Capítulo 4

Akem

Me quedo parado incrédulo de lo que acaba de pasar.

¿En serio se atrevió a hablarme así?

Esa mujer del demonio me está llevando al límite, ella cree que ¿con ese carácter altanero va hacer que me lance a sus pies? pues está muy equivocada. No hay mujer que se me resista y ella sólo quiere llamar mi atención con su actitud prepotente.

Luego de lo ocurrido decido seguir con mi camino, llego al pasillo donde se encuentra la habitación N° 166, la puerta de ella está escoltada por unos de sus matones "Idiotas". Me acerco a él  y me queda viendo con temor, inmediatamente abre la puerta para que yo pueda pasar.

Ahí me lo encuentro acostado con varios aparatos conectados a su cuerpo, tiene un tubo incrustado en su garganta.

Él no estuviese así, pero yo les advertí.

A su lado está su hermano Santiago Medina durmiendo en el pequeño sofá. Cierro la puerta con fuerza haciendo que el se levante sobresaltado.

— Joder tío ¿Qué m****a te pasa?—me mira con enojo.

— ¿A mí?— digo divertido — A mí no me pasa absolutamente nada querido amigo — suelto irónico — Yo te advertí que el que me traiciona no vive para contarlo y las consecuencias se las ha llevado tú brat.

— No sé de qué diablos me estás hablando — dice el muy cínico.

Es que lo mato

— ¿Ah no?— pregunto y veo como pasa saliva — Los únicos que sabían que iba a transportar mercancía de Rusia hasta aquí eran ustedes dos hijos de la gran p**a — le grito — Y ahora resulta que esa mercancía nunca llegó porque hicieron una emboscada.

— Joder tío yo te lo puedo explicar — me mira nervioso.

— No necesito ninguna explicación imbécil, atente a las consecuencias porque esta vez tú hermano no murió—  Miro a Sebastián — bueno aún no ha muerto — digo con una sonrisa burlona — pero la próxima no fallo.

Le doy una última mirada y salgo de ahí. Apenas voy por la mitad del pasillo y me encuentro a la chica que iba conmigo en el ascensor.

¿Cómo era qué se llamaba? ¿Valeria? qué más da la quiero sólo para follar.

— Hola otra vez — me dice picarona — ¿Ya te vas?

—Tenía eso pensado pero ahora que te veo lo dudo — le digo con una sonrisa de medio lado — ¿Tienes planes para esta noche preciosa?

Me mira por un momento incrédula pero luego me sonríe.

— Pues ahora si lindo.

— Perfecto, pásame tú número móvil.

Después de que intercambiamos números salí de ese hospital del cual soy socio mayoritario.

Me espera una larga tarde.

[...]

Estoy esperando la pelirroja afuera del hospital, tiene un cuerpo de infarto y me la follaré hasta que ya no pueda más.

La veo salir con una sonrisa de oreja a oreja, tangoneando sus caderas de un lado a otro. Salgo del auto para encontrarme con ella.

— Hola guapo — sonríe la muy perra

— Espero que estés muy activa porque te espera una noche larga y placentera.

— ¿Y qué estamos esperando? — dice entusiasmada.

Es muy atrevida y eso me gusta, dice mi subconsciente.

— Después de ti — Le abro la puerta del auto.

— Pero que caballeroso — me dice, soy de todo menos cabellero.

Voy conduciendo tranquilo por las calles de Barcelona, la voy a llevar a unos de mis hoteles, jamás llevaría a alguien de una noche a mi ático. A la media hora estamos en el hotel "Ivanov Sensation" unos de los mejores de la ciudad. Le doy las llaves al valet parking y la agarro por la cintura.

No es necesario pedir una habitación ya que tengo una exclusiva para cuando quiero venir a follar con alguien, nos subimos al elevador y marco el piso 20.

Pasados unos minutos las puertas se abren en el piso, que solamente cuenta con una sola habitación, lo quise así para que cuando yo viniera no tuviera que encontrarme con otras personas en el pasillo y así poder jugar un rato.

— Este hotel es impresionante, muy lujoso — Dice viendo a los lados.

Yo se que es impresionante, todo lo que yo hago, lo hago excelente.

— Lo sé belleza — Respondo sin importancia.

Paso la tarjeta por la cerradura y entramos. Es una habitación de dar y recibir placer. Aquí tengo todo tipo de juguetes para divertirme y pasar el rato.

— ¿Champán? — le pregunto.

— Si por favor — dice inmediatamente

Sirvo dos copas de champán y le entrego una.

— Por una noche llena de placer — brinda ella.

— Salud — choco su copa con la mía.

Luego de beberla de un sólo trago dejo el formalismo y la agarro por la nuca para besarla. Un beso lleno de lujuria, adentro mi lengua a su boca y la cargo, gesto que hace que enreda sus piernas a mi cadera.

[***]

Santiago Medina

Me jode la paciencia el muy hijo de p**a, esos humos de grandeza se los voy a ir bajando poco a poco, Akem Ivanov va a saber quien soy yo, estoy cansado de estar en la sombras de mi papá y él.

Se que con mi hermano puedo contar para lo que sea, ahora tengo que esperar que despierte del maldito coma, ese tal doctor Franco Sánchez también va a pagar por no poder auxiliar a mi hermano, ya veré como le hago para quitarle lo más preciado.

Todos y cada uno me las pagarán

El martes por la mañana, me encuentro en la mansión Medina Fernández, la más envidiada de la zona. Mi padre me llamó ayer en la noche para decirme algo importante.

Creo que para eso existen los móviles

Pero que se le puede hacer, voy a ver qué es eso con tanta urgencia. Me consigo con mi nana limpiando en la sala principal.

— Buenos días nana — le digo con una sonrisa.

Ella es como mi segunda madre, es la que me ha ayudado, aconsejado y cuidado desde que tengo uso de razón ya que Paula Fernández.

"Mi madre" o si así se le puede llamar

Se las pasaba de viajes, idas al spa todo un maldito día o con sus amigas en el club. Delante de mi padre se la da una de madre cariñosa, atenta y muy pero muy feliz con sus hijos.

Noten el sarcasmo

Pero bueno esa es la madre que me tocó y no hay devoluciones.

— ¡Santi! mi niño, no sabía que vendrías hoy — me abraza con ternura.

— Mi padre quiere hablar urgente conmigo así que ¿en dónde se encuentra?

— Tú padre está en el despacho con algunos socios, pero si quieres le hago saber que ya estas aquí — me sonríe

— Tranquila nana yo mismo voy.

Me volteo para ir rumbo al despacho del gran Mateo Medina. A medida que me voy acercando escucho que están hablando de Akem Ivanov por lo que abro la puerta sin tocar.

— Joder Santiago, ¿qué te he dicho que toqueís la puerta antes de entrar?— refunfuña mi padre.

— Calmate viejo — le digo serio— ahora dime ¿Qué vamos hacer con Akem?

— Toma asiento querido hijo, que esto se va a poner bueno.

Al fin me dan una puñetera buena noticia.

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Traducción:Brat: Hermano

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