Luka entró, encendió las luces, todo estaba en su lugar, caminó hasta las habitaciones, abrió la puerta de Vicky, no había nadie y el armario estaba casi vacío. Algo en él se sintió incómodo, no verla y no soportar sus arrumacos y ocurrencias como todos los días era extraño. Gloria, asistan algunos eventos con Adrián como pareja casada, había mucha gente renombrada de la capital, su abuelo hablaba con un hombre mientras ella tomaba una copa, llevaba un vestido negro pegado a su cuerpo con un gran escote en la espalda. “Eres Gloria ¿verdad?”. Ella giró al sentir que acariciaban su espalda. Observó al hombre de pie frente a ella, era muy alto de tez morena y llevaba un traje a la medida, él sonrió mostrando sus blancos dientes, tenía tatuajes que sobresalían en su cuello y manos. “¿Usted es?”. Ella preguntó con desconfianza. “Soy Federico Rojas”. Ella no quiso ser grosera y se limitó a presentarse cortante. “Gloria Espino”. El hombre mostró su dentadura perfecta. “Verte en televis
Un auto se detuvo en el restaurante, Keila observó alrededor y después giró con el hombre que la llevaba. “Gracias por traerme”. Se acercó para dejarle un beso en la mejilla, pero Fernando no se conformó con eso, la atrajo hacia él y la besó apasionadamente, Keila estaba en las nubes después de ese beso. Fernando sonrió cerca de su boca. “Llámame, vendré por ti”. Él acarició sus labios y la soltó. Keila salió del auto acomodándose la ropa y respirando profundo tranquilizando su corazón, entró al restaurante encontrándose con las chicas. “Hola”. Todas se abrazaron, Keila quedó asombrada por el vientre de Mar. “¿Cuánto tienes?”. Mar sonrió. “Me quedan poco menos de tres semanas”. Las cuatro conversaron de todo un poco como en los viejos tiempos, Gloria les dio su apoyo en lo que necesitaran aquí en la capital, Mar y Vicky agradecieron, Keila y Gloria se despidieron, Fernando ya las esperaba. Subieron a su coche y en el camino conversaron sobre algunas nuevas ideas para la operació
Luka se acercó amenazadoramente. “¿Por qué? No siempre querías estar encima de mi”. Vicky lo miró molesta y ofendida por sus palabras. Era cierto, ella siempre estaba tratando de besarlo o abrazarlo, pero Luka la rechazaba. “Se acabó”. Me di cuenta que no quiero ese tipo de vida contigo, deseo que me amen, deseo que me consientan, que cuiden de mi y que no solo me usen, fui terca al casarme contigo, lo sé, fue un error y he pagado por ello”. Luka era muy inteligente, pero esto de las relaciones no era su fuerte, pensó que el solo presentarse y tener sexo con Vicky la haría volver, pero estaba muy equivocado. Vicky abrió la puerta a sus anchas. “Será mejor que te vayas”. Ella quería que se fuera antes de que Mar volviera. Luka no estaba dispuesto a irse, Mar apareció en la puerta con las pizzas. “El repartidor trajo la comida, huele delicios…so”. Mar se quedó muda frente a su hermano, Vicky se cubrió la boca, Luka estaba mirando el gran vientre de Mar. “¿Estás embarazada?”. Mar
Vicky solo negó con la cabeza, no estaba de acuerdo, observaron al hombre entrar en la habitación de ella. “¡Oye! ¿Qué haces?”. Luka no le contestó. Vicky entró en la habitación. “Esta es mi habitación, tú toma la otra”. Luka negó sacando su ropa. “Eres mi esposa, tenemos que dormir juntos”. Vicky se negó acercándose y guardando su ropa de nuevo en la maleta. “No, tu y yo nos vamos a divorciar, no puedes quedarte aquí”. Ellos empezaron a discutir, Mar suspiró y tomó su bolso susurrando. “Serán unos días largos”. Ella salió de la casa dejándolos pelear solos. Luka escuchó la puerta y sonrió. Se acercó a Vicky tomándola de los brazos. Vicky se puso nerviosa. “¿Qué haces?”. Luka la acerco más, ella trataba de zafarse, Luka la besó en los labios, ella se quedó estática, el solo la había besado en dos ocasiones, cuando se casaron y cuando tuvieron sexo la primera vez, de ahí el no volvió a hacerlo, ahora la estaba besando. Ella lo alejó. “¡Basta! ¡Se acabó! Entiéndelo”. Ella lloró.
Luka revisó su teléfono, John le había llamado varias veces. “Hola”. “Luka, hay problemas con la empresa refresquera, el producto ha sido contaminado, tienes que volver”. Luka lo pensó por unos momentos, sabía que John estaba a días de casarse y ya le había pedido algunos días, Luka tenía que volver. Me iré en el primer avión, alista una junta mañana a primera hora”. Luka salió de la habitación y miró a Mar comiendo en la cocina. “¿Dónde está?”. Mar le dijo. “En la habitación de invitados”. Él caminó hasta ahí y trató de abrir la puerta. Mar caminó hasta él. “Será mejor que la dejes unos días hasta que se calme”. Luka le dijo a su hermana. “Regresaré a la ciudad, hay problemas en la empresa, volveré en unos días”. Mar observó a su hermano. “¿Volverás después de la boda de John?”. Era doloroso si quiera mencionarlo. Luka confirmó. Mar se alejó volviendo a la mesa, jugando con su comida, su apetito había desaparecido. Luka salió de la casa directo al aeropuerto. David llegó a la
Afuera, cuando Federico estaba a punto de subir observó a David de pie cerca de su auto, camino hasta él. “Señor Estrada… ¿Qué hace aquí?”. Federico giró a ver la casa. “Esta es la casa de su exnovia y ya no tienen ninguna relación ¿O sí?”. El hombre se burlaba de David. “Aléjate de ella”. David le advirtió, no le importaban los más de 10 hombres a su alrededor apuntándole con pistolas. Federico se carcajeó. “¿Y tú vas a detenerme?”. David levantó la cara. “Si”. Federico se reía y se acercó palmeando el hombro de David. “De verdad que es un cómico señor Estrada…”. Lo observo a los ojos. “¿No sabe quién soy?”. David no tenía miedo, haría lo que fuera por Gloria. “Sé quién eres y no me importa, aléjate de ella”. Federico suspiro. “Verá señor Estrada… Ya que el viejo Arturo no quiere entregarme el negocio por la buena, Gloria es un punto importante para poder hacerlo, si me caso con ella todo será mío”. “Ella ya está casada”. David le informó. Federico lo miro. “Adrián pronto mo
Rápido la enfermera trabajó en la inyección, Gloria revisaba todo profundamente, Fernando masajeaba el corazón para hacerlo reaccionar, segundos después todo volvió a la normalidad. Se quedaron esperando por unos momentos más y Fernando suspiró. “Parece que todo está bien”. Gloria afirmó y ayudó a Fernando a cerrar, salieron del quirófano, Keila y el abuelo se levantaron. “¿Cómo está?”. Fernando les explicó mientras se quitaba la gorra. “La operación salió bien, ahora debemos esperar a que el cuerpo de Adrián acepte el corazón artificial, tenemos que esperar algunas horas”. El abuelo y Keila sonrieron un poco tranquilizándose, Gloria abrazó a su abuelo. “Verás que él estará bien”. El abuelo afirmó y sonrió. Keila le dijo al hombre mayor. “Lo llevaré a descansar a su casa, ha estado aquí por mucho tiempo, Gloria y Fernando nos avisara cualquier cosa”: El abuelo aceptó la idea de Keila y se fueron juntos. Gloria cuidó de Adrián todo el tiempo, no se separó de su cama, revisaba s
Gloria no entendía nada miraba a ambos hombres. El hombre se giró para ver a David, se acercó y lo golpeó en la cara, después lo agarró de la camisa. “Mi madre murió de un infarto al ver como llevaban a mi padre preso, todo por tu culpa”. Gloria abrió mucho los ojos. No podía creerlo. El hombre se levantó y sus guaruras empezaron a golpear a David sin control. Gloria lloraba y gritaba. “¡No! ¡Déjenlo!”. Después de unos minutos lo dejaron y todos salieron, Gloria se acercó a David sangraba mucho y estaba inconsciente. “¡David!”. El no reaccionaba. “Gloria le llamaba y gritaba por ayuda, pero nadie le hizo caso. Así pasaron varios días, en donde David era torturado, le habían arrancado algunas de sus uñas, tenía cortes en partes de su cuerpo y muchos golpes que no dejaban ver su rostro, el hombre solo observaba lo que le hacían a diario, un día ya cansado de esto, hizo una mueca y les pidió que se detuvieran. Camino hasta Gloria y la tomó del brazo levantándola. David con sus últ