¿RECUERDA A QUIEN PERTENECES? ―¿Qué… qué vas a hacer? ¿Por qué te estás desnudando? ―A ella no le gustó la mirada en los ojos de Cassian. Y menos la respuesta inmediata de su loba al haber dicho su nombre con tanta posesividad. ―Abre la puerta, quiero volver a mi habitación. Aylin caminó sobre la cama y quiso ir en dirección a la puerta, no obstante, su marido no pensaba permitírselo. ―No tan rápido, Aylin ―dijo su nombre con una extraña suavidad ―Aún no he terminado contigo. ―¡Pero yo sí! ―comenzó a forcejear con él, sin saber que esto lo hacía más excitante. Como todo buen lobo, Cassian tenía un particular gusto por la caza y más si la presa, era una hembra de piernas largas y cuerpo hecho para pecar. La apretó con más fuerza y bajó los labios hasta su oído y susurro. ―Eres irresistible cuando estás enojada conmigo. Su contacto y sus palabras enviaron ondas de placer al cuerpo de Aylin, haciendo que fuera casi imposible mojarse. «¡Desgraciado!» ―¡Vete al diablo, Cassian! ¡Su
TRAICIÓN Logan se encontraba en una habitación oscura y lúgubre junto a su grupo de aliados. Mucho antes de la muerte de su padre, pensamientos oscuros y peligrosos comenzaron a apoderarse de él. No estaba de acuerdo con la forma de su padre de dirigir la manada, lo consideraba débil y demasiado benevolente. Los lobos eran una raza poderosa y capaces de conseguir mucho más. Es por eso, que puso en marcha su plan y para esto necesitaba aliados igual de poderosos que ellos. Al principio comenzó a reunir varios lobos de la manada prometiéndoles poder y un lugar privilegiado a su lado. Al principio estos estaban escépticos, pero cuando su padre anunció que los omegas fueran tratados con respecto e igualdad dentro de la manada, eso causó demasiada insatisfacción en muchos miembros. En línea general, los omegas eran el escalafón más bajo de su linaje, débiles o presas fáciles para el resto. Después de eso, varios lobos accedieron a unirse a él y dijeron que Alaric no era un buen líder y q
NO LLEVA TU MARCA. Habían pasado tres días desde la pelea entre Cassian y Aylin, el alfa salía todas las mañanas antes de que saliera el sol y volvía a casa, casi al anochecer. Las pocas veces que habían estado en una misma habitación, no se dirigían la palabra. En opinión de Aylin, su matrimonio era horrible. La única luz brillante al final del túnel era su padre, quien, según las sanadoras, se recuperaba poco a poco, sin embargo, no aún, no estaba consciente. ―Huele delicioso ―una voz demasiado conocida para Aylin, la sacó de sus pensamientos. ―¿Son galletas de avena? Lyall, entró en la cocina con una sonrisa soñadora. A pesar de la advertencia de Cassian de mantenerse alejado, no lo hizo. ―Sí. ―Aylin sonrió y le dio una ―Es la receta de mamá, ¿recuerdas cuando las preparaba para nosotros? ―pregunto con voz ahogada. Aún le costaba aceptar la pérdida de su madre. ―Aylin… ―Lyall se acercó tratando de consolarla ―¿Por qué te condenaste a esto? ¿No hubiera sido más fácil volver con
TEMOR A PERDERLA. ―Alfa, revisamos las fronteras, pero todavía no tenemos noticias de Adam. ―dijo uno de los miembros de la junta directiva de Cassian. ―Sin embargo… Los lobos continuaron hablando, pero la mente de Cassian estaba en otra parte, en ella. «Esa mujer será mi muerte. Sé que ayer reaccioné exageradamente, pero ella no tiene idea de con que estoy lidiando. Estoy en una batalla conmigo mismo, tratando de evitar que la inmovilice en la superficie más cercana y la folle hasta saciar mis ansias. ¿Y qué hace ella? En el primer descuido está cerca y dejándose tocar de ese imbécil.» Los lobos miraron a Cassian preocupados, al parecer su líder no les estaba prestando atención. Dudaron un poco antes de preguntar. ―Señor… ¿Se encuentra bien? ―¿Ah? ¿Qué? ―No escucho nada de lo que dijimos, ¿verdad? ―Sí, sí. No hay rastro de Adam ―Cassian dijo apresurado ―Igual sigan buscando, no debe estar muy lejos y si no está cerca de nuestros territorios, entonces fue junto a los McConnal
PARA LA ETERNIDAD. Cassian entró en la mansión y se sorprendió cuando vio que no solo estaba Leila, también estaban algunas sanadoras y por supuesto Lorcan. ―Te dije que trajeras a Leila. ―Lo hice, pero cuando se enteraron de que la luna de la manada estaba herida, todas quisieron venir, es una buena señal, ¿no crees? ―pregunto con voz divertida. Cassian abrió su conexión y la preocupación de esas mujeres por Aylin, lo golpeó con fuerza. De hecho, estaban muy felices de tener a Aylin. Rápidamente, les aseguro de que ella estaría bien y les pidió que regresaran a sus lugares. Las mujeres asintieron y volvieron a su casa. ―Llévala al sofá ―dijo Leila mientras se acercaba con los medicamentos. Sin embargo, Cassian la ignoró y subió las escaleras y llevó a Aylin a su habitación por segunda vez. Leila y Lorcan se miraron confundidos y Aylin frunció el ceño cuando vio que iban en dirección contraria. ―No es por aquí. ―Lo sé, pero la mía es más cómoda. ―¿Vas a cuidarme personalmente
ADIVINAR TUS PENSAMIENTOS. «¿Qué huele tan bien?» pensó Aylin entrando a la cocina. Lo que no esperaba ver, era a su sexi marido, sin camisa de pie en la cocina, preparando algo que huele demasiado bien. Aunque sinceramente él, le resultaba más apetecible. «¿La espalda de alguien debería ser tan sexi?» La forma en que los músculos se contraen a medida que b**e con energía, lo que sea que esté preparado, hizo que el centro de Aylin palpitara. Se quedó de pie en el marco de la puerta y se tomó el tiempo para detallarlo, sus jeans oscuros caen sobre sus caderas y ella pudo ver los hoyuelos en la parte superior de sus coxis. Por un momento, se imaginó pasando su lengua desde su cuello hasta el final de su columna vertebral. ―Tus pensamientos son muy traviesos esta mañana. ―su voz, la sacó de sus fantasías y su cara se volvió peor que un tomate. «Maldición. ¿De verdad puede saber lo que pienso?» Aylin cerró los ojos llena de vergüenza. ―Creí que ese día había sido una especie de casua
UNA TREGUA Ser amigos le estaba resultando más difícil de lo que pensaba. Después de ese día, Aylin y Cassian hicieron una especie de tregua. Y, a decir verdad, ya el alfa estaba cansando de esa m****a de tener que estar a la defensiva, era bastante malo tener que vivir en la misma casa con ella y estar rodeado de su aroma. Esa mañana, cuando entró a la cocina, su olor lo golpeó como una pelota de béisbol. Su polla se endureció tan rápido que le rogó a la diosa que Aylin no mirara hacia abajo. Pero se complació cuando supo que al menos no estaba sufriendo solo. «¡Demonios! Si Lorcan no hubiera llegado, me la hubiera follado allí mismo.» Cassian caminó hacia la ventana y miró a su gente. Y para colmo de males, cuando sus pensamientos entraron en su cabeza, casi pierde la poca de razón que le queda. Aylin le resultaba demasiado tentadora para él. Tentadora e importante. Porque cuando vio que estaba lastimada nuevamente, algo dentro de él se encendió, algo llamado miedo lo envolvió y
UN PASEO EN EL BOSQUE. Casi media hora después, bajaron del todoterreno y lo aparcaron junto a los demás vehículos de la manada. Pocas veces Cassian se aleja de los terrenos de la manada, pero cuando lo hace, cuentan con una flota de jeeps que los llevan a donde necesitan ir. Aylin abre la puerta trasera para Niko, quien salta y comienza a correr por el lugar. ―Le gusta ―dijo mientras lo veía correr. Cassian la miró fijamente, observando su rostro feliz y la manera en cómo sus ojos brillaban. De repente comenzó a prestarle más atención de la debida. ―Sí, es un buen cachorro ―dijo con diversión ―Vamos, déjalo jugar un rato. El alfa tomó su mano en la del en un reflejo condicionado, Aylin no pudo evitar sorprenderse por su gesto. Cassian se giró un poco y miro sus manos, alzó sus labios y emprendió la marcha. Él también se sorprendió por sus acciones, pero ahora que su mano estaba junto a la de él, y no quería soltarla. Se había prometido que trataría de llevarse bien con Aylin, a