Mi madre bajó su cabeza y sentía que su mundo seguía siendo atacado por terremotos, pero ya no había tierras para destruir; eran tantas las cosas por las que estaba sufriendo, pero me tenía a mí para ayudarla a reconstruirlo.
Carla siempre había sido demasiado sincera para decir las cosas, sin importarle si al decirlas podía lastimar a alguien, ella simplemente hablaba y decía las cosas tal y como eran.
-Que específica has sido. -Afirmó Camelia.
-Así soy yo. –Respondió, en tono grotesco.
-Continúa por favor. -Suplicó mi madre.
-Al amanecer, Enrique fue quien despertó primero. Desperté justo en el instante en que él se marchaba y sus únicas palabras fueron “Me voy a casar. Un buen caballero no tiene memoria. Lo que pasó aquí, aquí se quedó. Esta fue mi despedi
Todo en esta vida se repite, no de la misma manera, pero si en circunstancias similares. Cuando no cierras bien un ciclo que has vivido, regresa a ti para poder encontrar su final. La vida tiene sus altos y sus bajos; por tanto, al subir un peldaño asegúrate de ir dejando almohadas en el camino, para que al caer no sientas el golpe.Los pesares que enfrentamos pueden debilitarnos, pero esfuérzate por superar todo aquello que te detenga, recuerda que, al final de la tormenta vuelve a salir el sol.- “Solía pensar que lo peor de la vida es terminar solo… No, no lo es; lo peor de la vida es terminar con gente que te hace sentir solo”. Robin WilliamsHabía pasado un año y aún no despertaba. Mi batalla por continuar en este mundo, seguía siendo la más dura que había e
Gracias a todo lo que hicieron los doctores y las fuerzas que me enviaba mi familia y seres queridos, logre salir de uci y comenzar mi proceso de recuperación. A las pocas horas fui trasladada hacia la zona de riesgos. El doctor le había pedido a mi familia que por favor se fueran a un lugar tranquilo del hospital, pues si yo los veía, podría alterarme y entrar en shock.Mi familia se fue a los balcones del hospital, mientras a mí me dirigían hacia una habitación más tranquila que no fueran las de la uci. Esa noche, todos lograron dormir más sosegados, pues todo iba por buen camino, solo era cuestión de seguir dándole tiempo a mi cuerpo para que se recuperara y enfrentar mi siguiente batalla -La realidad-.Al amanecer siguiente, ellos estaban allí esperando que el médico les autorizara poder entrar a verme.-Sara se encuentra en un estado en el que no quiere
-Ya pueden ingresar a verla. Deben escoger entre ustedes quienes serán las dos personas que entrarán a ver a Sara. Deberán turnarse, tienen quince minutos cada una.-Está bien doctor… todo sea por el bienestar de mi pequeña. -Dijo mamá - ¿Cómo se encuentra ella? –Inquirió.-Es una chica fuerte, valiente y digna de admirar. -Todos sonrieron. -El médico continúo hablando: -Cuando recién despertó no recordaba nada más que su nombre, luego la enfermera le dijo su apellido y la encontré repitiéndolo, lo cual fue un buen ejercicio porque despierta su memoria y la hace trabajar a tal punto que, empieza a recordar su pasado.- ¿Recuerda a sus seres queridos?-Lamento decirle que no, pero no se preocupe, es algo temporal; sin embargo, no sabría decirle cuanto tiempo, pero por lo visto, ella se está recuperando muy r&aacu
En medio del frio del ambiente, ella supo abrigar no solo mi cuerpo, sino mi alma. Allí estaba ella ¡Mi madre! Apoyándome como siempre lo había hecho. Fueron aproximadamente unos cinco minutos que duramos abrazadas, pero sentí que fue una vida y por cada latido, no quería alejarme nunca de aquella mujer; aun en medio de la agonía por querer recordar quienes eran todas aquellas personas que aparecían en mis recuerdos, su amor me hacía sentir tranquilidad porque sabía que su paciencia y la calma de su ser, me darían las ganas de seguir batallando en aquella prueba tan dura que la vida me había dado. Unos segundos después, nuestro cálido abrazo fue interrumpido por una enfermera que entró para avisarnos que habían pasado veinte minutos estando allí.-Qué pena interrumpir su cálido momento, solo quería avisarles que han transcurr
La clave de toda relación humana es que, las personas a quienes queremos tengan una buena opinión sobre nosotros, pero la confianza no siempre es la base sólida de la convivencia; día a día se debe luchar por obtenerla y una vez ganada, luchar por mantenerla porque solo un segundo basta para perderla por siempre. Para confiar en los demás, debemos confiar en nuestro potencial, capacidades y valor, como armas poderosas frente a las dificultades que, nos hacen sentir vulnerables. Somos desconfiados por temor a ser lastimados, pero por más que queramos dejar de lado la confianza ¡La necesitamos! Confiar en los demás es una manifestación de ¡Autoconfianza y amor propio! Recuerda: damos de lo que somos y somos lo que decidimos ser.“la confianza es una hipótesis sobre la conducta futura del otro. Es una actitud que concierne el futuro, en la medida en que este fu
No siempre resulta fácil socializar con los demás y es frecuente enfrentarnos a nuevas situaciones de las que, en su gran mayoría es primera vez que las experimentamos y al vivirlas podemos elegir aflorar lo mejor de nosotros mismos y demostrarle a nuestro “yo interno” que, somos capaces de superar los obstáculos, los cuales se hacen más fáciles de enfrentar cuando confiamos y contamos con quienes queremos y nos quieren. Es cierto que no podemos confiar en todo, pero tampoco debemos vivir sin confiar y como decía el célebre William Shakespeare “Ama a todos, confía en unos pocos, no le hagas mal a ninguno”, ya que de ello dependerá el futuro que vivamos. La misma susceptibilidad y vulnerabilidad de la confianza es lo que, muchas veces nos llena de temor, pero no debemos olvidar que la confianza ¡Es el valor que te tienes como ser humano!-Lo que hemos viv
Mi madre no interrumpía al teniente, sino que le escuchaba muy atenta. Él se sentía que por fin alguien podía comprender su dolor. -Eran las 10:00 de la noche y aun no sabía dónde se encontraba mi hija, ni siquiera sabía dónde estaba el chico del que ella estaba enamorada. Estaba tan preocupado, que me quede trabajando en su búsqueda toda la noche, sin poder descansar. A la mañana siguiente, por fin logre localizar a Carlos en su casa ya que, el día anterior no había llegado, por lo que él fue el primer sospechoso de la desaparición de mi hija. El chico afirmaba no haber sabido de Daniela desde el día anterior y noté que se preocupó por ella, pero no le creí. Él decía que, no sabía nada y que la última vez que hablaron, fue para decirle que no podrían verse ese día pues, su papá se opuso a dejarla ir al cine. H
Mi madre estaba atónita por aquella grabación que acababa de escuchar y preguntó: - ¿Y entonces, que sucedió después? ¿Dónde está Carlos y su familia? ¿Dónde está el jardinero?-El jardinero está en una de las cárceles de máxima seguridad del país. Tarde me di cuenta que, ese chico realmente amaba a mi hija y ¡Todo es culpa mía, todo, por no haber confiado en ellos! -Dijo el teniente entre lágrimas. –Quizá si le hubiese dado la oportunidad, él habría confiado en mí y hubiésemos alcanzado a salvar a mi niña. –Se lamentaba.-No es culpa suya, usted no tiene la culpa. El único culpable de todo ese sufrimiento es ese hombre.-Esa vez que Carlos habló, descubrimos que lo que decía era verdad así que, se hicieron todos los trámites para que quedara en