Mae
Todo ha ido bien en la boda hasta que apareció el chico con el que Lucy sale y Ángel perdió el control golpeándolo hasta el cansancio, o mejor dicho hasta que Aaron y Daniel consiguieron mantenerlo lejos de él. Después del numerito la comida se sirvió y todo estuvo en silencio para que después la fiesta terminó. Nadie se percató que Lucy salió con aquel hombre para abandonar a todos allí. Es cuando la gente entró en pánico y no los culpo, yo haría lo mismo, aunque Ángel dice que sea una rabieta de adolescente. Miro como varios de los camareros y el personal que se contrató para la limpieza asean el lugar.
Estoy sentada a la orilla de la playa, en la arena aun con mi vestido de novia. Ángel ha salido del lugar desde que se enteró que Lucy no contesta llamadas ni mensajes y su móvil está apagado. Stella está
Mae Han pasado tres días desde que ingresaron a Lucy al hospital. Mañana es su cumpleaños y aun no ha despertado debido a los medicamentos que utilizaron para desinflar su cerebro. No han sabido nada sobre Clark, sigue prófugo sin embargo ha pasado a segundos términos con la situación de Lucy y su salud. Me preocupa mucho Ángel, constantemente llora por las noches, su humor es pésimo aunque siempre me ha tratado con dulzura. No he podido decirle nada sobre el embarazo, la verdad es que siento que no sería justo y él no está del todo bien para procesar esta noticia así que he decidido esperar un poco más para decirlo. Daniel no ha dejado de ir a entrenar, dice que es lo único que puede mantener su cabeza tranquila, la situación de Lucy lo ha dejado bastante mal. Maya y Stella viven en el hospital, me dedico a llevarles desayuno, comida y cena y pasar un tiempo cuidando a Lucy para que vayan a dormir un poco y bañarse. Aaron no ha descansado y no lo ha
Ángel Lucy ha vuelto a casa hace una semana. Se le ve mejor, tranquila y feliz, como siempre, aunque dudo mucho que nosotros podamos estar como siempre después de lo que sucedió.Todo esto llegó a desestabilizarnos y la temporada está a punto de comenzar. Tengo entrenamientos de 5 horas y termino hecho una mierda después de ellos. Mi padre ha utilizado el gimnasio de Matt como una de nuestras sedes de entrenamiento, mucho más sencillo para mi pues estoy cerca de Mae.Por otro lado Daniel está a punto de presentarse en su siguiente pelea, cuatro semanas más y el chico estará peleando de nuevo, que tiempos, y que rendimiento se debe de tener para ello. Voy camino hacia una reunión programada con Jr., Daniel me acompaña al igual que mi padre, pondremos algunas cosas sobre la mesa y yo conoceré con quien diablos voy a pelear esta vez.Bajamos del auto e
Mae—¿Cómo que se ha ido? —apenas puedo creer lo que Aaron me está diciendo. Ángel ha salido huyendo, su madre ha… ido a buscarlo, mierda—. Lo llamaré.Comienzo a llamar al su móvil pero no contesta, una vez tras otras pero sigue sin responder y esto está comenzando a abrumarme bastante. Dejo pasar un tiempo y vuelvo a intentar llamar una vez más y por fin responde.—Ángel… amor, ¿me escuchas? —puedo escuchar su llanto—. Ángel, todo está bien.—¡NO, NADA ESTÁ BIEN! —dice y yo me alarmo de inmediato—Amor, ven a casa, podemos hablar, podemos… charlar sobre lo que pasó —no escucho nada—. Ángel, ven a casa, hay que charlar.—Mae… la vi, yo nunca la había visto y… —su llanto interrumpe sus palabras y eso me ha
MaeÁngel comienza a liberarse de la ropa que lleva puesta de manera torpe. Miro a mi alrededor y es cuando veo que el móvil está en la mesita de noche, también que la puerta del armario parece ser mi única salida.Toma la orilla de su camisa y es cuando me abalanzo sobre el móvil para alcanzarlo y levantarme de golpe para correr hasta el armario, y justo cuando voy a entrar siento como tira de mi hasta que caigo al suelo de sentón.—Basta Ángel por favor, basta —digo entre sollozos y él se mueve hacia diciendo cosas que no entiendo. Estoy muerta de miedo, no luce como si fuera Ángel, me da miedo y… —Por favor, para Ángel.Estoy sollozando, él solo me mira detenidamente y luego se deja caer en el colchón.—Quítate la ropa y móntame Mae —niego varias veces y me pongo de pie, tengo que salvarme, tengo
MaeConduzco en dirección a un hotel cercano. Daniel me ha preguntado varias veces por lo sucedido pero la verdad es que no quiero hablar al respecto, solo quiero… callar mi mente. Olvidar lo sucedido y sobre todo no arrepentirme de todo esto.Aparcamos en el estacionamiento y voy directo a recepción para solicitar una habitación doble. Pago en efectivo y en minutos nos encontramos a la puerta de nuestra habitación. Nos adentramos y de inmediato voy a tomar una ducha, una larga ducha. Me libero de la ropa y las lágrimas comienzan a salir, porque no puedo creer que esto haya pasado, no puedo creer la actitud de Ángel, no puedo creer esa bruma que lo ha hecho reaccionar de esa manera. Le temo, muchísimo.Me duele, me duele que todo esto haya estallado de esta manera, que ese Ángel oculto haya terminado por destruir… el matrimonio. Rompo a llorar, no quiero separarme de él, le amo
ÁngelMe despertado sin tener idea de que es lo que ha sucedido. Recuerdo que tome alcohol, recuerdo que llegue a casa y como lloraba, recuerdo a Mae llorando y pidiendo que por favor parase y la imagen me llena de temor. Papá ha dicho que no la he lastimado pero entonces ¿por qué se ha ido?La he llamado un sinfín de veces, mi padre dijo que apenas pudo hablar con ella, que se veía muy afectada pero ilesa físicamente, dijo que parecía herida por lo que le dije… yo no tengo ni idea, solo recuerdo que la aparición de mi madre me desestabilizo y ya no pude recuperar el sentido… Mae no me responde, estoy desesperado por saber donde está, sé que está con Daniel pero él tampoco me responde…—No me responde —digo una vez más y mi madre empuja una taza de te a sus labios, se han quedado aquí por voluntad propia, son las 11 d
MaeHa amanecido, no me siento nada bien, las nauseas no me dejan tranquila y no he podido dormir mucho pues extraño como una loca a Ángel. Daniel ha salido hace un par de minutos, mi móvil comienza a vibrar y veo que es Ángel, ha estado llamando por dos horas seguidas con varios minutos de separación.Tomo el móvil y dudo, pero creo que estoy más tranquila ahora, creo que bien puedo sentarme a discutir que lo mejor será separarnos, no pienso poner mi vida en riesgo cada vez que exista algo que lo desestabilice. Presiono la tecla para responder y me quedo en silencio.—Mae… Mae, amor, ¿dónde estás? —una punzada de dolor me invade el pecho—. Mae… perdóname, por favor.—¿Qué quieres?, ¿que diga si y que todo esté como si nada? —digo llena de dolor—. Te tengo miedo Ángel, temo por mi vida, ni
Mae Ha pasado una semana desde aquel horrible suceso. Ángel se encuentra mucho mejor ahora, se le ve tranquilo y sereno, ha vuelto a dormir y continua sus entrenamientos. Hemos hablado más sobre lo sucedido el día que vio a su madre, lo ha impactado bastante y concluyó que el miedo lo abrumó cuando la miro de frente. Sobre todo cuando su padre confesó que la había ingresado a un psiquiátrico, luego me comentó que durante su adolescencia tuvieron que ingresarlo a un centro de readaptación debido a que sus comportamientos no mejoraban, pero bueno, ahora entiendo que es necesario tomando en cuenta las reacciones de Ángel. La verdad es que nos ha ayudado bastante abrirnos de esa manera. Hoy vamos hacia el consultorio del ginecólogo para hacer el primer ultrasonido del bebé. Ángel conduce y se le nota algo nervioso. —Todo irá bien —le digo y él asiente forzando una sonrisa. En minutos llegamos al centro médico y bajamos del auto para caminar tomados de l