Taylor.

Haber dejado Nueva York desde hace dos horas, mi familia estaba realmente dividida, por un lado mi mamá dijo que podía mudarme cerca de ellos en Pensilvania pero los paparazzi sabían donde vivían ellos y su casa siempre estaba rodeados de ellos, no me siento segura de irme ahí porque ya habían intentado entrar dos veces para buscarme.

Y mi padre decía que aún si me mudaba al final del mundo el iba a visitarme de cualquier manera.

Soy una modelo, me gusta mi trabajo pero realmente es exhausto ver cómo todas estas personas te sigue e intentan tomar un mal ángulo de ti para así estar en escándalos todo el tiempo, era su trabajo pero siempre solían inventar lo que se les diera la gana.

Por eso había elegido Texas, me había sentido más cómoda aun más que en mi casa en Los Angeles, no había nadie al rededor mío y tampoco parecía importarles que yo fuera una modelo famosa.

Había tomado esta decisión cuando quisieron entrar a la casa de mis padres estando mis abuelos ahí, mis abuelos ya son personas de edad y no es bueno que estén metidos en este problema ya que hizo que mi abuelo tuviera un ataque de pánico, afortunadamente pude denunciar por intentar entrar en propiedad privada.

Prefería mantener a salvo a mis familiares, se que al meterme en este mundo mi privacidad quedaría expuesta pero nunca pensé que también la de mi familia, no lo digo tanto por mis padres, ellos son entrenadores reconocidos en el estado pero mis abuelos eran más desconocidos y eso me preocupaba.

No me distancié aunque me sigo sintiendo culpable, no habría pasado eso si yo no tuviera este trabajo, sigo hablando con ellos diaria e igual con mis papás, adoro demasiado a mi familia que decidí alejarme para que nadie los moleste.

Podía trabajar desde mi granja, podía hacer lo que quiera y aun si tengo que viajar no me importa demasiado, prefiero mil veces la comodidad de mi familia y la mía a tener que volver a arriesgarme a que suceda algo así de nuevo.

Salgo en portadas de revistas y mis fotos están en todo internet, no necesariamente tenía que salir a cada lugar para que me vean o ser social para ganar más contratos, con los que tenía ya me alcanza para vivir mi vida sin tener que mover un dedo.

Esta granja es la mejor inversión que he tenido, es la granja de mis sueños y me hace feliz que por fin podré tener la tranquilidad que he anhelado desde hace algunos años.

Muchas personas creen que soy maleducada y que soy grosera, me crearon una mala fama por enojarme de que entraran a la casa de mis padres, eso ya no me importa ya, nunca me importo lo que dijeran de mi pero ese fue mi límite.

Y lo dije en una entrevista, dije que no me gustaba que intentaran invadir la privacidad de mis seres queridos solo porque creían que yo estaba ahí, que realmente era grotesco que hablaran mal de mi por demandarlos.

Ahora eso estaba en el olvido cuando salí en la pasarela del fashion week de hace un año, mi caminata se había nombrado como la mejor y había tenido demasiadas, desde entonces todo lo demás había quedado en el olvido y si me molestaba un poco.

🧚‍♀️

Ya llegue, llame rápidamente a mis padres cuando aterricé, mamá sigue un poco triste porque no pudo convencerme de quedarme en Pensilvania pero le aseguré que estaría bien.

-Gracias por venir por mi, seguro estabas ocupado- le dije a mi chofer, el es la persona en la que más confío, tenía demasiado tiempo trabajando para mi-¿cómo está yendo todo?

Él había llegado antes que yo para inspeccionar que todo fuera bien, juré que después de esto le daría unas merecidas vacaciones porque su trabajo no es fácil además de que ya éramos casi mejores amigos, siempre estamos juntos y solemos bromear de todo.

-No tanto, todo quedó casi listo desde ayer, todas tus cosas quedaron a la perfección- le di instrucciones geniales de cómo quería todo o bueno tampoco soy demasiado exigente porque no soy muy buena eligiendo cosas.

-De cualquier manera gracias, es raro no estar rodeada de tanta gente- me baje del auto para así tomar mis maletas pero Héctor las tomo por mi

-Mañana habrá una fiesta local en el pueblo, ¿Quieres ir?- camine rápidamente para abrirle la puerta- Realmente necesitamos unos tragos para desestresarnos un poco.

-Creo que estaría bien, hace tiempo que no salgo a fiestas y mucho menos bebo sin estar rodeada de personas.

-Técnicamente si lo estarás.

-Sabes a lo que me refiero- me siento tan libre y tan feliz que parece que estoy soñando- ¿de que será la fiesta.

-No lo sé creo qué hay una cada fin de semana, realmente no preste mucha atención cuando fui a comprar algunas cosas.

-¿Te invitaron a salir? No voy a ser la tercera rueda- siempre suelo ser la tercera rueda porque mayormente no salgo y si salgo es porque el estaba insistiendo para que fuéramos.

-Esta vez no, estaba en un cartel pero no lo leí muy bien porque iba de prisa-

-le pudiste haber tomado una foto, ahora no se que vestir-

-Por Dios Tay, no vamos a ir a un fashion show- dijo burlándose- ademas, creo que con uno de esos pantalones que te gustan estaría bien.

-Eso si pero me falta la blusa, tendré que revolver toda mi ropa.

-¿Y si vamos a comprar ropa? Ahora que estaremos aquí quiero parecer un vaquero sexy- ya trae un sombrero puesto eso ya lo hace ver cómo un vaquero.

-Pero si traes un sombrero, no necesitas algo más- No era que tenía que vestirse formal, no le podría hacer eso y menos con el calor que hace- si te quitas la camisa seguro que si atraerás a muchos chicos.

Héctor es gay pero a simple vista creerías que es un hombre heterosexual, se ve demasiado masculino como para pensar que era uno, según supe es porque es parecido a su papá de joven

Cuando me dijo lo primero que le dije fue “¿es enserio?” Porque nunca pensé que fuera uno, creo que por eso congeniamos bien, ambos estamos en nuestros treintas y nos gusta bromear sobre nuestra soltería, más que alguien que trabaja para mi es mi mejor amigo, no podría dejarlo en California, el me alegra mis días.

-Algunas chicas del pueblo intentaron hablar conmigo ayer y les dije que era gay- es guapo y lo sabe pero siempre es un poco torpe al hablar- y como siempre no me creyeron, me dijeron que necesitaba usar otra excusa para alejarlas.

-Sabes, bien podríamos ambos ser modelos famosos, somos hermosos y tenemos todo para estar en revistas.

-Tu ya lo eres y no, no quiero ser modelo porque me da vergüenza.

-¿Pero porque? Podrías solo ser modelo de I*******m sin necesidad de caminar en una pasarela, eso hacía antes y me iba muy bien.

-No pero no me cambies el tema, ¿Crees que conozca a un chico guapo mañana?

-La verdad no lo sé pero no pierdo la esperanza de que así será- le guiño el ojo para darle ánimos, últimamente se sentía triste por no tener una pareja estable en su vida.

-No te dije pero el vecino de a lado nos vino a saludar ayer- es raro porque no se veía una casa cerca- le toma quince minutos estar aquí, su hacienda se llama Silver.

-Es un bonito nombre, su hacienda debe ser grande para que le tome quince minutos llegar aquí.

-El es hermoso Tay parece se hijo de los mismos Dioses, es alto y de ojos azules, su cabello negro lo hace lucir realmente guapo.

-¿Te dijo su nombre?

-Si, se llama Henry O’Connor