, me iré a dormir”. Se fue directo a su dormitorio dejándola sola en la sala. Ella se quedó de pie mirando su espalda. Estaba muy cansada, había tomado el primer vuelo para volver a casa después de que terminara la boda, Gloria insistía en que se quedara, pero ella quería volver para estar con Luka. Pasaron algunos meses
Vicky le declaró sus deseos. “Yo… pensé que con el tiempo tu… “Yo que te amaría” Luka la interrumpió. “Estas equivocada Victoria, no me interesa en lo más mínimo el amor o una relación a largo plazo, todo eso me quita el tiempo… seguiremos como hasta ahora, como mi esposa me ayudarás a asistir a todas esas fiestas de familias adineradas y yo seguiré consiguiendo tratos con esos viejos anticuados llenos de ideas absurdas sobre los matrimonios y las familias felices. Vicky limpio sus lágrimas, se levantó del sillón, caminó a su habitación y lo dejó hablando solo. Ya en su habitación empezó a quitarse los aretes y se quitó el peinado mientras se miraba en el espejo. Estos meses fueron muy cansados, lo único que hacía era esperarlo todos los días a cenar, a veces ni llegaba y mucho menos le avisaba, ella estaba atenta a cuando Luka requería su presencia en cócteles o reuniones era la única interacción que tenían, al principio esperaba con ansias el día que les tocaba tener sexo, pero