No puedo creer que mis padres hayan muerto por un irresponsable conductor borracho, no sé qué voy hacer, estoy sola en el mundo, no tengo hermanos ni nadie que vea por mí, mi tía Rosaura vive en Mérida y no podrá venir hasta dentro de algunos meses.
Todo esto ha sido tan difícil, gracias a Dios el Sr Manuel se ha hecho cargo de todos los tramites del entierro de mis padres, es un Sr muy bueno, él quería a mi padre como si fuera su propio hijo, antes de morir, mi padre le pidió que cuidara de mí, el Sr Manuel aceptó gustoso pero yo no quiero ser un estorbo para él, mañana me mudare a vivir a su casa, aunque no será lo mismo, yo solo quisiera que mis padres volvieran a estar conmigo.
Estoy llegando a la casa del Sr. Manuel, es enorme, se ve que tiene mucho dinero, él me mira y me sonríe tiernamente, dentro la casa y es mucho más lujosa, frente a mi están unas enormes escaleras, es una casa hermosa.
Paz, la ama de llaves, me guía hasta mi cuarto, es tres veces más grande del que tenía en casa de mis padres, hay una enorme cama frente a mí, la Sra. Paz me sonríe y me toca el hombro con cariño, después sale y me deja sola en esa enorme habitación, me siento en el borde de la cama y suspiro, solo quisiera ver una vez más a mis papás.
— ¿Cómo te sientes?– pregunta el Sr, Manuel, lo miro y sonrío débilmente
— Bien Sr. Manuel, gracias por todo – digo y él sonríe con cariño
— No tienes nada que agradecer, yo quería a tu padre como si fuera mi hijo, y tú eres como una nieta para mí, así que si tú quieres, puedes decirme abuelo – dice él con alegría, solo sonrío y asiento
— Está bien, abuelo – digo y él sonríe complacido.
Han pasado varias semanas desde que llegue a la casa del Sr. Manuel, todos han sido muy buenos y cariñosos conmigo, y la verdad es que yo también les he tomado mucho cariño.
Al Sr. Manuel, ahora le digo abuelo, al principio solo lo hice para darle gusto, pero ahora me gusta, siento como si lo fuera de verdad, Paz es una señora muy buena y noble, siempre está al pendiente de mí y nos hemos tomado mucho cariño.
Bajo a la sala y veo mucho movimiento, la casa está más limpia que de costumbre, hay flores frescas en todos los rincones y los empleados están muy bien arreglados
— ¿Qué pasa Paz? – pregunto desconcertada por tanta perfección
— Hoy llega León, el nieto de don Manuel – contesta con una amplia sonrisa
— No sabía que tuviera un nieto – digo asombrada, en realidad no se mucho de mi abuelo, solo sé que es bueno y que su cariño ha hecho un poco menos dolorosa la ausencia de mis padres.
— Si, León es el nieto de don Manuel, prácticamente León y su hermana Mía, se criaron con él, sus padres murieron cuando él tenía 10 años y ella 5, desde entonces vivió en esta casa – dice Paz con afecto, al parecer le tiene mucho cariño, se nota por la manera en como habla de él
— ¿Y en donde estaba? – pregunto, aunque la verdad es que no sé porque me da tanta curiosidad saber del nieto del Sr. Manuel
— Estaba en España, se fue a vivir un tiempo por trabajo, él se hace cargo de la constructora de don Manuel y tenía que irse a vivir allá, pero ahora vuelve por fin – dice Paz con una amplia sonrisa
Es media tarde, Paz me obligó a ponerme un vestido para recibir al tal León, la verdad es que creo que exageran, pero bueno, todo sea por complacer a mi abuelo, él quiere que todo este perfecto cuando llegue su nieto.
Bajo las escaleras lentamente, miro a todos los empleados alineados en fila, mi abuelo abraza a un muchacho, supongo que es su nieto, veo a Paz , tiene los ojos llenos de lágrimas por la emoción, sigo bajando los escalones, mi abuelo y su nieto terminan su abrazo y él alza su mirada la cual se cruza con la mía, tiene unos brillantes ojos azules, lo miro como hipnotizada, la verdad es que es un hombre muy atractivo, es joven, y se notan sus fuertes músculos por debajo de su ropa, además sus obscuros cabellos hacen juego con sus lindos ojos celestes. Él me mira fijamente y después sonríe de lado, siento desfallecer, debería ser un delito ser tan hermoso.
— Mariana, hija – dice mi abuelo y me saca de la hechizante mirada de su nieto
— León, ella es Mariana, Mariana él es León, mi nieto – dice el Sr. Manuel, sonrío tímidamente, él me sigue mirando fijamente y después se acerca a mí, puedo oler su perfume, huele bien, es un aroma embriagante
— Mucho gusto Mariana – dice cerca de mí, y me rodea con sus brazos, puedo sentir su firme cuerpo estrechado contra el mío, cierro los ojos al sentir su respiración cerca de mí, estoy aturdida, su sola presencia hace que me tiemblen las piernas, me besa la mejilla y después se aleja lentamente de mí, aunque yo quisiera quedarme ahí, aferrada a sus brazos.
— Hola – digo sonrojada, espero que nadie se haya dado cuenta de mi pequeño trance, él sigue mirándome con intensidad
— Espero que el viaje no haya estado muy pesado – dice mi abuelo y hace que su nieto aparte sus lindos ojos de mí
— En realidad estoy agotado, voy a descansar un rato – dice y sonríe, mi abuelo asiente, él vuelve a mirarme y me regala otra sexy sonrisa
— Nos vemos – dice, asiento sonrojada, pasa a un lado de mí, me giro para seguirlo mirando, sube las escaleras y cuando está en el último escalón se gira y me mira, me regala una hermosa sonrisa y después se pierde entre los muros de la casa, todos los empleados vuelven a sus labores, yo sigo parada en medio de la gran casa, él es tan perfecto, nunca he sido una muchacha de novios, en realidad nunca he tenido uno, nadie me había llamado la atención, pero él es diferente a cualquier muchacho que haya conocido, él es, un hombre.
LeónEstoy abrazando a mi abuelo, tenía muchas ganas de volver, vivir en España estuvo bien, pero está siempre ha sido mi casa y la extrañaba, mi nana me mira con cariño mientras mi abuelo me abraza fuertemente, se separa de mí y sonríe, de pronto miro al fondo, una hermosa mujer me mira, tiene una bella mirada, la cual combina perfecto con su tersa piel, sonrío y ella se sonroja, mi abuelo la mira y me la presenta.Me acerco a ella, la tomo de la cintura y la estrecho contra mi cuerpo, su larga melena caoba desprende un delicioso olor a flores, me retiro lentamente de ella, lo hago a duras penas, ya que su belleza me ha cautivado, mi abuelo pregunta sobre el viaje, le digo que estoy cansado y me retiro a mi recamara, camino muy cerca de ella, y me despido, subo las escaleras, me giro y nuestras miradas se vuelven a cruzar, sonrío para ella y me pierdo e
Solo una niñaMarianaHan pasado varias semanas desde que León llegó a la casa, la verdad es que estoy muy confundida, la primera vez que lo vi fue muy amable, pero después cambió, ahora es frio y cortante, creo que le caigo mal, o tal vez siempre ha sido así de altanero, lo mejor que puedo hacer es ignorarlo, aunque la verdad, cada vez que me mira con sus destellantes ojos azules, me pierdo en ellos, pero no le voy a dar el gusto de que me humille.— Hola – digo entrando a la casa, Paz me mira y sonríe con cariño— Hola, ¿cómo te fue en la escuela? – pregunta con amabilidad— Bien, mañana tengo examen, espero que me vaya bien – digo y ambas sonreímos, de pronto escucho voces, es él y una mujer, ellos llegan y se paran frente a mí, una mujer muy guapa está pegada a &eacu
MarianaLeón cada día me confunde más, ayer tenía a la presumida de su novia pegada a él como garrapata, y en la noche me ofrece leche tibia para curar mi insomnio, si supiera que es él, el único causante de mi falta de sueño, tengo que sacármelo de la cabeza, es igual que ella, arrogantes y prepotentes, cree que por que tiene esa profunda y hermosa mirada y su sexy sonrisa puede jugar con mi cabeza, lo sé, desde que me miró por primera vez, perdí cualquier gramo de sensatez.Estoy en el coche rumbo a la escuela, Jorge el chofer, me pregunta cómo me ha ido, él es muy amable, y nos hemos hecho amigos, tiene una esposa y dos niños pequeños, ha trabajado con los Montero desde hace mucho, dice que el Joven León, como él lo llama, es muy buen patrón, amable y generoso, yo ya no sé qué pensar de él, ¿
Celos, rabia, pelea, pasión y amorLeón— Te amo León, te amo– dice aun en mi boca, sus palabras retumban en mis oídos, me ama, ella me ama— Yo te amo a ti – digo sinceramente, al diablo mi lucidez, ella me mira atónita— ¿De verdad? – pregunta esperanzada— Si Mariana, no sé cómo, no sé cuándo, yo solo te amo –digo y ella sonríe, haciendo que todo valga la pena, se pega a mí nuevamente y ahora ella me besa, le correspondo inmediatamente, sonríe en mis labios, pego mi frente a la suya y puedo ver un destellante brillo en sus hermosos ojos— ¿Qué pasa? – pregunta mirándome fijamente— Mariana eres una niña – digo con agobio, ella frunce el ceño y se separa de mí&mdas
Fiesta de cumpleañosLeónAbro lentamente los ojos Mariana sigue dormida, se ve tan hermosa, le doy un casto beso en la frente y salgo sigilosamente para que no despierte, camino hasta mi cuarto y entro, me doy un baño, me visto y bajo a la cocina, mi nana me mira con demasiada atención— ¿Qué? – digo al ver su fija mirada en mí— Nada, solo estas, diferente – dice mi nana, y frunzo el ceño— ¿De qué hablas nana? – pregunto sin entender— No lo sé, hay un brillo en tu mirada, si no supiera que no estas con ninguna muchacha, diría que estás enamorado – dice Paz, y me tenso, creo que el amor que siento por Mariana es imposible de ocultar, de pronto entra la mujer más hermosa que he visto en mi vida, aún está en pijama, me mira tímidamente y
EngañoLeónLa fiesta de cumpleaños de Mariana estuvo bien, mi abuelo invitó a Cecilia, al parecer él quiere que vuelva con ella, pero no pienso hacerlo, yo amo a Mariana, solo a ella.Después de decirle que la amo, se quedó más tranquila, es más de media noche, y la mande a dormir, mañana tiene que ir a la escuela y no debe desvelarse, mi abuelo y yo estamos despidiendo a los últimos invitados, Ulises sigue platicando con Chío, parece que esos dos se cayeron muy bien— No me mires así – dice Ulises con diversión una vez que Chío se ha ido— Yo no he dicho nada – digo y él sonríe— Sí, me encanta la amiga de Mariana, ¿contento? – dice Ulises, lo miro y sonrío— Ya lo sabía – digo divertido y me palma el hombro—
Sin despedida...MarianaHa pasado casi un mes desde que le dije a León que se olvidara de mí, al parecer era lo que quería, deshacerse de mí, no le importó mi sufrimiento, ni todo el dolor que causo en mí, se la pasa casi todo el día en la constructora, algunos días ni siquiera lo veo, no ha sido necesario evitarlo, él lo ha hecho bastante bien, sé que volvió con Cecilia, escuche cuando Paz lo comentaba con otra empleada de la casa, según Paz, no sabe porque León sigue con Cecilia si es una mala persona, esas fueron las palabras de Paz , es tan obvio, están juntos por que son iguales.— Mariana tienes que volver a sonreír, olvida al idiota de León de una vez – dice Chío con enfado— Yo no voy a volver a sonreír – digo con tristeza, ella se acerca a mí
ReconciliaciónLeón— Vámonos – digo y me mira aturdida— ¿A dónde? – pregunta inquieta— Confía en mi – digo y ella sonríe, salimos de la casa, y tomamos el primer vuelo, se perfectamente a donde la voy a llevar.Llegamos a nuestro destino, Hawái, pido la habitación más grande del hotel, son cabañas muy bien arregladas, entramos y Mariana camina hasta quedar en medio de la gran y lujosa habitación, mira con asombro la elegante decoración, camino hasta quedar tras ella y rodeo con mis brazos su estrecha cintura— ¿Te gusta? – digo cerca de su oído— Es hermoso – dice maravillada, sonrío y beso su cuello, cierra los ojos al sentir mis besos en su piel, la guio hasta la habitación, y la giro, para que me mire, sus hermo