Mariana
Han pasado varias semanas desde que León llegó a la casa, la verdad es que estoy muy confundida, la primera vez que lo vi fue muy amable, pero después cambió, ahora es frio y cortante, creo que le caigo mal, o tal vez siempre ha sido así de altanero, lo mejor que puedo hacer es ignorarlo, aunque la verdad, cada vez que me mira con sus destellantes ojos azules, me pierdo en ellos, pero no le voy a dar el gusto de que me humille.
— Hola – digo entrando a la casa, Paz me mira y sonríe con cariño
— Hola, ¿cómo te fue en la escuela? – pregunta con amabilidad
— Bien, mañana tengo examen, espero que me vaya bien – digo y ambas sonreímos, de pronto escucho voces, es él y una mujer, ellos llegan y se paran frente a mí, una mujer muy guapa está pegada a él, demasiado cerca diría yo, él me mira fijamente, yo también lo miro, la mujer se pega más a él, si es eso posible, de pronto mi abuelo aparece y la mujer lo mira con agrado
— Hola Manuel – dice la mujer y se suelta de León para darle un beso en la mejilla a mi abuelo
— Cecilia, tanto tiempo, ¿cómo has estado? – dice mi abuelo con amabilidad, mientras León sigue mirándome
— Bien, ya sabes, España es maravilloso, yo no quería regresar, pero León insistió – dice ella con arrogancia, ¿se puede llegar a odiar a una persona en menos de 5 minutos?
— Mira Cecilia, te presento a Mariana, Mariana ella es Cecilia – dice mi abuelo, la mujer posas sus grandes ojos grises sobre mí y me mira de arriba abajo con prepotencia
— Soy Cecilia, la novia de León – dice ella y mi corazón se detiene por una fracción de segundos, su novia dijo, León quita su mirada de mi incomodo, le doy la mano a la mujer frente a mí, y ella la toma con repugnancia
— Mucho gusto – digo a duras penas, no sé porque tengo unas inmensas ganas de llorar, sé que soy una tonta, él me ha tratado con indiferencia casi desde que llego, pero creo que es verdad eso del amor a primera vista, él solo me miró y se robó mi corazón, soy tan tonta.
— Bueno, nosotros nos vamos – dice ella y se vuelve a pegar a León
— Nos vemos después abuelo – dice él, después me mira, pero aparto mis ojos de los suyos y me siento en la sala, finjo que reviso unas cosas en mi bolsa, pero la verdad es que estoy tratando de contener las necias lágrimas que quieren traicionarme
— Está bien, cuídense – dice mi abuelo, no sé si me sigue mirando, sigo según yo, revisando mis cosas, veo de reojo como se aleja con la mujer garrapata, digo, por eso de que está pegada a él.
Estoy en mi cuarto, y siento las amargas lágrimas correr por mis mejillas, que tonta soy, como pude pensar que él siquiera me hubiera mirado, es tan educado, apuesto y perfecto, y yo soy solo una muchacha insignificante.
León
Estoy en la dichosa fiesta a la que Cecilia quería venir, pero no dejo de pensar en Mariana, cuando supo que Cecilia era mi novia, pareciera que le afectó, sus brillantes ojos se opacaron en un minuto, ¿porque?, tal vez ella siente algo por mí. No, ella es amante de mi abuelo, y yo debo dejar de pensar en ella, por eso me he portado distante y hasta grosero, debo poner distancia entre nosotros, de lo contrario no voy a poder resistir las enormes ganas que tengo de besarla.
— ¿Qué te pasa cariño? – pregunta Cecilia acariciando mi pecho con seducción
— Nada – contesto secamente, ella me mira fijamente
— Por favor, te conozco, dime que te pasa – dice irritada, no le puedo decir que estoy pensando en la hermosa mirada de Mariana
— Ya te dije que nada – digo con sequedad, para que me deje en paz
— Está bien, como quieras, por cierto, la niñita esa que está viviendo en tu casa, así o más insignificante – dice con burla y siento que la sangre me hierve
— Mariana es una muchacha muy sencilla – digo defendiéndola
— Por favor León, solo mírala, no tiene clase, ni elegancia, es una pobretona – dice con prepotencia, la miro con enfado, Mariana no necesita joyas caras o ropa fina, así es perfecta
— ¿Qué? – dice Cecilia mirando la furia que brotan de mis ojos
— Nada, mejor me voy – digo molesto pero ella me detiene
— Espera, vamos a mi departamento – dice con seducción, pero no tengo ánimos de estar con Cecilia, en realidad, lo único que quiero es verla a ella.
— Estoy cansado, nos vemos mañana – digo y me alejo, me mira molesta, pero lo que menos me importa es lo que Cecilia quiera
Llego a la casa, es más de media noche, todos duermen, subo a mi cuarto, pero la miro salir de su recamara, tiene puesta una pijama rosa y unas pantuflas de conejo, se ve tan tierna e inocente, ella me mira y se sonroja
— Hola – dice suavemente, y me acerco a ella, es como si un imán me jalara a su lado
— ¿Qué haces despierta? – pregunto cerca de su cuerpo, ella se pone nerviosa, y sonrío por dentro
— No podía dormir – dice con vergüenza
— Tal vez un poco de leche tibia ayude – digo con ternura, si, ella provoca eso en mí
— Vamos – digo y la tomo de la mano, no pone resistencia, llegamos a la cocina, ella se sienta en la barra mientras pongo un poco de leche al fuego
— ¿Estabas con tu novia? – pregunta de pronto, la miro y ella también lo hace
— Aja – digo secamente, puedo ver como su mirada se vuelve fría, sirvo un poco de leche en un vaso y se lo extiendo, lo toma y sorbe un poco, después pone el vaso en la barra y me mira, me acerco a ella y quito unos cabellos que resbalan por sus mejillas, cierra los ojos al sentir mi contacto, es tan hermosa, ¿qué me está pasando?, ¿porque no puedo dejar de pensar en ella?
— Gracias por la leche – dice de pronto visiblemente sonrojada, solo me alejo de ella
— De nada – digo y miro como se aleja, ¿será verdad que ella y mi abuelo son amantes?, no puede ser, ella es tan inocente, me estoy volviendo loco.
MarianaLeón cada día me confunde más, ayer tenía a la presumida de su novia pegada a él como garrapata, y en la noche me ofrece leche tibia para curar mi insomnio, si supiera que es él, el único causante de mi falta de sueño, tengo que sacármelo de la cabeza, es igual que ella, arrogantes y prepotentes, cree que por que tiene esa profunda y hermosa mirada y su sexy sonrisa puede jugar con mi cabeza, lo sé, desde que me miró por primera vez, perdí cualquier gramo de sensatez.Estoy en el coche rumbo a la escuela, Jorge el chofer, me pregunta cómo me ha ido, él es muy amable, y nos hemos hecho amigos, tiene una esposa y dos niños pequeños, ha trabajado con los Montero desde hace mucho, dice que el Joven León, como él lo llama, es muy buen patrón, amable y generoso, yo ya no sé qué pensar de él, ¿
Celos, rabia, pelea, pasión y amorLeón— Te amo León, te amo– dice aun en mi boca, sus palabras retumban en mis oídos, me ama, ella me ama— Yo te amo a ti – digo sinceramente, al diablo mi lucidez, ella me mira atónita— ¿De verdad? – pregunta esperanzada— Si Mariana, no sé cómo, no sé cuándo, yo solo te amo –digo y ella sonríe, haciendo que todo valga la pena, se pega a mí nuevamente y ahora ella me besa, le correspondo inmediatamente, sonríe en mis labios, pego mi frente a la suya y puedo ver un destellante brillo en sus hermosos ojos— ¿Qué pasa? – pregunta mirándome fijamente— Mariana eres una niña – digo con agobio, ella frunce el ceño y se separa de mí&mdas
Fiesta de cumpleañosLeónAbro lentamente los ojos Mariana sigue dormida, se ve tan hermosa, le doy un casto beso en la frente y salgo sigilosamente para que no despierte, camino hasta mi cuarto y entro, me doy un baño, me visto y bajo a la cocina, mi nana me mira con demasiada atención— ¿Qué? – digo al ver su fija mirada en mí— Nada, solo estas, diferente – dice mi nana, y frunzo el ceño— ¿De qué hablas nana? – pregunto sin entender— No lo sé, hay un brillo en tu mirada, si no supiera que no estas con ninguna muchacha, diría que estás enamorado – dice Paz, y me tenso, creo que el amor que siento por Mariana es imposible de ocultar, de pronto entra la mujer más hermosa que he visto en mi vida, aún está en pijama, me mira tímidamente y
EngañoLeónLa fiesta de cumpleaños de Mariana estuvo bien, mi abuelo invitó a Cecilia, al parecer él quiere que vuelva con ella, pero no pienso hacerlo, yo amo a Mariana, solo a ella.Después de decirle que la amo, se quedó más tranquila, es más de media noche, y la mande a dormir, mañana tiene que ir a la escuela y no debe desvelarse, mi abuelo y yo estamos despidiendo a los últimos invitados, Ulises sigue platicando con Chío, parece que esos dos se cayeron muy bien— No me mires así – dice Ulises con diversión una vez que Chío se ha ido— Yo no he dicho nada – digo y él sonríe— Sí, me encanta la amiga de Mariana, ¿contento? – dice Ulises, lo miro y sonrío— Ya lo sabía – digo divertido y me palma el hombro—
Sin despedida...MarianaHa pasado casi un mes desde que le dije a León que se olvidara de mí, al parecer era lo que quería, deshacerse de mí, no le importó mi sufrimiento, ni todo el dolor que causo en mí, se la pasa casi todo el día en la constructora, algunos días ni siquiera lo veo, no ha sido necesario evitarlo, él lo ha hecho bastante bien, sé que volvió con Cecilia, escuche cuando Paz lo comentaba con otra empleada de la casa, según Paz, no sabe porque León sigue con Cecilia si es una mala persona, esas fueron las palabras de Paz , es tan obvio, están juntos por que son iguales.— Mariana tienes que volver a sonreír, olvida al idiota de León de una vez – dice Chío con enfado— Yo no voy a volver a sonreír – digo con tristeza, ella se acerca a mí
ReconciliaciónLeón— Vámonos – digo y me mira aturdida— ¿A dónde? – pregunta inquieta— Confía en mi – digo y ella sonríe, salimos de la casa, y tomamos el primer vuelo, se perfectamente a donde la voy a llevar.Llegamos a nuestro destino, Hawái, pido la habitación más grande del hotel, son cabañas muy bien arregladas, entramos y Mariana camina hasta quedar en medio de la gran y lujosa habitación, mira con asombro la elegante decoración, camino hasta quedar tras ella y rodeo con mis brazos su estrecha cintura— ¿Te gusta? – digo cerca de su oído— Es hermoso – dice maravillada, sonrío y beso su cuello, cierra los ojos al sentir mis besos en su piel, la guio hasta la habitación, y la giro, para que me mire, sus hermo
Intrigas y complicacionesMarianaDespués de esos maravillosos días que pase con León en Hawái, llego la hora de volver y enfrentar a mi abuelo, León dice que todo va a salir bien, que hablara con él y le dirá que me ama, pero yo estoy hecha un manojo de nervios, espero que acepte nuestra relación, amo a León y ya no podría vivir sin él.Llegamos a la casa, siento que las piernas no me responden, León me toma de la mano y entrelaza sus dedos con los míos, me acerca a él, me mira con cariño y después me da un casto beso en los labios, y eso es todo lo que necesito para afrontar lo que sea.Entramos a la casa, miro a mi abuelo parado frente a nosotros, también está Paz, y ella, la pelos de elote de Cecilia, mi abuelo me mira fijamente se acerca y me abraza con cariño.— Hija, estab
LeónMi abuelo me mira fríamente, pero no pienso cambiar de opinión, amo a Mariana, no la quiero para pasar el rato como él cree y se lo voy a demostrar.— Te prohíbo que te acerques a Mariana, ella es una buena muchacha, no es como las mujeres que estás acostumbrado a tener – dice mi abuelo enojado— Se perfectamente que es buena, por eso me enamore de ella, yo siempre te he complacido en todo, pero no en esto, no voy a dejarla – digo y mi abuelo bufa molesto— No voy a permitir que la lastimes – dice y se aleja furioso, mi nana se acerca y me mira con cariño— Yo sé que la amas, y estoy segura que tu abuelo entenderá tarde o temprano –dice mi nana y acaricia mi mejilla con cariño, espero que tenga razón y mi abuelo se dé cuenta de que ella es mi mundo entero.Han pasado varias semanas de