Oliver se sienta y suspira, él es un hombre inteligente, ha sido un hombre reservado y con un propósito claro, hacer lo que sea que tenga que hacer con tal de poder ayudar a su hija, con tal de que ella sea superior, que sea poderosa. No le importa por encima de quien debe pasar y eso incluye a su hija, su pensamiento es tan egoísta que ella, también es su víctima, una cantidad de veces innumerables. Rebeca mira por la ventana, en estos momentos se siente sola, siente que su vida es una mentira y que todo lo que ha hecho para poder ser lo que es ahora, se siente usada, en todo el sentido de la palabra, siente que todo las personas que se acercan a ella, de una u otra manera solo la usan, solo la utilizan a su conveniencia. Ella estaba enamorada, como nunca lo había imaginado, ella no quería seguir con los planes absurdos de su padre, porque estaría yendo en contra de lo que su corazón le dice y por primera vez en la vida quería escucharlo, aunque eso quisiera decir que tuviera que
InglaterraAdriano no deja de llevarse las copas repletas de trago a su boca, ya está olvidando los dolores de cabeza que le habían entrado. —Señor Connor a mí me parece que ya es suficiente —dice William, estando atento a todo lo que está haciendo su jefe.—Solo necesito estar un rato a solas. —El rostro de Adriano está devastado. —No me pida eso porque yo le tengo un cariño inmenso señor, me la he pasado guardando silencio ya que si a usted le sucede algo, yo sentiré como si estuvieran apuñalando mi corazón —William está siendo sincero con sus palabras. —Tal parece que era yo el inocente de muchas cosas. —Adriano terminó por sonreír.—Alex solo se la paso confiando en usted, por eso mismo es que debe estar más tranquilo, un hombre tan poderoso no debería dejarse llevar por tantas amarguras. —William le da unas palmadas en la espalda a Adriano, dándole a entender que continuará ayudándole con todo lo que esté en sus manos. —Debo irme para Italia, no existe alguien más indicado pa
En Italia los dolores en el abdomen de Charlotte se habían intensificado no eran normales así que decidió tocar la puerta para que algunas de las empleadas de servicio subieran y le colaboraran.—¡Por favor!, No te demores, sabes que mi padre no me deja salir, así que confío solo en ti —le hablo Charlotte en voz baja.—Señorita si su padre se entera, me mata —dijo la pobre mujer, muerta de los nervios.—Por favor, yo me echaré toda la culpa, pero por favor ve, te lo pido —exclamó Rebeca, quien moría de dolor.La pobre mujer salió rápidamente de la habitación de Charlotte y fue hasta la farmacia en donde ella le había pedido que fuera, ahí tan pronto tuvo en sus manos lo que Charlotte le había encargado lo metió en su bolsa.Mientras tanto, Charlotte había tomado un par de Aspirinas para el dolor, sabía que algo le sucedía a su cuerpo, no por nada había estudiado medicina.La mujer tan pronto llego subió rápidamente a la habitación de Charlotte, la cual era custodiada por dos enormes h
InglaterraCaruso acaba de aterrizar en Inglaterra, su rostro demuestra ganas de vengarse, todo contra el enemigo que siempre le ha hecho sentir que sus planes se desestabilizan; simplemente necesita confirmar que todos los comentarios de Oliver sean verdaderos. Él no puede perder el tiempo en absolutamente nada, actuar obligatoriamente debe ser de inmediato, así que camufla su elegancia en un traje diferente, donde hasta su rostro alcanza a estar escondido. Caruso llega a todo el sitio donde concurre Adriano, observando desde lejos como simula ser tan feliz, retorciéndose de la rabia por lo que ve, aunque una parte de todo si le alcanza a dar tranquilidad y es que conscientemente muy pocos hombres acompañan a Adriano, algo que lo hará ser mucho más débil que él. Entre tanto, los días van transcurriendo y Caruso continúa con su plan, esperando justamente el instante en que Adriano baje la guardia para atacar, él se da cuenta que su rival está con una rubia preciosa, la cual no deja
InglaterraAdriano la mira, la desesperación por no perderla es mucho más grande. La toma de la mano mientras ella lo observa con sus radiantes ojos.—Rebeca, eres lo mejor que me ha pasado en la vida… En verdad lo eres, Por eso ahora quiero poder confiar, poder decirte la verdad y esperar que no me odies.—¿Qué no te odie? ¿Por qué debería odiarte Alex? Te has portado maravillosamente conmigo, me has dado eso que no sabía que necesitaba… Alex has hecho mi vida mejor. —Es que por eso mismo quiero decirte la verdad. Tener que perderte me aterra, no podría vivir sin ti, te lo juro que ya no podría. —No vas a vivir sin mí, porque sencillamente no quiero vivir sin ti. Alex, quiero pasar mucho tiempo contigo, no hablo de ahora, Adriano la acerca a él y la abraza como si fuese a perderla, antes de poder decir las cosas simplemente quiere sentirla una vez más, con la entrega total que siempre ha tenido. —La verdad es que te he mentido, no solo te he mentido a ti. Rebeca te amo, solo quie
Adriano se va en un avión privado para Italia, en el fondo extraña mucho sentir que es el hombre más temido de Italia y no un empresario al que todos desean manipular, pero gracias a él nadie podrá. William está al lado de Adriano, pues eso lo tranquiliza saber que absolutamente nada le pasará, es tanto el aprecio que le tiene que hasta su vida no le importa sí alcanza a correr peligro. —Señor yo entiendo que todo debe ser muy complicado, pero usted más que nunca debe estar concentrado —William le habla a Adriano, necesita hacer lo posible por regresarle las ganas de continuar.—No creas que se me olvida la misión que tengo, por obvias razones le haré tragar cada palabra a ese imbécil; sabes que terminar con Caruso será mi única oportunidad para recuperar a Rebeca. —Adriano no deja de ver una imagen de ella en su teléfono. —Efectivamente a ustedes se les nota lo enamorados que están, nosotros llegamos para mejorar su vida, créame que no me arrepiento de los delitos que voy a comete
Charlotte escuchaba la conversación de los dos hermanos, y aunque para ella era difícil estar frente al verdadero Adriano, el mismo que fue su enemigo por tantos años, ella estaba dispuesta a llevar la fiesta en paz, todo por Alex. Ella no dejo que los dos hermanos terminaron de hablar y decidió entrar.—Yo quiero ayudar —hablo Charlotte interrumpiendo.Adriano y Alex se giran al mismo tiempo, Alex caminó hacia ella y la besó en los labios.—¡Bonita!, ¿Qué haces aquí? —le cuestiono Alex, pues él sabía que Adriano era un hombre difícil y todavía no procesaba todo.—No te preocupes, por favor déjame a solas con tu hermano —habló Charlotte.Alex se giró y miró a Adriano, quien no podía disimular del todo tenerla a ella en su propia casa.—Esta bien, los espero afuera —dijo Alex, mientras caminaba hacia la salida.Adriano, quien tenía su cabeza grande por lo que estaba pasando con Rebeca, estaba furioso, su cara lo expresaba claramente todo.Charlotte respiró profundo y caminó hacia él,
Caruso un hombre muy astuto sabe que los dos hermanos llegarán pronto por él así que a su cabeza llegan ideas retorcidas.—Traigalas frente a mí —dijo Caruso a uno de los hombres, el hombre salió corriendo para los calabozos y ahí abrió las celdas y apuntó mujeres quienes lo miraban asustadas.—¿Dónde nos llevan? Suéltame —gritó Rebeca.Elena que ya sabía quien era Rebeca, pues las dos habían hablado durante tiempo en la celda.—Tranquila mi niña, no tengas miedo, ellos vendrán por nosotras —habló Elena.Las dos caminaron hasta el centro de la casa, donde estaba Caruso sentado con una enorme sonrisa dibujada en su cara.Él sabía muy bien que Adriano era un hombre igual o peor que él, y no se iba a detener por nada en este día, él debía tener un as sobre la manga.Así que decidió atar a las dos mujeres y colocarles una bomba en medio de ellas.Varias camionetas llegan a la fortaleza de caruso, de donde varios hombres descienden de ellas, Adriano le hace señas a Alex para que vaya j