Fernando y Keila bailaban, ella sonreía feliz, Fernando no dejaba de contemplarla, era hermosa. Ya se había dado la noticia de que ellos dos salían, Fernando besaba su mejilla y la abrazaba en todo momento. Todo fue un éxito, la presencia de la familia de Fernando y la familia Estrada ayudaron mucho en el evento, Keila pudo recuperar mucho de lo perdido y estaba feliz por seguir ayudando a la gente. Vicky y Luka seguían en sus lugares mientras Vicky se aburría, Luka no quería bailar, estaba sumergido en su teléfono, ella suspiró aburrida. Sus padres, Marina y Erick notaron eso, pero no podían hacer mucho Vicky había aceptado a Luka así. Mar no dejaba de mirar a John, bailaba con Matilda y se sonreían mutuamente, ella estaba bebiendo de más, le dolía el corazón, se acercó un hombre. “Mar Estrada”. Ella giró a ver al hombre. “¿Tú eres?”. El se sentó a su lado sin premiso acercándose mucho a ella. “¿No me recuerdas? “. Él se cubrió el pecho indignado. Mar negó algo fastidiada del h
Luka le explicó. “Mi hermana no es una mala persona, solo que ha sido demasiado consentida a lo largo de los años, nunca me imaginé que pasaría esto entre ustedes, ¿Seguirás con Matilda?”. John asintió. “Si, ella es una buena mujer y mi madre desea que me case lo más pronto posible”. La puerta se escuchó, Luka pidió que entrara, Mar camino hasta los dos hombres. “Me mandaste llamar”. Le dijo a su hermano mientras miraba de reojo a John. Había pedido algunos días, pero Luka quería verla. John la observó por un momento y esperó las indicaciones de su amigo. Luka le dijo. “Puedes irte”. John miró a Mar por un momento y salió, ella también lo miraba, se sentó en la silla esperando a su hermano. “¿y Bien?”. Ella no recordaba lo que hizo una noche antes. Luka se cruzó de brazos. “Quiero hablar sobre tu relación con John”. Ella indignada se levantó. “¿Él te lo dijo? ¡Cómo se atreve!”. Luka se burló. “Fuiste tú la que lo dijo frente a mi anoche”. Mar se quedó pensativa. “¿Yo?”. Luka
Roberta que estaba sentada en su escritorio preguntó. “¿Qué es tan importante? “. Ella se quedó en silencio “Es por ella ¿Verdad? Es por Gloria”. David se quedó en silencio y observó a Gloria salir. “Te llamaré luego”. Colgó saliendo del auto. “Gloria”. Ella caminaba a su auto cuando escuchó que la llamaban, giró encontrándose con el hombre al que menos deseaba ver. “¿Qué quieres?”. El trotó hasta ella. “Quisiera que hablemos”. Gloria cansada de la situación. “¿Ahora qué me dirás?”. David quería explicarle todo sobre su abuelo. Gloria le dijo tajante. “Se a lo que se dedica mi abuelo y no me importa. Ahora por favor, no vuelvas a buscarme”. Ella quiso caminar y David la detuvo. “Yo quisiera explicarte algunas cosas…” Ella se zafó. “No me interesa lo que tenga que decirme señor Estrada y será mejor que no vuelva aquí”. Ella caminó hasta su auto, David no se dio por vencido, subió al otro lado del auto. Gloria le gritó. “¿Qué haces?”. David le suplicó. “Vuelve con los Estrada”
Luka lo llevó a la gran casa, Marina estaba en la puerta esperándolos, al ver como Luka cargaba a su hermano de los hombros, se cubrió la boca para no gemir de tristeza. Luka subió a David a su habitación, mientras él seguía repitiendo el nombre de Gloria entre sueños. Marina se sentó limpiando la cara de su hijo. Erick entró apretando el hombro de Luka pidiéndole que saliera, ellos se encargarían, Luka regresó a la casa donde vivía con Vicky, ella estaba dormida en el sofá, al parecer lo estaba esperando, se acercó y la movió bruscamente. Ella despertó y al abrir los ojos lo observó con una sonrisa. “Llegaste… ¿Tienes hambre?”. Luka negó quitándose el saco. “No, me iré a dormir”. Se fue directo a su dormitorio dejándola sola en la sala. Ella se quedó de pie mirando su espalda. Estaba muy cansada, había tomado el primer vuelo para volver a casa después de que terminara la boda, Gloria insistía en que se quedara, pero ella quería volver para estar con Luka. Pasaron algunos meses
Vicky le declaró sus deseos. “Yo… pensé que con el tiempo tu… “Yo que te amaría” Luka la interrumpió. “Estas equivocada Victoria, no me interesa en lo más mínimo el amor o una relación a largo plazo, todo eso me quita el tiempo… seguiremos como hasta ahora, como mi esposa me ayudarás a asistir a todas esas fiestas de familias adineradas y yo seguiré consiguiendo tratos con esos viejos anticuados llenos de ideas absurdas sobre los matrimonios y las familias felices. Vicky limpio sus lágrimas, se levantó del sillón, caminó a su habitación y lo dejó hablando solo. Ya en su habitación empezó a quitarse los aretes y se quitó el peinado mientras se miraba en el espejo. Estos meses fueron muy cansados, lo único que hacía era esperarlo todos los días a cenar, a veces ni llegaba y mucho menos le avisaba, ella estaba atenta a cuando Luka requería su presencia en cócteles o reuniones era la única interacción que tenían, al principio esperaba con ansias el día que les tocaba tener sexo, pero
Luka entró, encendió las luces, todo estaba en su lugar, caminó hasta las habitaciones, abrió la puerta de Vicky, no había nadie y el armario estaba casi vacío. Algo en él se sintió incómodo, no verla y no soportar sus arrumacos y ocurrencias como todos los días era extraño. Gloria, asistan algunos eventos con Adrián como pareja casada, había mucha gente renombrada de la capital, su abuelo hablaba con un hombre mientras ella tomaba una copa, llevaba un vestido negro pegado a su cuerpo con un gran escote en la espalda. “Eres Gloria ¿verdad?”. Ella giró al sentir que acariciaban su espalda. Observó al hombre de pie frente a ella, era muy alto de tez morena y llevaba un traje a la medida, él sonrió mostrando sus blancos dientes, tenía tatuajes que sobresalían en su cuello y manos. “¿Usted es?”. Ella preguntó con desconfianza. “Soy Federico Rojas”. Ella no quiso ser grosera y se limitó a presentarse cortante. “Gloria Espino”. El hombre mostró su dentadura perfecta. “Verte en televis
Un auto se detuvo en el restaurante, Keila observó alrededor y después giró con el hombre que la llevaba. “Gracias por traerme”. Se acercó para dejarle un beso en la mejilla, pero Fernando no se conformó con eso, la atrajo hacia él y la besó apasionadamente, Keila estaba en las nubes después de ese beso. Fernando sonrió cerca de su boca. “Llámame, vendré por ti”. Él acarició sus labios y la soltó. Keila salió del auto acomodándose la ropa y respirando profundo tranquilizando su corazón, entró al restaurante encontrándose con las chicas. “Hola”. Todas se abrazaron, Keila quedó asombrada por el vientre de Mar. “¿Cuánto tienes?”. Mar sonrió. “Me quedan poco menos de tres semanas”. Las cuatro conversaron de todo un poco como en los viejos tiempos, Gloria les dio su apoyo en lo que necesitaran aquí en la capital, Mar y Vicky agradecieron, Keila y Gloria se despidieron, Fernando ya las esperaba. Subieron a su coche y en el camino conversaron sobre algunas nuevas ideas para la operació
Luka se acercó amenazadoramente. “¿Por qué? No siempre querías estar encima de mi”. Vicky lo miró molesta y ofendida por sus palabras. Era cierto, ella siempre estaba tratando de besarlo o abrazarlo, pero Luka la rechazaba. “Se acabó”. Me di cuenta que no quiero ese tipo de vida contigo, deseo que me amen, deseo que me consientan, que cuiden de mi y que no solo me usen, fui terca al casarme contigo, lo sé, fue un error y he pagado por ello”. Luka era muy inteligente, pero esto de las relaciones no era su fuerte, pensó que el solo presentarse y tener sexo con Vicky la haría volver, pero estaba muy equivocado. Vicky abrió la puerta a sus anchas. “Será mejor que te vayas”. Ella quería que se fuera antes de que Mar volviera. Luka no estaba dispuesto a irse, Mar apareció en la puerta con las pizzas. “El repartidor trajo la comida, huele delicios…so”. Mar se quedó muda frente a su hermano, Vicky se cubrió la boca, Luka estaba mirando el gran vientre de Mar. “¿Estás embarazada?”. Mar