Mi madre estaba atónita por aquella grabación que acababa de escuchar y preguntó: - ¿Y entonces, que sucedió después? ¿Dónde está Carlos y su familia? ¿Dónde está el jardinero?
-El jardinero está en una de las cárceles de máxima seguridad del país. Tarde me di cuenta que, ese chico realmente amaba a mi hija y ¡Todo es culpa mía, todo, por no haber confiado en ellos! -Dijo el teniente entre lágrimas. –Quizá si le hubiese dado la oportunidad, él habría confiado en mí y hubiésemos alcanzado a salvar a mi niña. –Se lamentaba.
-No es culpa suya, usted no tiene la culpa. El único culpable de todo ese sufrimiento es ese hombre.
-Esa vez que Carlos habló, descubrimos que lo que decía era verdad así que, se hicieron todos los trámites para que quedara en
Él asintió. -Como le venía diciendo, al saber que ellos habían estado allí, empezamos a investigar el lugar, hasta que descubrimos que era lo que realmente sucedía en ese sitio, pues al atar cabos, nos dimos cuenta que la mayoría de las niñas que habían desaparecido o que estaban muertas, habían ido a ese lugar.- ¿A dónde enviaban a las niñas?-Una vez elegidas para hacer parte del mundo de la prostitución, eran enviadas a distintos lugares del país y las favoritas del jardinero, eran enviadas a distintos países para cobrar mucho más y hacer que, el negocio creciera día a día. Las drogaban, las vendían y las obligaban a prostituirse para enriquecer a ese bastardo.- ¡No sabe cuánto lamento que su hija haya tenido que pasar por esto!-Lo importante es que Dios me ha dado la oportunidad de irlo superando.
Luego de unas horas de una larga y profunda conversación, el teniente se marchó del hospital, prometiendo estar al tanto de mi situación y ofreciendo su ayuda para lo que necesitáramos. Por otro lado, cuando mi madre iba subiendo hacia la Uci, Bella se dirigía hacia la cafetería con su padre.-Bella, Valentino. -Saludo mi madre, sorprendida al ver al Valentino Valentín, el padre de Bella.-Hola Sara, tenía mucho tiempo sin verte. -Dijo Valentino.-Así es ¿Cómo has pasado? ¿Viniste a buscar a tu hija?-Así es, he hablado con Bella y me contó que, dono sangre a tu hija y que necesitaba verme pronto. Cancelé uno de mis viajes, para poder estar con ella.-Es lo mejor que has podido hacer, ella siempre te ha necesitado.-Lo sé, pero me esfuerzo por darle siempre lo mejor, así que por eso trabajo tanto.Mi mad
La verdad más grande es que ¡Todos mentimos! Pero a pesar de ello, dejémonos guiar por el amor para saber cuándo callar la verdad y encontrar el momento adecuado para que, salga a flote. No siempre estamos preparados para enfrentar el dolor que causa un engaño y ¡No quiero confundirlos! Quiero transmitirles la necesidad de confesar el trasfondo de las cosas, siendo objetivos. Nadie quisiera mentir (aunque en ocasiones nos vemos obligados a hacerlo) y no quisiéramos que nos mientan, pero todo lo que hagas con amor conspirará a tu favor para ayudarte a superar cualquier dificultad, pues solo él nos hace libres y si nos sentimos amarrados, entonces ¡No es amor!“El amor mortal es cuando la sensualidad está satisfecha. El verdadero amor es cuando el amor se sacrifica”David K. LeungCon un b
Mientras tanto, en la sala de espera se encontraban mis seres queridos, esperando ver como seguía mi recuperación después de haber soportado tres infartos al enfrentar la tristeza más grande que cargaba conmigo: Recordar que, mi padre no estaba en éste mundo terrenal.- ¿Cómo sigue Sara, doctor? -Preguntó Ryan.- ¿Quieres verla? Está un poco mejor y le vendría bien tu compañía.Ryan miró a mi madre, como diciéndole “¿Me das permiso?” y ella asintió. - ¡Por supuesto! En este momento nada me haría más feliz. –Respondió él.Ryan se dirigía hacia la habitación, tan contento que, olvido que aún seguía en recuperación, pero la adrenalina de volver a verme, bloqueo el dolor que sentía físicamente porque su alma estaba
Mientras tanto, Valentino y Camelia seguían sentados en la cafetería, mirándose y envueltos en dolor.- ¿Cómo sabes quién es el padre de Bella?Valentino tomó su pañuelo y secó las lágrimas de Camelia, mientras contestó -Ella me lo ha dicho. Hemos hablado antes de que llegaras.-Pero ella no me dijo que te había dicho la verdad.-Porque esa verdad no debía contármela ella, debías hacerlo tú.-Pero ella debió decirme, así hubiese sido más fácil.-Hay momentos en la vida que, aunque los demás nos ayuden, al final somos nosotros mismos quienes debemos ayudarnos a solucionar nuestro problema, porque somos los únicos responsables de hallar las formas para salir de él. Debemos tener el valor de enfrentar las consecuencias, así como tuvimos el valor para arriesgarnos, a
En la sala de espera estaba mi madre y llegó Ferchito para ver como seguía yo.-Hola Sara, como sigue la niña.-Ya está un poco mejor. Estuvo hablando con Ryan un rato y dice él que, se puso muy feliz.-Excelente noticia, ¡es lo que queremos!Un largo silencio se apoderó de aquella sala, pues todos quedaron estupefactos al ver quien se encontraba allí. Una sorpresa que nadie se esperaba.- ¡Hola! ¡Que sorpresa verte!-Hola Sara, tampoco pensaba venir, pero de repente algo me hizo hacerlo. Siento que al final, todas esas palabras tenían razón.Debo aclararles de quien les estoy hablando. Mi madre, poco tiempo atrás, fue a casa por ropa y demás. Al llegar, entró a mi cuarto porque la invadió la nostalgia al ver mis cosas y se desgarro en llanto de solo pensar que tal vez, no
¿Por qué escribir que me iría? Esa pregunta fue como una daga traspasando el alma de mi madre y sintió que, era ella quien se iba del mundo en ese momento, porque su alma partía hacia otra dimensión al ver que, su hija no volvería a abrir sus ojos y que su frágil corazón no bombearía más sangre a su cuerpo. El pensar que existía la posibilidad de no seguir con vida hizo que, mi madre tomara la carta y la enviara a casa de Tifani.El mensaje con que mi madre la envió decía: “-Probablemente no leas esta carta, pero si lo haces, descubrirás que tienes un corazón mucho mejor de lo que imaginaste, ¡Permítete perdonar y perdonarte a ti misma! ¡Se feliz! -”.Tifani había leído la carta, a pesar de muchas veces, intentar romperla y quemarla; sin embargo, la dejó guardada en su mesa de noche y un día de tanto
Tome la hoja entre mis manos y la abrí porque imagine que quizá se había arrancado del cuaderno en el que Tifani hacia sus dibujos, pero al abrirla ¡Oh sorpresa! ¡Era la carta que le había hecho a ella! Abrí la carta y empecé a leerla, mientras que afuera todos hablaban muy a gusto.- ¿Quién es el siguiente en entrar? -Curioseó la enfermera.- ¿Quieres entrar Ryan? -Preguntó mi madre.El brillo de los ojos de Ryan fue la máxima respuesta que mi madre pudo obtener. Ella sabía que desde que Ryan había entrado, mi recuperación se había acelerado, era como si él fuera un motor para mi vida. Bueno, lo era. Había que esperar unos minutos para que la siguiente persona pudiese entrar a la habitación y ese fue el tiempo justo que necesitaba para leer lo que había escrito y detonar lo que estaba