CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 120; Hombre misterioso—HARRISON—Para nadie es un secreto que mis discusiones con Samir son eternas, sin embargo, hacemos un buen equipo para tomar como dos locos que quieren acabar con su hígado. Y cabe decir que Julio no se queda atrás para seguirnos la corriente. En el camino Samir nos convenció de venir a Cupido, un bar que brinda todo tipo de bebidas y otros servicios. «Sí, justo lo que están pensando». Es un lugar bastante peculiar, pero no me quejo del ambiente. —Alguno de ustedes que me explique por qué las mujeres se enojan tanto —Julio recuesta su cabeza en el mueble y se toma un trago—. Nunca las voy a entender. —Porque no les das duro contra el muro y parejo contra el espejo —bromea Samir y nos reímos.—Eres un asco dando consejos y ánimos. Y las chicas se enojan porque simplemente quieren atención, aunque no lo digan ellas esperan que los hombres lo hagamos. Las chicas se vuelven unas niñas cuando sienten que están con la persona
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 121; NIGT—CLAUDIA—Miro la hora en mi reloj, mis uñas golpean el cristal de la ventana haciendo un molesto sonido. Son las tres de la tarde y desde ayer no he sabido nada de Harrison, me dijo que iría a un bar con Samir y Julio, y ninguno me responde el celular. Siento que no es normal.Harrison no suele perderse tanto tiempo, y si lo hace me manda mensajes para que sepa que estará ocupado. Estoy preocupada, y espero que no le haya pasado nada a ninguno de los tres. Escucho el timbre sonar y segundos después aparecen en mi campo de visión Maya y Rayza.—¿No sabes nada de Harrison, verdad? —inquiere Maya. Niego con mi cabeza—. Mira esto —pone su celular frente a mí. Es un video de Samir, Julio y Harrison en una pelea con otros tipos que no conozco. Hay otro chico que los está defendiendo, pero su rostro no se ve tan claro. —Formaron una pelea en el bar que estaban con otros hombres y están detenidos desde la madrugada —Rayza se pasea de un lado
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 122; Celda —CLAUDIA—La gente suele decir que cuando la fiesta está muy buena nadie quiere irse a casa y lo estoy comprobando, hemos pasado una de las mejores noches bailando, tomando, riéndonos y disfrutando de ser nosotras. Por una noche quise olvidarme de todo lo que me atormenta y definitivamente ha valido la pena. Andrés no ha dejado de verme toda la noche y de molestarme y yo simplemente le he dado la vuelta, no lo quiero cerca, una cosa es que haya venido a disfrutar con las chicas y otra muy distinta que me quede con él sabiendo que Harrison está detenido, aunque sí lo merece por pendejo. Para ser sinceras, no nos cabe una gota de alcohol más en nuestro sistema, sin embargo, seguimos tomando como si el mundo se fuera a acabar. No es un secreto que las tres somos bastante bonitas, y sí que le hemos sacado ventaja a eso; tomar gratis es un beneficio. —Les apuesto que no son capaces de meterse a la piscina con el frío que hace —reto a la
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 123; Deseo—CLAUDIA—Sí fue una competencia por saber quién salía primero de los separos, y todo porque queríamos molestar y reírnos. ¿Y saben qué pasó? Nos dejaron otra noche más por estar discutiendo, los policías estaban cansados de escuchar nuestros gritos. Nos comportamos como unos adolescentes inmaduros. —¿Si saben que no son unos niños pequeños a los que hay que cuidar? —las manos en la cintura de Nery nos indica que está molesta. Ha sido ella la que pagó la fianza de todos para que nos dejaran salir—. No entiendo cómo se les ocurre salir y buscar pelea. ¡Por Dios, son adultos!—Corrección; ellos nos la buscaron a nosotros, y nos defendimos —nos defiende Andrés—. De lo contrario no hubiéramos pasado metidos en ese lugar tan horroroso. —Ay, cuidado se te parte una uña —Samir le hace mala cara. Se nota que no lo soporta—. Todavía no se nos olvida que te aprovechaste de que estamos encerrados para salir con nuestras chicas. Eso es de hombr
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 124; Rezas o pecas —HARRISON—Claudia pone la tasa de palomitas en la mesa y se va por la gaseosa. Hemos quedado de ver una película y de pasar el día juntos.—¡No te las comas! —escucho su grito y saco la mano. Parece que tuviera ojos en la espalda.Regresa a los segundos y se tira en el mueble, está en pijama, igual que yo. Comodidad total. Ponemos la película y nos quedamos en silencio viéndola, o bueno, en silencio yo porque Claudia no deja de discutir con el televisor, y lo peor es que los personajes no saben que ella existe, de igual manera se ve adorable. Hablamos de lo que pasó en la discoteca y no podíamos con la risa contándonos todo. Me gusta que podamos hablar de cualquier tema, que podamos ser nosotros mismos. Hablamos tanto que luego quedamos de pasar el día juntos, queremos aprovechar cada minuto que pase. —¡Te dije que no quedaban juntos! —se queja, cruzándose de brazos. Ha visto muchas veces la película y siempre tiene la misma
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 125; Lo sabías—Narrador omnisciente—Los secretos son un arma mortal que son capaces de destruir a la persona más fuerte y volver fuerte a la persona más débil. A todos nos gustan los secretos, pero ¿qué hay cuando se descubren y siempre deberían quedarse siendo lo que eran? Puede que la vida de muchos se vea estropeada, y más de uno puede salir lastimado.Ningún secreto puede durar para toda la vida, las personas suelen ser máquinas para repetir todo lo que en algún momento pasó, y aunque a veces la intención no es lastimar, lastiman de la manera más dolorosa. «Todos somos nuestro peor enemigo en algún instante, y no hay nada peor que eso».Nadie te enseña a ser fuerte en un mundo que te obliga a serlo, solo te empujan como una presa para los leones. Te dejan que aprendas lo que es la vida, para que entiendas que hay muchos con quién estar, pero pocos con quién ser, que tenemos un montón de complejos que debemos dejar atrás porque nadie con dos
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 126; ¿Quién eres?—CLAUDIA—Mi padre me mira sorprendido, pasa la mirada a mi madre que se encuentra igual que yo, y eso solo quiere decir una cosa; ella tampoco lo sabía.—Sabías lo de Kay y no te cansabas de hacerme sentir culpable cada maldito segundo que pasé viviendo contigo —mis dientes están tan apretados que puedo sentirlos—. Cada día me recordabas el accidente y sabías que era una mentira. Te quedaste callado sin importar que yo estaba sufriendo.—Él miente, yo no sabía lo que te harían, eres mi hija.—Claro que lo sabías, te lo conté todo —habla el papá de Kay con una sonrisa que se le borra en cuanto mi mamá se le acerca y le da una cachetada que lo hace gemir de dolor.—Nunca más voy a permitir que lastimen a mi hija, los dos son unos enfermos que disfrutan del dolor ajeno.—Mujer, te juro que no tenía idea de lo que harían —mi padre me mira—. No lo sabía, no hubiera permitido que te hicieran daño.—Sí lo hubieras permitido y me lo est
CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 127; No fui yo—CLAUDIA—Han pasado unas semanas, y han sido un poco caóticas, ya empecé a trabajar, y aunque a veces siento que no puedo con todo Harrison me ha ayudado. Él también quiere que aprenda. Todavía no le he dicho que si todo sigue como hasta ahora en menos de dos meses me iré a trabajar a otra ciudad. Estoy enamorada de Harrison, y me encantaría quedarme toda la vida a su lado, pero él ya tiene una posición dentro de los negocios, y yo quiero empezar creando lo mismo, quiero que la gente me conozca por mis grandes proyectos, quiero construir una vida sin ayuda de nadie. He madurado en los últimos meses que pasaron, y siento que quiero crear mi propio camino. No es miedo a quedarme con él, es que también quiero demostrarme que puedo sola, que no necesito que nadie me ayude por ser mujer. Sé que tengo que hablar con Harrison cuando acabe el contrato, no quiero que terminemos mal porque se convirtió en lo que siempre quise tener, pero e