La verdad más grande es que ¡Todos mentimos! Pero a pesar de ello, dejémonos guiar por el amor para saber cuándo callar la verdad y encontrar el momento adecuado para que, salga a flote. No siempre estamos preparados para enfrentar el dolor que causa un engaño y ¡No quiero confundirlos! Quiero transmitirles la necesidad de confesar el trasfondo de las cosas, siendo objetivos. Nadie quisiera mentir (aunque en ocasiones nos vemos obligados a hacerlo) y no quisiéramos que nos mientan, pero todo lo que hagas con amor conspirará a tu favor para ayudarte a superar cualquier dificultad, pues solo él nos hace libres y si nos sentimos amarrados, entonces ¡No es amor!
“El amor mortal es cuando la sensualidad está satisfecha. El verdadero amor es cuando el amor se sacrifica”
David K. Leung
Con un b
Mientras tanto, en la sala de espera se encontraban mis seres queridos, esperando ver como seguía mi recuperación después de haber soportado tres infartos al enfrentar la tristeza más grande que cargaba conmigo: Recordar que, mi padre no estaba en éste mundo terrenal.- ¿Cómo sigue Sara, doctor? -Preguntó Ryan.- ¿Quieres verla? Está un poco mejor y le vendría bien tu compañía.Ryan miró a mi madre, como diciéndole “¿Me das permiso?” y ella asintió. - ¡Por supuesto! En este momento nada me haría más feliz. –Respondió él.Ryan se dirigía hacia la habitación, tan contento que, olvido que aún seguía en recuperación, pero la adrenalina de volver a verme, bloqueo el dolor que sentía físicamente porque su alma estaba
Mientras tanto, Valentino y Camelia seguían sentados en la cafetería, mirándose y envueltos en dolor.- ¿Cómo sabes quién es el padre de Bella?Valentino tomó su pañuelo y secó las lágrimas de Camelia, mientras contestó -Ella me lo ha dicho. Hemos hablado antes de que llegaras.-Pero ella no me dijo que te había dicho la verdad.-Porque esa verdad no debía contármela ella, debías hacerlo tú.-Pero ella debió decirme, así hubiese sido más fácil.-Hay momentos en la vida que, aunque los demás nos ayuden, al final somos nosotros mismos quienes debemos ayudarnos a solucionar nuestro problema, porque somos los únicos responsables de hallar las formas para salir de él. Debemos tener el valor de enfrentar las consecuencias, así como tuvimos el valor para arriesgarnos, a
En la sala de espera estaba mi madre y llegó Ferchito para ver como seguía yo.-Hola Sara, como sigue la niña.-Ya está un poco mejor. Estuvo hablando con Ryan un rato y dice él que, se puso muy feliz.-Excelente noticia, ¡es lo que queremos!Un largo silencio se apoderó de aquella sala, pues todos quedaron estupefactos al ver quien se encontraba allí. Una sorpresa que nadie se esperaba.- ¡Hola! ¡Que sorpresa verte!-Hola Sara, tampoco pensaba venir, pero de repente algo me hizo hacerlo. Siento que al final, todas esas palabras tenían razón.Debo aclararles de quien les estoy hablando. Mi madre, poco tiempo atrás, fue a casa por ropa y demás. Al llegar, entró a mi cuarto porque la invadió la nostalgia al ver mis cosas y se desgarro en llanto de solo pensar que tal vez, no
¿Por qué escribir que me iría? Esa pregunta fue como una daga traspasando el alma de mi madre y sintió que, era ella quien se iba del mundo en ese momento, porque su alma partía hacia otra dimensión al ver que, su hija no volvería a abrir sus ojos y que su frágil corazón no bombearía más sangre a su cuerpo. El pensar que existía la posibilidad de no seguir con vida hizo que, mi madre tomara la carta y la enviara a casa de Tifani.El mensaje con que mi madre la envió decía: “-Probablemente no leas esta carta, pero si lo haces, descubrirás que tienes un corazón mucho mejor de lo que imaginaste, ¡Permítete perdonar y perdonarte a ti misma! ¡Se feliz! -”.Tifani había leído la carta, a pesar de muchas veces, intentar romperla y quemarla; sin embargo, la dejó guardada en su mesa de noche y un día de tanto
Tome la hoja entre mis manos y la abrí porque imagine que quizá se había arrancado del cuaderno en el que Tifani hacia sus dibujos, pero al abrirla ¡Oh sorpresa! ¡Era la carta que le había hecho a ella! Abrí la carta y empecé a leerla, mientras que afuera todos hablaban muy a gusto.- ¿Quién es el siguiente en entrar? -Curioseó la enfermera.- ¿Quieres entrar Ryan? -Preguntó mi madre.El brillo de los ojos de Ryan fue la máxima respuesta que mi madre pudo obtener. Ella sabía que desde que Ryan había entrado, mi recuperación se había acelerado, era como si él fuera un motor para mi vida. Bueno, lo era. Había que esperar unos minutos para que la siguiente persona pudiese entrar a la habitación y ese fue el tiempo justo que necesitaba para leer lo que había escrito y detonar lo que estaba
Cuando aprendemos los truquitos del amor, perdonamos y damos una segunda oportunidad ¿Por qué? Duele más la ausencia de esa persona que, el error que cometió y lastima más el no volver a verla, que el dolor que causó. Todos erramos, pero no aceptes que, por temor a que esa persona se vaya, sean más los años sufridos que los días felices.Necesitamos del amor para vivir, como del aire para respirar, porque la confianza es ese mar lleno de esperanza que, si es manchado por la gota de mentira, oscurece el panorama marino, similar a una gota de petróleo que cae en un río.Es en estos casos donde el amor se convierte en nuestro mejor cómplice, permitiéndonos encontrar las medicinas para las heridas y aliándose con el tiempo, tener las cicatrices del alma que, poco a poco se irán borrando.“El amor es un cri
Mi madre se sintió tan orgullosa de su padre que, no pudo evitar sentir su alma desgarrarse al recordar lo dura que fue en un pasado, pero inmediatamente sintió un alivio al verlo junto a ella.-No sé qué decir. -Dijo Tifani, entre lágrimas.-No es necesario que digas nada, solo que reflexiones las palabras que te dije para que veas que nuestro amor, no se compara en nada al de Él, pero que, si permitimos que sea el comandante de nuestra vida ¡Seremos victoriosos en todas las guerras que debamos enfrentar!Nuevamente el silencio reinaba mientras se le acortaban a mi madre los minutos para entrar en la habitación. Al abrir la puerta, ahí estaba yo, a la expectativa de escuchar lo que tenía para decirme.-Sara… Ya has recuperado tu memoria. -Dijo con voz entrecortada.-Mamá. -Pronuncié.- ¿Cómo
Observé el rostro de mi madre y reflejaba tanto dolor que, no pude evitar sentir compasión y me sentía tan impotente de verla tan decaída que, solo agudicé mis sentidos para comprender cada palabra que pronunciaba.-Recuerdo que ese día mi padre suplicó que lo dejara explicarme, pero mi madre estaba tan empeñada en que él se marchara que, lo único que hice fue apoyarla porque pensé que ella tenía razón y necesitaba sentir que, no estaba sola enfrentando uno de los dolores más grandes de la vida: saber que la persona a quien amas te ha sido infiel, que ha preferido algo pasajero, alguien que solo le daba algo mientras él se arriesgaba a perder su familia, mientras mi madre le entregaba todo y él había preferido a esa mujer por encima de nosotras; mi concepto sobre él cambio ese día y me dolió tanto que no pude soportar volver a saber de &e