Bella me vio intención de responder, por lo que se puso delante de mí y dijo: -No te preocupes Sara, esto lo resuelvo yo. Srta. Linda, lo que haga con mi vida es solo mi decisión no importa si estoy haciendo las cosas correcta o incorrectamente y así como usted es libre, también lo soy yo. Me cansé de que mis padres me digan que debo hacer y con quien estar. Sé que usted es como ellos, ¡me canse de usted! Piensan que las personas valiosas son las que, tienen un apellido de clase o aquellos que, tienen una excelente posición social, pero se equivocan; los mejores seres humanos no son aquellos que más dinero tienen, sino aquellos que aun sabiendo lo que tienen saben tratar por igual a todos y verlos con respeto, sin menospreciarlos por su estrato social.
La Srta. Linda miró a Bella, sorprendida y le dijo: - ¡Gracias a Dios que he visto esto! Así podré decirle a mi hijo
Su respuesta hizo que mi enojo se pasara un poco así que, decidí hacer de cuenta que no me había dicho nada de sus padres; a pesar de saber quiénes eran ellos, nunca les había hablado y mamá tampoco gustaba de ellos, pues decía que eran muy superficiales y en cierto modo, tenía razón. Luego de eso, seguimos charlando cosas triviales y riéndonos al recordar a aquellos que, se sorprendían al ver a Bella allí.Era la primera vez que hablábamos con Bella, pero sentíamos que teníamos toda una vida de conocerla, éramos compatibles: los tres teníamos muchas cosas en común, nos gustaban las mismas cosas. Bella era guitarrista, así que cuando supo que yo era pianista, nos sentimos mucho más a gusto de poder tener otra cosa en común: La música.Ferchito se reía mucho con nosotras y nos sentíamos tan felices estand
Mentir no hará que la verdad no sea revelada, solo la aleja y tarde que temprano, ella llega en el momento indicado, ¡justo cuando debe hacerlo! Sin importar si estamos o no, preparados para recibirla. La piedra angular de toda relación es la honestidad y la base perfecta es la confianza, si alguna de las dos hace falta, se destruye todo. Se cree que, al mentir jamás se sabrá la verdad, pero bien dice el viejo dicho “la verdad más temprano que tarde, termina llegando”.“La peor verdad sólo cuesta un gran disgusto. La mejor mentira cuesta muchos disgustos pequeños y al final, un disgusto grande”Jacinto Benavente-Habíamos dicho que, nunca más volverías. No tienes derecho a estar aquí.-Si lo tengo. Te aprovechas de nuestra promesa y crees que, puedes avergonzar a mi
Carla no encontraba las palabras para responderle a su hija. Mi madre tomó la vocería -El día que mi esposo murió, eran alrededor de las 10:00 am cuando me llamaron del hospital diciendo que, se había puesto grave de salud pues su neumonía estaba muy avanzada. Fui de inmediato al hospital y al llegar, tu madre estaba allí.- ¡Cállate! -Gritó Carla - ¡Veté de mi casa!- ¡No mamá! Yo la quiero escuchar.- ¡No hay nada que tengas que saber!- ¡Claro que sí! De esto no me había enterado y si ella no estuviera aquí, seguramente tu no me habrías contado.-Lo habría hecho en su momento.- ¿Cuándo? ¡Cuando muriera! ¿En ese momento me ibas a contar? Muerta, ¡ya para qué!- ¡No hables así! Te iba a contar, pero este no era el momento.
La miré fijamente, intenté alzar una ceja y casi rio de recordar que no sabía hacerlo; sin embargo, me mantuve firme en mi seriedad.-Discúlpame por todo, Sara. Una parte de mí nunca quiso hacerte tanto daño. –Dijo y se marchó.Me senté junto a mi madre y le dije: -Necesito que me cuentes todo, ¿por qué estabas con ella?Mi madre suspiró. -Te contaré todo, pero necesito que, estés preparada para saber la verdad.- ¿De qué verdad hablas mamá?-Prométeme que, al enterarte seguirás siendo la misma chica. Esto no afectará tu personalidad y mucho menos odiarás a esa persona.- ¡Cuéntame!Mi corazón en ese momento empezó a latir a mil por segundo, no sabía que sucedía, pero presentía que mamá me
Mientras retomábamos la calma, pasaron aproximadamente dos horas, sin darnos cuenta. Al llegar a casa, era media noche.Tomé mis cosas y le hice una carta a papá.- “Querido papá:no sé por dónde comenzar a decirte como me siento. Sé que aún no ha llegado el momento de enviarte mis cartas, pero creo que, esta es una emergencia y necesito hablar contigo, ¿cómo no te atreviste a contarme que le fuiste infiel a mi madre? Bueno, tal vez no lo hiciste porque aún era muy niña en aquel entonces y no comprendería muy bien las cosas, pero ¿Por qué lo hiciste? ¿Ya no te hacíamos feliz? ¿En que había cambiado mamá? ¿Acaso ya no era especial para ti? ¿Ya no te amaba? ¿No te demostraba su amor? ¿No cuidaba de ti? Recuerdo que ella no tenía ojos para más nadie, incluso aun te s
-Ya vengo madre, iré a la playa.- ¿Qué harás? Aún no ha llegado el momento de llevarle las cartas a tu padre.-Lo sé, pero esto es algo importante. No te preocupes, estaré bien.Me dirigí a la playa, la única luz que había era la del crepúsculo; sin embargo, me acerqué a la orilla divisando aquella línea infinita del mar que, se une con el cielo. Me senté y me desahogué. Pensé que, iba a reaccionar peor ante aquella verdad que, mi madre me había contado, pero veo mi fortaleza me hizo soportar el dolor.Hice la oración antes de entregar la carta al mar para que, la llevará al cielo y allá la recibiera papá. - ¿Sabes? aunque mi madre se cerró en sí y creí que era por mi culpa, me di cuenta que fue para que no te odiara y lo logró. -Solté la carta y vi c&oac
¿Casualidad o causalidad? ¿Destino o coincidencia? Las casualidades son relaciones entre causas y efectos, nada sucede de la nada y todo sucede por alguna razón. Nada se escapa de las leyes naturales que, aunque algunas veces estén en desequilibrio, vuelven a su estado inicial. Descubrir que, todo tiene su razón nos ayuda a entender que, guardar odio en el corazón solo le hace daño a quien siente ese sentimiento oscuro; quien solo alberga amor, sigue el rumbo de la vida y el cosmos conspira a su favor."Las causas están ocultas. Los efectos son visibles para todo"OvidioHabía acabado esa semana, y llegaba el día de entrar a clases nuevamente; feliz para continuar con mi carrera como médica. Terminaron las vacaciones y con ellas terminó mi relación con Daniel, pero el
Qué extraño, ¿una sorpresa? Bueno, ella sabrá que me tiene preparado.El reloj marcaba las tres en punto de la tarde y de repente el cielo se empezó a oscurecer. Mi corazón aumentó su frecuencia y entonces me sentí nerviosa y acelerada. - ¿Qué te pasa Sara? ¿Por qué actúas así? -Pensé, mientras me dirigía al baño.-Sara ¿Dónde estás?-En el baño.-Ya estoy aquí. Sal rápido.-Ok ¿Dónde nos vemos?-En nuestro restaurante favorito, ya sabes el que está en el primer piso.-Bueno, dame unos minutos mientras bajo, estoy en el último piso.-No te demores. –Dijo, finalizando la llamada.Al bajar, la gente estaba acelerada ¿Qué pasa? Afuera llovía ¡Durísimo! pa