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NO LLEVA TU MARCA. Habían pasado tres días desde la pelea entre Cassian y Aylin, el alfa salía todas las mañanas antes de que saliera el sol y volvía a casa, casi al anochecer. Las pocas veces que habían estado en una misma habitación, no se dirigían la palabra. En opinión de Aylin, su matrimonio era horrible. La única luz brillante al final del túnel era su padre, quien, según las sanadoras, se recuperaba poco a poco, sin embargo, no aún, no estaba consciente. ―Huele delicioso ―una voz demasiado conocida para Aylin, la sacó de sus pensamientos. ―¿Son galletas de avena? Lyall, entró en la cocina con una sonrisa soñadora. A pesar de la advertencia de Cassian de mantenerse alejado, no lo hizo. ―Sí. ―Aylin sonrió y le dio una ―Es la receta de mamá, ¿recuerdas cuando las preparaba para nosotros? ―pregunto con voz ahogada. Aún le costaba aceptar la pérdida de su madre. ―Aylin… ―Lyall se acercó tratando de consolarla ―¿Por qué te condenaste a esto? ¿No hubiera sido más fácil volver con
TEMOR A PERDERLA. ―Alfa, revisamos las fronteras, pero todavía no tenemos noticias de Adam. ―dijo uno de los miembros de la junta directiva de Cassian. ―Sin embargo… Los lobos continuaron hablando, pero la mente de Cassian estaba en otra parte, en ella. «Esa mujer será mi muerte. Sé que ayer reaccioné exageradamente, pero ella no tiene idea de con que estoy lidiando. Estoy en una batalla conmigo mismo, tratando de evitar que la inmovilice en la superficie más cercana y la folle hasta saciar mis ansias. ¿Y qué hace ella? En el primer descuido está cerca y dejándose tocar de ese imbécil.» Los lobos miraron a Cassian preocupados, al parecer su líder no les estaba prestando atención. Dudaron un poco antes de preguntar. ―Señor… ¿Se encuentra bien? ―¿Ah? ¿Qué? ―No escucho nada de lo que dijimos, ¿verdad? ―Sí, sí. No hay rastro de Adam ―Cassian dijo apresurado ―Igual sigan buscando, no debe estar muy lejos y si no está cerca de nuestros territorios, entonces fue junto a los McConnal
PARA LA ETERNIDAD. Cassian entró en la mansión y se sorprendió cuando vio que no solo estaba Leila, también estaban algunas sanadoras y por supuesto Lorcan. ―Te dije que trajeras a Leila. ―Lo hice, pero cuando se enteraron de que la luna de la manada estaba herida, todas quisieron venir, es una buena señal, ¿no crees? ―pregunto con voz divertida. Cassian abrió su conexión y la preocupación de esas mujeres por Aylin, lo golpeó con fuerza. De hecho, estaban muy felices de tener a Aylin. Rápidamente, les aseguro de que ella estaría bien y les pidió que regresaran a sus lugares. Las mujeres asintieron y volvieron a su casa. ―Llévala al sofá ―dijo Leila mientras se acercaba con los medicamentos. Sin embargo, Cassian la ignoró y subió las escaleras y llevó a Aylin a su habitación por segunda vez. Leila y Lorcan se miraron confundidos y Aylin frunció el ceño cuando vio que iban en dirección contraria. ―No es por aquí. ―Lo sé, pero la mía es más cómoda. ―¿Vas a cuidarme personalmente
ADIVINAR TUS PENSAMIENTOS. «¿Qué huele tan bien?» pensó Aylin entrando a la cocina. Lo que no esperaba ver, era a su sexi marido, sin camisa de pie en la cocina, preparando algo que huele demasiado bien. Aunque sinceramente él, le resultaba más apetecible. «¿La espalda de alguien debería ser tan sexi?» La forma en que los músculos se contraen a medida que b**e con energía, lo que sea que esté preparado, hizo que el centro de Aylin palpitara. Se quedó de pie en el marco de la puerta y se tomó el tiempo para detallarlo, sus jeans oscuros caen sobre sus caderas y ella pudo ver los hoyuelos en la parte superior de sus coxis. Por un momento, se imaginó pasando su lengua desde su cuello hasta el final de su columna vertebral. ―Tus pensamientos son muy traviesos esta mañana. ―su voz, la sacó de sus fantasías y su cara se volvió peor que un tomate. «Maldición. ¿De verdad puede saber lo que pienso?» Aylin cerró los ojos llena de vergüenza. ―Creí que ese día había sido una especie de casua
UNA TREGUA Ser amigos le estaba resultando más difícil de lo que pensaba. Después de ese día, Aylin y Cassian hicieron una especie de tregua. Y, a decir verdad, ya el alfa estaba cansando de esa m****a de tener que estar a la defensiva, era bastante malo tener que vivir en la misma casa con ella y estar rodeado de su aroma. Esa mañana, cuando entró a la cocina, su olor lo golpeó como una pelota de béisbol. Su polla se endureció tan rápido que le rogó a la diosa que Aylin no mirara hacia abajo. Pero se complació cuando supo que al menos no estaba sufriendo solo. «¡Demonios! Si Lorcan no hubiera llegado, me la hubiera follado allí mismo.» Cassian caminó hacia la ventana y miró a su gente. Y para colmo de males, cuando sus pensamientos entraron en su cabeza, casi pierde la poca de razón que le queda. Aylin le resultaba demasiado tentadora para él. Tentadora e importante. Porque cuando vio que estaba lastimada nuevamente, algo dentro de él se encendió, algo llamado miedo lo envolvió y
UN PASEO EN EL BOSQUE. Casi media hora después, bajaron del todoterreno y lo aparcaron junto a los demás vehículos de la manada. Pocas veces Cassian se aleja de los terrenos de la manada, pero cuando lo hace, cuentan con una flota de jeeps que los llevan a donde necesitan ir. Aylin abre la puerta trasera para Niko, quien salta y comienza a correr por el lugar. ―Le gusta ―dijo mientras lo veía correr. Cassian la miró fijamente, observando su rostro feliz y la manera en cómo sus ojos brillaban. De repente comenzó a prestarle más atención de la debida. ―Sí, es un buen cachorro ―dijo con diversión ―Vamos, déjalo jugar un rato. El alfa tomó su mano en la del en un reflejo condicionado, Aylin no pudo evitar sorprenderse por su gesto. Cassian se giró un poco y miro sus manos, alzó sus labios y emprendió la marcha. Él también se sorprendió por sus acciones, pero ahora que su mano estaba junto a la de él, y no quería soltarla. Se había prometido que trataría de llevarse bien con Aylin, a
ERES MI LUNA. ―Me fui a los dieciocho, papá me envió a estudiar administración en una universidad de Chicago. ―Aylin dijo mientras seguía sosteniendo la mano de Cassian ―Pero siempre supe que regresaría… debía ocupar mi lugar junto a… Logan. Dijo esto último como un susurro. Y la mano de Cassian se apretó inconscientemente. Tampoco le gustaba recordar que ella podría haberle pertenecido a su sobrino. ―¿Cómo es que tú y Logan terminaron juntos? ―Bueno… fue cuando regresé de las tierras del tío Patrick, al principio Logan era amable, caballeroso y… ―¿Y qué? ―la instó el alfa. ―Guapo. ―termino Aylin ―Pero, lo que me enamoró de él, fue que parecía querer lo mismo que yo. Decía que un día se convertiría en alfa, pero que lo más importante era tener una familia. Sé que perdió a su madre muy joven y por eso creí que tenía ese sueño de formar su propia familia. ―alzo las comisuras de los labios en una burla ―Fui una estúpida. Recuerdo que le dije que lo amaba antes de irme. Solo para de
ERES MI DIOSA.Aylin se encontraba terminando de acomodar unas hierbas para luego llevarlas a las sanadoras, cuando Leila llegó.―Aylin, ¿Por qué no te has preparado?―¿Para qué? ―dijo la loba mientras continuaba con su trabajo.―¿Olvidaste lo de hoy?Aylin detuvo sus movimientos y miró a Leila sin entender.―Hmm… ¿Qué olvide?―Aylin, ¿puedes ser más despistada? ―Leila caminó hacia ella y la ayudó a ponerse de pie ―Hoy es la festividad de la Diosa y prometiste ir.Los ojos de Aylin se abrieron con sorpresa.―¡Tienes razón! Pero… ¿Por qué debo prepararme? Según Hela, estaremos delante de una fogata.Leila sonrió y negó con la cabeza.―Se nota que no has pasado mucho tiempo entre nosotros ―afirmo ―Pero, no solo se trata de sentarse frente a una fogata, tú como luna de esta manada tienes un papel especial.―¿Qué tengo que hacer?―Bailar para ella.―¿Bailar?―Ujum. Es una danza antigua, se hace para honrarla por todos los favores que hace a nuestra manada.Aylin se alzó de hombros.―No ha