CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 117; Platos rotos —CLAUDIA—La mayoría de las personas dicen que los hombres no lloran y, en realidad, es una tontería que la sociedad nos ha hecho creer para asumir que el hombre es el sexo más fuerte y la mujer el sexo más débil. Y sí, es difícil que un hombre llore, y cuando lo hace es porque realmente su alma está lastimada, es porque ya no le ven una salida al dolor y a la frustración que tienen dentro de sí mismos. Es porque se han dado cuenta de que quebrarse también hace parte de ser humanos.Quizás por eso entiendo a Harrison ahora que lo veo tan mal, no es fácil enterarse y aceptar que su papá es el culpable de que su mamá no esté. Durante años vivió engañado pensando algo que le hicieron creer para cubrir una cruel mentira. Una mentira cargada de dolor, rabia, enojo, y muchas ganas de destruir. Decidimos venir a la tumba de su mamá, nos tocó viajar. Harrison tenía la necesidad de venir y no quise dejarlo solo al verlo tan derrotado y
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 118; Ignorante —HARRISON—Entre mi dolor y mi frustración dejé pasar los días y no había venido a firmar la denuncia de mi padre, pero hoy era necesario, no podía dejar que los días siguieran pasando. No puede quedar sin castigo.—Buenos días, señor —aparece el comisario que es el encargado de todo el papeleo—. ¿Viene por la denuncia en contra de su padre?—Sí.—Me encantaría poder ayudarlo, pero no será posible lo de la denuncia. Lo siento.—¿Por qué no? —No hay pruebas de que el señor Manuel Betancourt haya sido el asesino de su esposa, los resultados realizados por el hospital al que la llevaron arrojaron que fue una muerte natural, no hay signos de envenenamiento.—¿Cómo que falta de pruebas? Pueden examinar al cuerpo de mi madre, ahí están las pruebas que necesita.—Era nuestra idea, solicitamos el permiso y nos lo negaron. No se puede hacer nada.—¿Me está diciendo que la muerte de mi madre quedará impune? —le doy un golpe a su escritorio—
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 119; Audaz—Especial Julio——Flashback—Escucho mi celular sonar y lo agarro antes de que la llamada se pierda. Es Harrison. —Julio, necesito que llames al abogado y le digas que ponga en proceso la firma para que entre un nuevo socio a la empresa.—¿Cómo que un socio nuevo? ¿Quién es? —no oculto mi desagrado. No quiero a nadie más imponiendo sus órdenes.—Samuel Betancourt.—A tu papá, ¿estás loco? —me altero.—Haz lo que te pido.—¿Qué está pasando? —le dejo saber que estoy preocupado.—Después te explico, por ahora haz lo que te pedí.Me cuelga antes de que le pueda reprochar su decisión. Miro a Maya con el vaso de agua entre las manos y su cara roja de tanto llorar, al lado de ella el celular roto de Claudia. Encontró el celular hace unos minutos y se alteró, solo decía que algo le había pasado a Claudia, traté de convencerla de que todo estaba bien, pero ahora no cabe duda de que tiene razón. —Samuel tiene a Claudia —las palabras salen ante
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 120; Hombre misterioso—HARRISON—Para nadie es un secreto que mis discusiones con Samir son eternas, sin embargo, hacemos un buen equipo para tomar como dos locos que quieren acabar con su hígado. Y cabe decir que Julio no se queda atrás para seguirnos la corriente. En el camino Samir nos convenció de venir a Cupido, un bar que brinda todo tipo de bebidas y otros servicios. «Sí, justo lo que están pensando». Es un lugar bastante peculiar, pero no me quejo del ambiente. —Alguno de ustedes que me explique por qué las mujeres se enojan tanto —Julio recuesta su cabeza en el mueble y se toma un trago—. Nunca las voy a entender. —Porque no les das duro contra el muro y parejo contra el espejo —bromea Samir y nos reímos.—Eres un asco dando consejos y ánimos. Y las chicas se enojan porque simplemente quieren atención, aunque no lo digan ellas esperan que los hombres lo hagamos. Las chicas se vuelven unas niñas cuando sienten que están con la persona
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 121; NIGT—CLAUDIA—Miro la hora en mi reloj, mis uñas golpean el cristal de la ventana haciendo un molesto sonido. Son las tres de la tarde y desde ayer no he sabido nada de Harrison, me dijo que iría a un bar con Samir y Julio, y ninguno me responde el celular. Siento que no es normal.Harrison no suele perderse tanto tiempo, y si lo hace me manda mensajes para que sepa que estará ocupado. Estoy preocupada, y espero que no le haya pasado nada a ninguno de los tres. Escucho el timbre sonar y segundos después aparecen en mi campo de visión Maya y Rayza.—¿No sabes nada de Harrison, verdad? —inquiere Maya. Niego con mi cabeza—. Mira esto —pone su celular frente a mí. Es un video de Samir, Julio y Harrison en una pelea con otros tipos que no conozco. Hay otro chico que los está defendiendo, pero su rostro no se ve tan claro. —Formaron una pelea en el bar que estaban con otros hombres y están detenidos desde la madrugada —Rayza se pasea de un lado
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 122; Celda —CLAUDIA—La gente suele decir que cuando la fiesta está muy buena nadie quiere irse a casa y lo estoy comprobando, hemos pasado una de las mejores noches bailando, tomando, riéndonos y disfrutando de ser nosotras. Por una noche quise olvidarme de todo lo que me atormenta y definitivamente ha valido la pena. Andrés no ha dejado de verme toda la noche y de molestarme y yo simplemente le he dado la vuelta, no lo quiero cerca, una cosa es que haya venido a disfrutar con las chicas y otra muy distinta que me quede con él sabiendo que Harrison está detenido, aunque sí lo merece por pendejo. Para ser sinceras, no nos cabe una gota de alcohol más en nuestro sistema, sin embargo, seguimos tomando como si el mundo se fuera a acabar. No es un secreto que las tres somos bastante bonitas, y sí que le hemos sacado ventaja a eso; tomar gratis es un beneficio. —Les apuesto que no son capaces de meterse a la piscina con el frío que hace —reto a la
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 123; Deseo—CLAUDIA—Sí fue una competencia por saber quién salía primero de los separos, y todo porque queríamos molestar y reírnos. ¿Y saben qué pasó? Nos dejaron otra noche más por estar discutiendo, los policías estaban cansados de escuchar nuestros gritos. Nos comportamos como unos adolescentes inmaduros. —¿Si saben que no son unos niños pequeños a los que hay que cuidar? —las manos en la cintura de Nery nos indica que está molesta. Ha sido ella la que pagó la fianza de todos para que nos dejaran salir—. No entiendo cómo se les ocurre salir y buscar pelea. ¡Por Dios, son adultos!—Corrección; ellos nos la buscaron a nosotros, y nos defendimos —nos defiende Andrés—. De lo contrario no hubiéramos pasado metidos en ese lugar tan horroroso. —Ay, cuidado se te parte una uña —Samir le hace mala cara. Se nota que no lo soporta—. Todavía no se nos olvida que te aprovechaste de que estamos encerrados para salir con nuestras chicas. Eso es de hombr
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 124; Rezas o pecas —HARRISON—Claudia pone la tasa de palomitas en la mesa y se va por la gaseosa. Hemos quedado de ver una película y de pasar el día juntos.—¡No te las comas! —escucho su grito y saco la mano. Parece que tuviera ojos en la espalda.Regresa a los segundos y se tira en el mueble, está en pijama, igual que yo. Comodidad total. Ponemos la película y nos quedamos en silencio viéndola, o bueno, en silencio yo porque Claudia no deja de discutir con el televisor, y lo peor es que los personajes no saben que ella existe, de igual manera se ve adorable. Hablamos de lo que pasó en la discoteca y no podíamos con la risa contándonos todo. Me gusta que podamos hablar de cualquier tema, que podamos ser nosotros mismos. Hablamos tanto que luego quedamos de pasar el día juntos, queremos aprovechar cada minuto que pase. —¡Te dije que no quedaban juntos! —se queja, cruzándose de brazos. Ha visto muchas veces la película y siempre tiene la misma