El embarazo de Chloe avanza, y cada vez estamos más felices por qué el bebé o la bebé están en buen estado, Chloe tiene ocho meses, y está entrando casi a las 38 semanas, pero hemos decidido no saber el sexo del bebé, queremos que sea sorpresa, y enterarnos el día que nazca. Hemos decidido que si es niño se llamará Nathan, que significa "regalo de Dios", y eso fue para nosotros, nuestro bebé, un regalo que Dios envío en el momento en que creímos que perdimos las esperanzas. Y si es niña, se llamará Rachel, como mi madre. —Cariño, ¿a qué horas vendrás el día de hoy? —Me pregunta Chloe, mientras me acerca el saco para terminar de vestirme. —No lo sé, amor, intentaré llegar temprano, pero no te prometo nada, la verdad es que hoy tengo varias reuniones importantes, así que por favor no me esperes despierta. Rosa estará pendiente de ti, y Ava vendrá más tarde a visitarte, recuerda que debes descansar, pues la doctora dijo que podría nacer en cualquier momento. —Si, lo sé, por eso
POV CHLOE Damián se fue a trabajar, y he quedado algo aburrida, aunque ahora podré dormir plácidamente por un rato más, además me prometió que después de hoy se tomaría unas vacaciones, aunque sé que tiene mucho trabajo, quizás no hablaba en serio. —¿Señora le gustaría algo en especial para desayunar? —Me pregunta Rosa, quien aparece con una taza de leche caliente, la cual me ofrece, luego de despedir a Damián. —No, con esto está bien (tomo la taza), aún es temprano, prefiero dormir un rato. Y ya te he dicho que no me digas, señora, me haces sentir vieja, mejor llámame por mi nombre —Le digo, mientras intento caminar hasta la cama para tomar asiento, pues cuando demoro mucho tiempo de pie, la espalda me mata. —Lo siento, es que es el respeto que siento por usted, no me atrevería a llamarle por su nombre. —Me dice Rosa, avergonzada, mientras yo le doy un par de sorbos a la taza de leche. —Está bien, no discutiremos sobre lo mismo otra vez. Por cierto, te quiero pedir un fav
El teléfono cae de mis manos, y el sonido de como se estrella contra el piso y se rompe en mil pedazos alerta a todos los presentes, que preguntan preocupados si ha pasado algo. Sin pensarlo dos veces, reacciono y tomo mi celular, tengo varias llamadas de varios números, devuelvo la llamada del último número que me llamó, y me contesta la persona con la que hablaba hace un momento, me informa la dirección de la clínica en la que se encuentra mi esposa, y mientras voy por mi auto, me da la información de lo que ha pasado. Al parecer, un conductor de un auto particular perdió el control por un microsueño, lo que produjo un choque que hizo que el auto rodara y se estrellara con Chloe, que esperaba al extremo del cruce peatonal. El conductor murió al instante, y dejó a 5 personas más, heridas de gravedad, entre ellas Chloe. Conduzco como un completo loco, las calles parecen eternas, a medida que avanzo —Por favor, Dios, si estás allí arriba, escucha el día de hoy mi plegaria, que
Ava y Ethan, se encargaron de todo lo que tenía que ver con el entierro de Chloe, cosa que les agradeceré eternamente, por qué yo en este momento no tengo cabeza para nada. Mucha gente fue al entierro, y muchos de ellos se acercaron a darme el pésame, alumnos de Chloe, colegas, amigos nuestros, sin embargo, era lo que menos me importaba en ese momento, ni siquiera pude soportar darle el último adiós, pues colapse cuando bajaban el féretro. —¡Hey, amigo!, ¿estás bien? —Me pregunta Ethan, acompañado de Linda cuando ya estamos en la casa. —¿Te parece que estoy bien? —Le digo mientras me tiró en el sofá, aflojando mi corbata. —Lo siento, no debí preguntar eso, es una pregunta estúpida. —Iré a ver cómo está la bebé. —Dice Linda y se va. —Que sepas que puedes contar con nosotros para lo que sea. —Dice inesperadamente Ethan, y se sienta a mi lado, dándome una pequeña bolsa plástica. —¿Qué es eso? —Pregunto masajeando mi cien. —Me lo dio Ava, son las pertene
Sé que Ethan se refería al padre de Linda, cuando hablaba de que habían pasado por una situación similar, lo que no sabía es que él se sentía culpable por su muerte. Sin embargo, Ethan tenía razón en dos cosas. La primera, era que el dolor que sentía jamás se iría, y la segunda era que lo mínimo que podía hacer por Chloe, era cuidar de nuestra pequeña bebé, tal y como ella siempre quiso. ... Cuidar a mi bebé, se hizo una hermosa rutina, Contraté a más personal en la casa para que ayudaran a Rosa, y solo ella, y yo éramos los encargados de cuidar a la pequeña Chloe, a la empresa solo iba en las mañanas, y en las tardes me dedicaba por completo a mi bebé, quien con el paso del tiempo me reconocía, y se alegraba cada vez que me veía llegar del trabajo. Todos los domingos, sin falta, íbamos a visitar a su madre y a su abuela, y una vez al mes, viajamos a visitar a Ethan y a Linda, para que Chloe se relacionara con sus primos. Mi hermana Ava, lastimosamente se había debilitado mucho
Luego de meses viajando, de acumular recuerdos, ver crecer a mi hija, y sentir que en cada lugar que visitabamos, ahí estaba Chloe, decidí ir a mi último destino, Macaos, ese lugar donde tuve la oportunidad de conquistar nuevamente al único amor de mi vida, y dónde tomé la decisión, de desligarme del resto del mundo, incluso contra la voluntad de mis amigos y familia, pues después de viajar por casi un año entero, visitar más de 10 lugares distintos, y hacer las mismas cosas que explicaba Chloe en su diario, aún sentía ese vacío que no se iba, y que cada día que pasaba me consumía más y más, y por alguna razón el estar en constante contacto con las personas que querían a Chloe, me hacía sentir que ahondaba en la herida, así que tomé la drástica decisión de intentar hallar de cierta manera la sanación, la respuesta que necesitaba para ya no sentir que mi vida se tornaba en un círculo vicioso, que me consumía día con día, sin embargo algo en mí, pedía a gritos hacerlo solo, acompaña
De regreso a New York, apenas salgo del aeropuerto, le pido al chofer que antes de llevarme a casa, me lleve al cementerio, pues quiero visitar a mi esposa. Mi pequeña Chloe, duerme plácidamente sobre mí, incluso ronca un poco, lo que me indica que nada la despertará en un par de horas. Bajo del auto con ella en brazos, pues nunca me canso de cargarla, aunque cada día pesa más. Al llegar a la tumba de Chloe, veo que hay un lindo ramo de lirios morados, seguro fue Rosa, quien las llevó, pues antes de irme le encargué que no la descuidara en ningún momento. Por un largo rato me quedo de pie, frente a la lápida, sin decir nada, por qué yo mismo no sé qué decir. —La primera frase que pensaba dejar salir de mis labios, apenas viniera aquí era. "Te extrañé", pero al instante me arrepentí de decirla, por qué, no puedo extrañarte, ya que jamás has dejado de estar presente en mi mente y mis pensamientos. —Suelto un suspiro, y tomo una bocanada de aire, para seguir hablando. —Hace
Han pasado 6 meses desde que regresé a New York, y 3 desde que me mudé a Canadá, teniendo en cuenta eso, hace más de 2 años que no veo a mi hermana en persona, pues cuando regresé a los Estados Unidos, me enteré de que mi padre había arreglado un matrimonio para Ava, y que ante su negativa, quiso obligarla, pero ella se negó, y por eso prefirió huir, con la ayuda de Ethan a Canada para esperarme, pues a pesar de que Linda y Ethan le ofrecieron quedarse con ellos, ella no quería que mi padre se ensañara en su contra, al fin de cuentas ellos tienen varios negocios en los Estados Unidos, y mi padre además de tener poderosos aliados en la política, para bien o para mal, es un expresidente de los Estados Unidos de América, y es actualmente el gobernador de New York, así que su poder en Norteamérica y en en muchos países, es algo a considerar, incluso si eres una familia poderosa como los Optimus o los Winstor; Sin embargo por alguna razón no logro encontrar a Ava, ni siquiera Linda, y t