Después de esa noche extraordinaria que pasó entre los brazos de Derek, Liesel comenzó con los preparativos para la boda. No iban a esperar más tiempo para unir sus vidas. Aún faltaban casi seis meses para la fecha que había elegido para su matrimonio, eso le daba tiempo a su padre, Eliot Dunham, para recuperarse también, porqué nada le gustaría más que ser entregada por él ese día.Ella no necesitaba una fiesta muy grande, pero dados los compromisos sociales de sus padres y de los Von Steiger, tampoco podría realizar un enlace meramente familiar, así se lo hizo saber su padre cuando habló con él al respecto.Eliot Dunham se encontraba recostado en el sillón de descanso que se había colocado en su recámara. Acababa de terminar una sesión de ejercicios que lo ayudaría con su movilidad después de tantos meses postra en la cama.—Liesel, no se puede hacer eso. Nuestra familia es importante igual que los Von Steiger, los medios esperan el enlace de uno de los solteros más codiciados de la
La noticia fue como si le cayera un balde de agua fría sobre ella, de todas las atrocidades nunca imaginó, quería dañar a los monstruos que le hicieron eso a su amiga.Sin poder evitarlo Tatiana comenzó a llorar junto con Liesel, ella era mujer y entendía el dolor por el que estaba pasando, le dolía el corazón de solo mirarla y Derek, lo que debió sufrir al enterarse. No le preguntaría a Liesel por él, ella iba a buscarlo personalmente. Por un rato estuvieron llorando en silencio, no había palabras de consuelo para lo que le había sucedido, así que no dijo nada, solo se levantó de la mesa y se sentó a su lado para abrazarla. Liesel le devolvió el abrazo y ese consuelo era lo que necesitaba su alma para tener un poco de paz. Su amiga no había dicho nada y aún así ella sabía que lo daría todo porque está situación fuera solo producto de una retorcida imaginación.Después de un rato de estar así, Liesel se sintió con el ánimo suficiente para hablar sobre el tema por el cual había llamad
Cuando llegó la mañana Derek tuvo que marcharse, Natasha le mandó un mensaje urgente donde le informaba que las manadas de cambiantes no depredadores, querían desistir de firmar el convenio con las manadas combinadas depredadores.Derek se estaba cansando de esta indecisión, hablaría con ellos y sería la última vez. Si querían irse, adelante no pensaba detenerlos, pero que después no volviera a su puerta siendo auxilio.Sigilosamente se zafó de los brazos de Liesel que no lo soltaron durante toda la noche. Salió de su cama y de la habitación de la misma forma en la que había llegado. Ya hablaría con ella más tarde.Liesel despertó más descansada, había pasado una noche muy extraña. Primero había tenido pesadillas donde estaba de nuevo con la Hermandad, la obligaban a hacer aquello para lo que la habían creado y después la pesadilla empeoró, cuando tuvo a su bebé entre sus brazos para luego perderlo. Ella recordaba el dolor que había sentido como si fuera real, pero después... Derek ha
El aire gélido azotaba las calles de la ciudad, y una neblina espesa las hacía parecer tenebrosas, aún no estaban en invierno, pero el frío podía llegar a calarte los huesos. Había dejado su moto estacionada cerca de la entrada del gimnasio, antes de entrar para hablar con ella.Jacob no había querido tener que buscar a Natasha Reber, no había querido tener que verla por qué esa mujer lo exasperaba de tal manera que hasta él se odiaba por caer en ese juego. Aún no cruzaba una sola palabra con la rubia de ojos verdes y cuerpo de diosa, y ya se sentía inquieto.La busco con la mirada, pero no logro encontrarla, le pareció raro, ya que Natasha no es de las mujeres que suelen pasar desapercibidas, así que debía estar en los vestidores, pero no estaba ahí, unas chicas que iban saliendo le dijeron que ellas eran las últimas. Jacob decidió preguntar en la recepción, tenía que pasar por ahí. Efectivamente le informaron que acababa de irse. —Se hace menos de cinco minutos, tal vez aún la alca
George se ocupó de atender a Natasha, por lo menos en la parte física. Hizo todo para que ella estuviera cómoda y que sintiera el menor dolor posible, pero las heridas causadas en su alma, esas tardarían más en sanar, y ahí él no podía hacer nada.Antes de partir, George dejó indicaciones para el cuidado de la chica.—Esta es la lista de medicamentos, pero sobre todo mucho reposo —le dijo a Jacob.—No se preocupe, yo cuidaré de ella.—Si mañana está en condiciones de moverse, llévala a mi consultorio para revisar el ojo y la fractura de costillas y pómulo. —Así lo haré doc. Gracias por tomarse la molestia de venir.—Lo hago con gustó muchacho.George se retiró dejando a Jacob solo en la habitación con la mujer que hasta hacía unas horas lograba alterarlo y poner su mundo de cabeza.Jake se sentó al lado de la cama y le tomó la mano entre las suyas, incluso así en ese estado la fuerza y la personalidad que Natasha Reber emanaba no se había aminorado. Él no podía negar que era hermosa
Jacob y Natasha llegaron a la consulta de George, después de que este le revisara el ojo y las costillas que eran los golpes que más le preocupaban, les informo que todo estaba progresando bastante bien.—Entonces ya puedo irme a mi casa. —Estaba ansiosa por salir fuera de la vista del gato.—¿Vives sola?—Sí, hay algún problema con eso —Natasha se tocó las costillas, aún le dolía. Esos malditos le habían dado una paliza, pero ya se iba a encargar ella de ese trío. Paró el pensamiento, no quería ir por ahí y menos frente a un par de desconocidos.—No me parece buena idea que estés sola. Sigues muy lastimada.—No es la primera paliza que me dan. Se lo aseguro que no me va a…—Se quedará conmigo doctor, —interrumpió Jacob —no se preocupe, yo me encargaré de ella.Natasha se giró hacia él, lanzándole otra de sus miradas asesinas, pero él la ignoró.—Como te atreves, no me voy a…—Te quedarás en mi casa y se acabó, no puedes ni debes estar sola. —Volvió a interrumpir nuevamente.—Él tiene
Liesel no podía esperar a su amiga, la charla con Raoul la dejó muy ansiosa, así que le llamó para cancelar la cita, pagó la cuenta y se fue de inmediato. Lo único que quería era estar en la seguridad de su habitación y ver a Derek, pero él se encontraba lejos de ella. Sufrió en silencio por la separación.«Al diablo la fiesta, vayamos simplemente al juzgado y listo» se dijo a sí misma.Cuando subió al coche quería gritar por los recuerdos que vinieron a su mente, porque tenía que haber visto de nuevo a ese hombre, porque tuvo que toparse con él. «Para que la había buscado, con qué sentido», La cabeza iba a explotar del dolor que la estaba martillando, era como si su cuerpo tuviera la necesidad de sacar esa energía acumulada, pero ¿Cómo?Entonces se dio cuenta, pero no podía hacerlo en plena calle, debía estar en un lugar seguro, hacerlo en la comodidad de su casa.Manejó a toda velocidad y no paró hasta encontrarse a solas en su habitación, cerró la puerta con llave y tomó una lámp
Liesel estaba a punto de bajar para encontrarse con Derek, pensaba echarle bronca por irse sin despertarla, pero de pronto vio el sobre que le había entregado Raoul el día que se encontró con él en el restaurante. Lo tomó con toda la intención de echarlo a la basura, pero no pudo, le intrigaba lo que pudiera contener ese sobre, pero a la vez le daba miedo abrirlo y conocer su contenido. Así que decidió guardarlo en un cajón y dejarlo para después cuando decidiera lo que haría con él.Derek la esperaba en la sala, estaba más guapo que nunca, los trajes hechos a la medida le sentaban más que bien, pero ese look de hoy, de aspecto relajado, como si fuera un hombre común lo hacía verse como Derek siendo el animal salvaje que moraba en su interior. Llevaba unos jeans oscuros y una playera manga larga y encima una gabardina corta en color negro también, se veía definitivamente muy masculino y extremadamente peligroso. El cabello le había crecido un poco más de lo habitual y se moría por hun