“¿David? ¡David!”. Roberta lo llamaba. David volvió de su trance. “¿Qué?”. Roberta rodó los ojos. “Te he estado llamando desde hace tiempo y no me contestas, ¿Qué estás pensando?”. David se levantó del sillón. “Nada”. Él tomó un vaso de whisky que tenía en la mano. “¿Cuándo te irás?”. Roberta que hacía su maleta le dijo. “Hoy, mi papá quiere que empiece con los preparativos del laboratorio”. David dejó el vaso en la mesa, pero nunca se despegó de la ventana, miraba la casa de Gloria. Roberta se acercó recargándose en su hombro. “¿Crees que volverá? Después de todo lo que dijiste”. David se alejó de ella y cabizbajo volvió a tomar la botella sirviéndose otro vaso. Roberta se acercó quitándole la botella. “Es suficiente., no has dejado de tomar desde la boda”. David tomó de un trago lo del vaso dejándolo en la mesa. Miraba a Roberta retándola. Ella se cruzó de brazos. “Tenemos un trato ¿No lo recuerdas? Ya hice mi parte, ahora tú has la tuya”. David se cubrió los ojos. “Lo sé
Lucas siguió comiendo como si no le importara, Mar se burló, pero al escuchar a Ismael decir. “Y sigues tú”. Ella abrió mucho los ojos diciendo. “¿Qué? ¿Por qué? ¿Lucas aún es muy joven”. Lucas dijo sin levantar la cabeza. "Si eso es lo que deseas, por mí está bien mamá”. Marina sonrió, Mar no podía creerlo, golpeó la mesa. “¿Estás de acuerdo con que te casen con una desconocida?”. Lucas miró a su hermana gemela. “La mujer que mamá escoja será perfecta para mí”. Él pensó un momento y miró a su madre. “Sabes que soy antipático y estoy ocupado con el trabajo, te pido que no sea una loca y nada de citas a ciegas, solo la boda”. Él tomó un sorbo de su sopa y dijo. “Solo avísame qué día es la boda, estaré ahí temprano”. Marina perdió su sonrisa poco a poco, con las protestas de Mar y la falta de importancia al matrimonio de su hijo sería difícil encontrar una mujer que aguante ese carácter frío. Por la noche Marina leía alguna información de candidatas, pero molesta dejó el teléfono,
Vicky no escuchaba mucho las palabras de su amiga, se había quedado intrigada con la noticia. Mar tomó el líquido de su bebida. “Además… John… está saliendo con una chica”. Vicky volvió a sus sentidos. “¿John? ¿El asistente de Luka?”. Solo ella conocía su amorío con el hombre, era un secreto muy bien guardado de Mar. Mar afirmó tristemente. “Teníamos la relación perfecta, pero empezó con esa idea de que conociera a su madre y querer hablar con mis padres sobre formalizar…” Llegó Keila a la mesa. “Hola chicas”. Vicky y Mar la saludaron, ella pidió una bebida y jugó con ella, Vicky le dijo. “¿Qué pasó con el guapo de Carvajal? ¿Siguen saliendo?”. Keila negó suspirando. “No, solo… salimos una vez… bueno si se le puede llamar cita, él no volvió a llamarme, creo que ni siquiera está en la ciudad”. Vicky le contó. “Yo lo encontré en el extranjero, Héctor me llevó a conocer algunas personas para lo de mi disco y Fernando estaba ahí… con una chica, se veían muy íntimos”. Keila levantó
Más tarde en la gran casa… Gloria terminaba de recoger sus cosas, Adrián la ayudaba, Marina la miraba tristemente. Gloria salió con la última maleta y se acercó a ella dándole un abrazó. “Gracias por todo lo que hicieron estos años por mí”. Gloria ya no estaba tan molesta, Marina había sido buena con ella desde niña y era como una madre, también conocía el temperamento de David, Marina respetaba mucho a su hijo. “Iré a ciudad Madrigal con mi abuelo”. Marina asintió. “Llámame de vez en cuando por favor, quiero saber que estás bien”. Gloria asintió, Adrián encendió el coche, Gloria se alejó de Marina encontrándose con David de pie cerca, ambas giraron para verlo. Gloria lo observó detenidamente por un momento, giró a ver a Marina diciéndole. “Adiós”. Marina asintió y miró a su hijo. Gloria caminó hacia David, los pasos de Gloria resonaban en sus oídos, Gloria no dejaba de mirarlo y David la observaba detenidamente, ella solo paso por su lado sin hablarle, no se despidió, ni lo reg
Ella le sonrió. “Espero en otra ocasión poder conversar”. Keila asintió y se alejó de ellos sin mirar a Fernando, estaba avergonzada, nunca se imaginó que fuera su hermana. Llegó a la mesa y Roberto se puso de pie. Keila ¿Estas Bien?”. Keila sonrió. “Si”. El presentó. “Ella es Mayra, mi esposa”. Keila sonrió dándole la mano a la mujer. “Hola, un gusto Keila”. Conversaron y comieron juntos, Keila miraba de vez en cuando a la mesa de Fernando, los hermanos no dejaban de mirarla y hablar. Roberto notó eso. “¿Los conoces?”. Keila asintió respirando hondo. “Si”. Ya en la salida Mayra y Roberto le dijeron. “Te llevamos a tu oficina”. Keila se negó. “Tomaré un taxi, no se preocupen, los veré en unos días” Roberto preguntó. “¿Segura?”. Keila les sonrió. “Si, vayan a conocer la ciudad, es un lugar muy bonito”. Mayra le dio un abrazó a Keila. “Gracias, te veré en unos días”. Keila los observó irse y caminó por la acera pensando en lo que sucedió hace unos minutos. Su hermana… nunc
David bajó del avión y tomó un coche directo a unos suburbios en la ciudad Madrigal, llegó hasta una pequeña casa, bajó del auto y una mujer ya lo esperaba. “Joven Estrada, bienvenido”. David saludó a la mujer. “Hola Margarita, ¿Dónde está?”. Ella sonrió. “En la sala, te está esperando”. David entró a la casa, la televisión estaba encendida y pasaban las noticias, en el sillón un hombre viejo estaba sentado. David se acercó. “Abuelo”. El hombre giró la cabeza y le sonrió a David. “Mira quien se aparece después de tanto tiempo”. El abuelo de David, Raúl Estrada estaba en libertad condicional hace algunos años, aunque el hombre hizo mucho daño a Marina y Erick, David tenía una extraña relación con él. En aquellos años empezó a visitarlo en la cárcel y con el tiempo lo ayudó a salir, el hombre ya era muy mayor y solo quería descansar, Erick por su parte no quería saber nada de él, solo David lo cuidaba. David se sentó en el sillón a un lado. “¿Cómo has estado?”. El hombre mayor
Vicky bajo su mirada al ver a sus padres decepcionados, pero todo estaba realizado y no podía echarse para atrás. “Nosotros estuvimos juntos”. Marina pedía una explicación, todos discutieron por un tiempo hasta que Luka les dijo a todos. “Nosotros lo resolveremos”. Aunque no estaban de acuerdo los dejaron solos. Vicky lloraba, ella solo quería estar con el hombre que amaba. “Luka…” El giro a verla. “¿Lo planeaste todo? ¿Mar te ayudó?”. Ella negó. “Yo… solo pasó…” Luka se burló. Tomó sus cosas y salió de la habitación dejando a Vicky sola. Ella se levantó y recogió sus cosas tenía que regresar a casa y enfrentar a sus padres, ellos ya la esperaban. Dinora miró a su hija diciendo. “Vicky… No debiste hacerlo”. Vicky se quedó en silencio. Alonso estaba furioso. “Esa obsesión tuya por Luka no te dejará nada bueno, mira hasta donde has llegado por él”. Vicky fue tajante. “Lo amo y haré cualquier cosa por estar con Luka”. Alonso miró a su hija detenidamente. “Será mejor que te vaya
Adrián quería dejar claro todo. “Cuando mi padre murió, mis primos quedaron con el negocio, yo solo me hice a un lado casándome con Rubí, tuve suerte, me dejaron en paz cuando notaron que no era una amenaza para ellos, tu abuelo tiene años arreglando la situación para zafarse de esto, pero… es difícil, se tiene que hacer poco a poco, los grupos enemigos están atentos a los movimientos del señor Arturo, debe ser cauteloso”. Adrián le explicó. “Es por eso también que quiero que nos casemos, si y tú eres mi esposa, dejaran de buscar la forma de quedarse con mi dinero, sabiendo que soy familiar de Espino no me volverán a molestar”. Después de que Adrián le contara como estaba toda la situación Gloria fue a descansar, pero no podía dormir, la vida de su abuelo era peligrosa y él ya estaba muy viejo. ………………………………………….. En la gran mansión, Vicky esperaba a Marina, al entrar en la sala la miró en silencio y le pidió que se sentara. Vicky estaba nerviosa. “Madrina, vine a hablar contigo s