SIPNOSIS: El beta, Lorcan Alarcón, descubre a su alma gemela y prometida, Daphne Moon, en la cama con un alfa de la manada rival. Humillado y furioso, rechaza a su compañera creyendo que ella lo ha traicionado, sin embargo, Daphne solo ha sido víctima de un malvado plan elaborado. Señalada y marginada por su familia por destruir su compromiso, es rezagada a una empleada más en su propia casa, no obstante, un día, un imponente alfa se interesa en ella y pide su mano en matrimonio, pero Daphne no está dispuesta a amar una segunda vez y ahora menos que tiene una hija. Pero su padre la obliga y le dice que es la única manera de aceptarla de vuelta y que también pueda conservar a su pequeña hija. No obstante, todo se complica cuando Lorcan, asiste a la fiesta de compromiso del importante lobo, sin imaginar que allí encontraría una gran revelación.
UNA TRAICIÓN ―Creo que muy pronto tendremos buenas noticias. ―dijo Lorcan con emocionado. ―Sí, estoy seguro de que los Paterson, se unirán a nosotros. Somos su mejor opción. Lorcan y su hermano, el alfa Leandro, regresaban de un viaje ordenado por su padre, el viejo alfa Brutus Alerón. ―Bien, supongo que tú puedes encargarte de darle los detalles a papa… yo tengo algo que hacer. ―Lorcan dijo a toda prisa, en su rostro se notaba la ansiedad por irse. Y la razón era su prometida Daphne Moon. La hija mayor de un delta condecorado de la manada, Darius Moon. Su hermano Leandro sonrió a medias y dijo en tono divertido. ―Sí, sí, sé que te mueres por verla. ―Pasa cuando reconoces a tu alma gemela hermano ―Lorcan le dio una sonrisa y abrió la puerta del estudio ―Lo entenderás cuando encuentres a la tuya. Lorcan se fue y cerró la puerta tras él, una vez que lo hizo los ojos de su hermano, se oscurecieron y una sonrisa burlona se formó en sus labios. Poco tiempo después, el beta entró en
EL RECHAZO Y LA REPUDIACIÓN. ―¡¿Cómo te atreves a arruinarlo todo?! ¡Lorcan ha roto su compromiso contigo porque te encontró en la cama con ese alfa, Rubius! ―la bofetada resonó en la habitación. ―¡Eres una zorra igual que tu madre! ¡Te creía diferente Daphne, pero me equivoqué contigo! Daphne ni siquiera se molestó en aliviar el dolor del golpe, su cara estaba roja y ardía. Sin embargo, sus ojos estaban llenos de lágrimas sin derramar. Al ver la mirada decepcionada de su padre, su corazón estaba más que roto. Las dos personas más importantes en su vida, la consideraban una mujer barata y sucia. ―¿Por qué? ―pregunto el padre conteniendo su ira ―¿Por qué lo hiciste? Lorcan te amaba, ¡ese muchacho hubiera dado la vida por ti! ―dio un paso amenazador hacia ella y sin previo aviso agarró en un puño su cabello rojizo ―¡¿Por qué tenías que ser como tu madre?! Y luego, sin medir las consecuencias, la abofeteó nuevamente, haciendo que su nariz sangrara. Daphne simplemente cerró los ojos y
DECISIONES DIFÍCILES. Asta abrió la puerta de la habitación con suavidad, llevaba una expresión preocupada en el rostro. ―Querido ―dijo con voz melosa ―Necesito hablar contigo. El padre de Daphne se levantó de inmediato, notando la seriedad en la voz de su compañera. ―¿Qué, sucede Asta? ―se preocupó ―¿Ha pasado algo? La mujer se miró las manos como si le costara hablar. ―Primero prométeme que mantendrás la calma. Las cejas del delta se fruncieron. ―¿Qué pasa mujer? Habla ya. Asta suspiró y dijo con tristeza. ―Daphne está embarazada. Los ojos del hombre se abrieron y de inmediato sus sienes comenzaron a palpitar. Sus labios se apretaron en una fina línea. Iba a salir en busca de su hija, cuando su esposa lo detuvo. ―Cariño, espera. ―No. ¡Voy a ir a ver a esa golfa! Asta quería gritar de felicidad. Sin embargo, tenía que seguir con su plan. ―Amor, por favor cálmate. ―se acercó a él y puso una mano en su pecho ―Se que estás enojado, pero… ―¿Enojado? ¡Estoy furioso! ¡¿Hasta
NO ACEPTARÉ TU IMPOSICIÓN. Lorcan entró al estudio de su padre, con una mirada decidida en su rostro. El antiguo alfa lo miró con desaprobación y le reclamó por su actitud. ―Lorcan, ¿qué es esto? ―pregunto con voz dura ― ¿Por qué te niegas a tomar una nueva compañera? ―No quiero unirme a nadie más, padre. ―el beta respondió con firmeza ― No después de lo que pasó con Daphne. El antiguo alfa de repente golpeó el escritorio con fuerza. ―¡Daphne, Daphne, Daphne! ¿Aún sigues pensando en esa mujerzuela? ¿Incluso después de lo que te hizo? El padre le dio una mirada desaprobatoria a su hijo. ― Esa mujer no vale la pena, Lorcan. Es igual que su madre. Pronto la olvidarás. El beta se enojó al escuchar a su padre hablar así de Daphne, a pesar de que ella lo traicionó y él la rechazó, su amor por ella seguía intacto. En ese momento, entró su hermano mayor y futuro alfa, intentando calmar la situación. ―¿Qué es lo que pasa? Se escuchan desde la entrada. ―¡Pasa que tu hermano es un idiot
VOLVER A VERLA. SEIS AÑOS DESPUÉS… Cassian y Lorcan llegaron a la manada Luna Plateada justo a tiempo para la ceremonia de compromiso del hijo del alfa. Lorcan no estaba muy entusiasmado de asistir, pero Cassian le dijo que dejara la mala cara y se divirtiera. El beta reflexionó sobre las palabras de su amigo y pensó que tenía razón. Había pasado mucho tiempo sumido en la rabia y la tristeza, así que decidió disfrutar esa noche y conquistar a alguna mujer. Los dos lobos se mezclaron entre los invitados en el gran salón, todos allí para formar nuevas alianzas. Cassian y Lorcan se quedaron cerca de los novios y bebieron sus copas de hidromiel mientras observaban el ambiente. De repente, el antiguo alfa de la manada Luna Plateada comenzó a hablar y agradeció por acompañar a su hijo esa noche. ―Me complace decirles que la manada Thorvald y la manada Windsurf serán una sola a partir de hoy, todo esto gracias a la unión de mi hijo Hunter y la bella Melissa. Lorcan estaba mirando fijame
ENCUENTRO SECRETO. La fiesta continuó con normalidad después de que el viejo alfa anunciara la unión de las dos manadas. Todos disfrutaban de la fiesta, excepto Daphne. Desde que su hija le dijo que había visto a un hombre igual a ella, no pudo estar tranquila y su loba mucho menos. Sky estaba demasiado inquieta, lo que solo confirmó que Lorcan estaba cerca y que no había sido una ilusión. «No busques problemas, Sky.» La regaño una tercera vez. «Él y yo, ya no somos posible. Lo nuestro se terminó hace seis años… además, lo más probable es que él… también tenga una familia». Cerró los ojos un breve segundo y recordó su aroma, bosque, sándalo y madera, un aroma que ella podía reconocer entre miles. Mientras tanto, los ojos de Lorcan no se apartaban de Daphne, y ella se mostraba nerviosa y él sabía la razón, su loba interna anhelaba estar con su lobo. ―Daphne ―Ivar la llamó preocupado ― Noto que estás incómoda. ¿Qué te sucede? ―Nada. ―ella intentó disimular ― Solo estoy un poco cansa
EMBOSCADA. ―¡Suéltame! ―exigió Daphne luego de que Lorcan la llevara a una de las habitaciones vacías. El pecho de la delta subía y bajaba demasiado rápido, pero, el beta solamente podía mirarla. Sin embargo, el lobo dentro de él aullaba de necesidad. ―¿Qué haces aquí, Lorcan? ―¿Eso es lo primero que preguntaras? Han pasado seis putos años y ¿eso es lo primero que dices? ―los ojos del hombre se entrecerraron, mientras sostenía sus muñecas con fuerza. ―Suéltame Lorcan… no puedo estar aquí. ―suplico ella tratando de salirse de su agarre. ―Tengo que volver a la fiesta. Sin embargo, él siguió sosteniendo sus manos y se acercó lentamente a ella, dejó que su aroma invadiera sus fosas nasales y su lobo saltara de felicidad. Por primera vez en tantos años, era bueno sentirse en casa. Era un hecho de que aun la reconocía como su compañera y él, sabía que lo mismo estaba sucediendo con Daphne, el latido acelerado de su corazón, lo comprobaba. ―¿No quieres que tu alfa lo sepa? ―pregunto burl
EMBOSCADA (II) ―¡¿Qué?! ¡¿U…una emboscada?! ―el cuerpo de Daphne se paralizó y de inmediato miro a Lorcan ―Leah… ¡Tengo que ir por Leah! La mujer salió corriendo mientras Lorcan la seguía, cuando llegó a la habitación y abrió la puerta vio la habitación vacía. Su corazón se detuvo, sus ojos buscaron por todas partes y su amada hija no estaba. ―Leah… ¡Leah! ―grito y comenzó a buscar debajo de la cama ―¡Leah, cariño es mamá! Lorcan ayudó en la búsqueda, su corazón también estaba asustado, no podía haberla encontrado solo para perderla. ―¡No está Lorcan! ―ella exclamó entre lágrimas ―¡Mi niña no está! ¡No está! ―Debes mantener la calma, Daph. ―dijo el beta rodeándola con sus brazos ―Piensa, dónde crees que debió haber ido Leah en una situación así. ―No lo sé. ―respondió entre sollozos ―Ella… no sé dónde puede estar. ―Daphne se apartó y se secó las lágrimas ―Debemos ir abajo, a lo mejor me está buscando, y esos… ¡Oh Diosa! ¿Y si la tienen? ―el miedo se apoderó de ella ―Si esos salva