Mariana
León cada día me confunde más, ayer tenía a la presumida de su novia pegada a él como garrapata, y en la noche me ofrece leche tibia para curar mi insomnio, si supiera que es él, el único causante de mi falta de sueño, tengo que sacármelo de la cabeza, es igual que ella, arrogantes y prepotentes, cree que por que tiene esa profunda y hermosa mirada y su sexy sonrisa puede jugar con mi cabeza, lo sé, desde que me miró por primera vez, perdí cualquier gramo de sensatez.
Estoy en el coche rumbo a la escuela, Jorge el chofer, me pregunta cómo me ha ido, él es muy amable, y nos hemos hecho amigos, tiene una esposa y dos niños pequeños, ha trabajado con los Montero desde hace mucho, dice que el Joven León, como él lo llama, es muy buen patrón, amable y generoso, yo ya no sé qué pensar de él, ¿será que solo a mí me desprecia?
El día pasa y yo sigo pensando en él, ¿porque anda con esa tipa?, es tan vanidosa y presumida. Tengo que encontrar alguna actividad que realizar para dejar de pensar en León, aunque pienso en él las 24 horas del día, ni dormida me deja tranquila, sueño con sus hermosos ojos celestes, con sus bellos labios rosados y no puedo olvidar su seductora sonrisa de lado
— Hola Mariana – dice Javier y me saca de mis bellos pensamientos, él es un compañero de la escuela, que según Chío, está interesado en mí, yo no lo creo, bueno, para ser sinceros, nunca le he puesto atención
— Hola Javier – digo amablemente, él se acerca demasiado, tanto que pongo distancia entre ambos
— Mariana, ¿te gustaría ir por un helado? – pregunta con firmeza, estoy sin habla, creo que Chío tiene razón después de todo
— Javier, yo – digo pero no termino de hablar porque su presencia me deja sin aliento, es León que camina hacia nosotros mirando fijamente a Javier
— ¿León que haces aquí? – pregunto cuando lo tengo a centímetros
— Vine por ti – dice con tono frio mirando a Javier con enfado
— Creo que dejamos el helado para otro día – dice Javier divertido, León lo fulmina con la mirada y yo no sé porque estoy más roja que un tomate
— Si, eso creo – dice León enojado, Javier lo mira con irritación y se aleja no sin antes lanzarme una sonrisa pícara, la cual es innecesaria, León tiene los puños apretados, parece molesto, después de que Javier sale de nuestra vista, León me toma del brazo y me sube a su coche, llevamos 5 minutos de camino, maneja callado y yo estoy empezando a desesperarme
— Parece que no eres muy platicador – digo con burla, y me mira con enfado
—¿Quién es ese idiota? – pregunta con rabia en la voz, y yo no sé qué mosco le picó
— ¿Quién?, ¿Javier?, es un amigo– digo con naturalidad, aunque es más bien un compañero, ¿porque le dije amigo?, tal vez porque su profunda mirada me pone nerviosa y ya no sé lo que digo
— ¿Estas segura que es solo tu amigo? – pregunta enojado, acaso esta, CELOSO, no, no está celoso, solo es bipolar, o tal vez solo quiere que todos me detesten como él lo hace
— Pues sí, ¿qué más podría ser? – digo molesta, sí, yo también se me enojar
— No sé, tal vez tu novio – dice y toma el volante con fuerza, creo que el coche no tiene la culpa de su ataque de celos, <<que no son celos>> ok, de su ataque de histeria
— No León, yo no tengo novio, ¿contento? – digo enojada, me mira y después mira nuevamente la carretera
— ¿Entonces porque estaba tan cerca de ti?, además te invitó a tomar un helado, ¿no? – dice un poco más relajado, ni siquiera me había acordado que me invitó un helado, pero claro que no iba a salir con Javier, a mí el único hombre que me importa es el energúmeno que está a mi lado manejando con demasiada intensidad
— ¿Tu novia no se va a molestar porque viniste por mí? – digo aunque me duela
— No tiene porque – dice secamente, estaciona el coche frente a la casa, no dice nada, solo tiene la mirada perdida
— ¿León porque me odias tanto? – pregunto mirándolo fijamente, necesito saber qué fue lo que le hice, o si solo me detesta por deporte, él me mira confuso
— Yo no te odio – dice mirándome fijamente, puedo ver perturbación en su mirada celeste
— ¿Entonces porque me tratas así, porque me ignoras y me evades, porque parece que siempre estás enojado conmigo? – pregunto y no sé porque las lágrimas empiezan a picarme los ojos, lo que me faltaba, mis traicioneras lágrimas.
— Lo siento, no te odio, es solo que – dice pero se queda callado, me acerco a él, puedo oler su perfume, ese aroma embriagador
— ¿Solo que León? – pregunto suavemente, me mira como me miro la primera vez, como había extrañado esa cálida mirada, acaricia mi mejilla con la yema de sus dedos, cierro los ojos al sentir sus caricias en mi piel, los abro lentamente, se acerca a mí, mi corazón palpita a mil por hora, me va a besar, y cuando sus labios están a centímetros de los míos, se aleja violentamente, yo me quedo aturdida mirando su incomodidad
— Tengo que regresa a la oficina – dice con tono seco, y quita su mirada de mí, otra vez regreso el ogro, me bajo de su coche y azoto la puerta, ya sé que tanto él como yo nos hemos estado desquitando con el pobre coche, pero es que me desesperan sus cambios de humor, entro a la casa sin voltear, miro por la ventana como arranca el motor y sale de la propiedad, y yo solo me quedo ahí, conteniendo todo lo que siento por él.
León
Maldita sea estuve a punto de besar a Mariana, es que tenerla cerca, mirándome con esos dulces y tiernos ojos, hace que me olvide de que posiblemente es la amante de mi abuelo, además es solo una niña, pero tenía esa maldita necesidad de verla, maldita la hora en que se me ocurrió ir por ella a la escuela, ver como ese idiota que según ella es su amigo estaba tan cerca de ella y ver como la miraba me enloqueció, es obvio que está interesado en ella, Mariana me aseguró que solo es su amigo y que no tiene novio, pero no sé, ya no sé qué hacer, no sé cómo demonios se metió en mi cabeza, me la paso pensando en ella, en su voz, su mirada, su linda sonrisa y su inocencia, piensa que la odio, si supiera que estoy volviéndome loco por ella.
Llego a casa, y entro al despacho, me sirvo un trago de whisky, necesito olvidarme de todo, de ella, me lo tomo de un solo sorbo, sirvo otro y no tarda ni un segundo en el vaso, de pronto la miro parada en la puerta, ella me mira intensamente, entra y se para frente a mí
— ¿Qué pasa? – pregunto mirándola fijamente, está sonrojada, se acerca lentamente a mí, no sé si es el whisky o su hechizante mirada, pero estoy perdido en sus lindos ojos marrones
— Solo quería darte las buenas noches – dice con suavidad, se acerca a mí y me besa suavemente la mejilla, cierro los ojos al sentir sus labios en mi piel, y ya no puedo más, no me importa si es la amante de mi abuelo o si solo tiene 17 años, la tomo de la cintura y la estrecho fuerte contra mi cuerpo, ella me mira, está más sonrojada que nunca, escucho los latidos de su corazón, son rápidos y fuertes, como los míos, y sin pensarlo más la beso, dulce y suavemente, ella no pone resistencia y me corresponde, puedo sentir el sabor de sus dulces labios, es mejor de lo que me había imaginado, es tierno y suave, había besado a muchas mujeres, pero esta es la primera vez que con un solo beso, alcanzo a tocar el cielo.
Ella rodea mi cuello con sus brazos y me pega más a su esbelto cuerpo, nuestro beso se hace más intenso, no puedo dejar de saborear sus dulces labios, son una nueva droga para mí, mi mira con amor y yo a ella, ya no puedo más, no puedo seguir ocultándolo, yo la amo.
Celos, rabia, pelea, pasión y amorLeón— Te amo León, te amo– dice aun en mi boca, sus palabras retumban en mis oídos, me ama, ella me ama— Yo te amo a ti – digo sinceramente, al diablo mi lucidez, ella me mira atónita— ¿De verdad? – pregunta esperanzada— Si Mariana, no sé cómo, no sé cuándo, yo solo te amo –digo y ella sonríe, haciendo que todo valga la pena, se pega a mí nuevamente y ahora ella me besa, le correspondo inmediatamente, sonríe en mis labios, pego mi frente a la suya y puedo ver un destellante brillo en sus hermosos ojos— ¿Qué pasa? – pregunta mirándome fijamente— Mariana eres una niña – digo con agobio, ella frunce el ceño y se separa de mí&mdas
Fiesta de cumpleañosLeónAbro lentamente los ojos Mariana sigue dormida, se ve tan hermosa, le doy un casto beso en la frente y salgo sigilosamente para que no despierte, camino hasta mi cuarto y entro, me doy un baño, me visto y bajo a la cocina, mi nana me mira con demasiada atención— ¿Qué? – digo al ver su fija mirada en mí— Nada, solo estas, diferente – dice mi nana, y frunzo el ceño— ¿De qué hablas nana? – pregunto sin entender— No lo sé, hay un brillo en tu mirada, si no supiera que no estas con ninguna muchacha, diría que estás enamorado – dice Paz, y me tenso, creo que el amor que siento por Mariana es imposible de ocultar, de pronto entra la mujer más hermosa que he visto en mi vida, aún está en pijama, me mira tímidamente y
EngañoLeónLa fiesta de cumpleaños de Mariana estuvo bien, mi abuelo invitó a Cecilia, al parecer él quiere que vuelva con ella, pero no pienso hacerlo, yo amo a Mariana, solo a ella.Después de decirle que la amo, se quedó más tranquila, es más de media noche, y la mande a dormir, mañana tiene que ir a la escuela y no debe desvelarse, mi abuelo y yo estamos despidiendo a los últimos invitados, Ulises sigue platicando con Chío, parece que esos dos se cayeron muy bien— No me mires así – dice Ulises con diversión una vez que Chío se ha ido— Yo no he dicho nada – digo y él sonríe— Sí, me encanta la amiga de Mariana, ¿contento? – dice Ulises, lo miro y sonrío— Ya lo sabía – digo divertido y me palma el hombro—
Sin despedida...MarianaHa pasado casi un mes desde que le dije a León que se olvidara de mí, al parecer era lo que quería, deshacerse de mí, no le importó mi sufrimiento, ni todo el dolor que causo en mí, se la pasa casi todo el día en la constructora, algunos días ni siquiera lo veo, no ha sido necesario evitarlo, él lo ha hecho bastante bien, sé que volvió con Cecilia, escuche cuando Paz lo comentaba con otra empleada de la casa, según Paz, no sabe porque León sigue con Cecilia si es una mala persona, esas fueron las palabras de Paz , es tan obvio, están juntos por que son iguales.— Mariana tienes que volver a sonreír, olvida al idiota de León de una vez – dice Chío con enfado— Yo no voy a volver a sonreír – digo con tristeza, ella se acerca a mí
ReconciliaciónLeón— Vámonos – digo y me mira aturdida— ¿A dónde? – pregunta inquieta— Confía en mi – digo y ella sonríe, salimos de la casa, y tomamos el primer vuelo, se perfectamente a donde la voy a llevar.Llegamos a nuestro destino, Hawái, pido la habitación más grande del hotel, son cabañas muy bien arregladas, entramos y Mariana camina hasta quedar en medio de la gran y lujosa habitación, mira con asombro la elegante decoración, camino hasta quedar tras ella y rodeo con mis brazos su estrecha cintura— ¿Te gusta? – digo cerca de su oído— Es hermoso – dice maravillada, sonrío y beso su cuello, cierra los ojos al sentir mis besos en su piel, la guio hasta la habitación, y la giro, para que me mire, sus hermo
Intrigas y complicacionesMarianaDespués de esos maravillosos días que pase con León en Hawái, llego la hora de volver y enfrentar a mi abuelo, León dice que todo va a salir bien, que hablara con él y le dirá que me ama, pero yo estoy hecha un manojo de nervios, espero que acepte nuestra relación, amo a León y ya no podría vivir sin él.Llegamos a la casa, siento que las piernas no me responden, León me toma de la mano y entrelaza sus dedos con los míos, me acerca a él, me mira con cariño y después me da un casto beso en los labios, y eso es todo lo que necesito para afrontar lo que sea.Entramos a la casa, miro a mi abuelo parado frente a nosotros, también está Paz, y ella, la pelos de elote de Cecilia, mi abuelo me mira fijamente se acerca y me abraza con cariño.— Hija, estab
LeónMi abuelo me mira fríamente, pero no pienso cambiar de opinión, amo a Mariana, no la quiero para pasar el rato como él cree y se lo voy a demostrar.— Te prohíbo que te acerques a Mariana, ella es una buena muchacha, no es como las mujeres que estás acostumbrado a tener – dice mi abuelo enojado— Se perfectamente que es buena, por eso me enamore de ella, yo siempre te he complacido en todo, pero no en esto, no voy a dejarla – digo y mi abuelo bufa molesto— No voy a permitir que la lastimes – dice y se aleja furioso, mi nana se acerca y me mira con cariño— Yo sé que la amas, y estoy segura que tu abuelo entenderá tarde o temprano –dice mi nana y acaricia mi mejilla con cariño, espero que tenga razón y mi abuelo se dé cuenta de que ella es mi mundo entero.Han pasado varias semanas de
LeónMe muero por ver a Mariana, he tenido mucho trabajo en la constructora, y no he podido estar con ella, me llamó hace unos días diciendo que pasó el examen de la universidad, eso me da mucha alegría, quiero que estudie, que sea feliz. De pronto entra Cecilia a mi oficina sacándome de mis pensamientos— Joven León, la Srta. Cecilia se metió a la fuerza, le dije que estaba ocupado – dice mi secretaria mientras Cecilia me mira con prepotencia— Está bien Sara, retírate – digo y sale de mi oficina, miro a Cecilia molesto, ella no ha dejado de perseguirme, pero no pienso caer en su juego, ya una vez perdí a Mariana y no pienso hacer nada para perderla de nuevo.— ¿Qué quieres? – digo molesto, y me mira con arrogancia— Decirte que la niñita estúpida por la que me dejaste, no es tan