Ciudad capital de la Provincia Xirgona de Carlagia.
—Este planeta es horrible. –Dijo Sashak Larg, una capitana xirgona. Era una mujer de unos 40 años, bastante atractiva, de cuerpo atlético y de metro noventa de estatura. Tenía piel clara, cabello de un verde intenso y largo hasta la espalda. Sus ojos eran azules. Vestía el uniforme militar xirgón, de camisa y pantalón rojos, con hombreras decorativas, un fajón que cruzaba el pecho, así como un cinto y unas botas de color negro. El símbolo del Imperio Xirgón (un escudo con dos espadas cruzadas) adornaba el lado derecho de la camisa. —¿Por qué los dioses crearían un planeta totalmente desértico y árido como éste? Un seco e infértil infierno.
Sashak observaba por la ventana de su amplia oficina. La ciudad de Akhadasha tenía 22.000 años. Era una ciudad de piedra arenosa con calles adoquinadas. Naves espaciales y aeromóviles generalmente xirgones sobrevolaban sus suelos y cielos.
—Y sin embargo –dijo Rupert, que junto a Kriggs estaba vigilado ampliamente por dos fornidos soldados xirgones, altos, de cabellos verdes y mismo uniforme. –Ustedes masacran a los habitantes autóctonos por mantener control sobre esta roca seca que flota por el espacio.
—El uranio que hay aquí es valioso –dijo Sashak volviéndose de frente a Rupert. –Los xirgones descubrimos su sistema sola hace miles de años. Incluso tuvimos una base en una de las lunas de Júpiter. Visitamos la Tierra primitiva y ustedes nos consideraron dioses. Pensamos que los humanos eran una colonia perdida de xirgones, debido a nuestro parecido físico. Pero analizamos su ADN y no tenemos nada en común. Pensamos que conquistar su mundo sería una pérdida de recursos. Un planeta sin nada valioso y repleto de habitantes primitivos que se mataban entre sí... ¿Quién querría eso? Aún ahora, la Tierra es el planeta más pobre y débil de la Afiliación.
—Y hablando de la Afiliación –dijo Rupert— capitana Larg, Kriggs y yo somos ciudadanos afiliados y no puede retenernos sin arriesgarse a un conflicto con nuestro gobierno.
—¿Cree que no sé, Gobernador, que ustedes dos entregaron información clave a los brakioneses? –dijo Sashak. –La tribu que erradicamos era parte del Ejército Carlagiano de Liberación Nacional. Un grupo rebelde que desconoce la autoridad legítima del Sultán de Carlagia, un carlagiano nativo que voluntariamente es súbdito del Imperio.
—Un gobierno títere... –dijo Kriggs.
—A usted, Corrado, lo eligieron recientemente gobernador de los territorios afiliados en el Sistema Carixis, ¿verdad? –preguntó Sashak.
—Recientemente. Aún no asumo el cargo.
—Mi esposo, el general Ushuk Larg, es el gobernante de los territorios xirgones en Carixis.
—Lo sé.
—Probablemente se verán mucho. Pero bueno –dijo Sashak volviéndose a la ventana de nuevo. –Aunque lo correcto sería ejecutarlos por haber financiado a grupos sediciosos enemigos del Imperio Xirgón...no es posible de acuerdo a los estipulado en el Tratado de Carixis. Pero le ofrezco un trato. Su Majestad, el Emperador de Xirgón, líder absoluto del glorioso Imperio Xirgón, solicitó hablar con usted. Venga y el Imperio ahorrará la petición de sanción contra la Afiliación ante el Concejo Galáctico...
Sashak, Rupert, Kriggs y su escolta, salieron del Cuartel Militar Xirgón en que se encontraban. Las calles de Akhadasha estaban siempre muy transitadas por brakioneses y xirgones. Comerciantes brakioneses clamaban con alto volumen las virtudes de sus productos (generalmente insectos y otras alimañas fritas, reptiles de cabalgar, etc.). algunos comerciantes xirgones vendían esclavos de su misma especie, de todas las edades y sexos.
Llegaron a un puerto espacial, donde abordaron una nave militar xirgona de gran tamaño. La nave emprendió el vuelo hasta salir de la atmósfera del planeta. Carlagia se veía de color amarillo rojizo desde el espacio. La nave xirgona abrió un agujero de gusano y penetró en el hiperespacio, desapareciendo de la vista con rumbo a Xirgón.
La Sephirot se enfrentaba violentamente a las huestes devoradoras. La batalla campal se realizaba en medio del espacio interestelar. La nave afiliada había enviado cazas, pequeñas naves unipersonales que confrontaban a las naves devoradoras. En el interior de la nave las sacudidas provocadas por los tremendos disparos de los devoradores generaban chisporroteos de entre las consolas, seguido de humaredas negras.
—Los sensores reportan heridos y muertos en otras partes de la nave, señor –dijo Zirggs— así como 23 cazas destruidos, de 50...
—Los escudos están al 56%, señor –explicó Arg— con daños en todos los sistemas en un 67%.
Una enorme sacudida provocó que pesados paneles del techo cayeran sobre los tripulantes, dejando al descubierto cables chisporroteantes. Todos los oficiales estaban en el suelo.
—¿Se encuentran bien? –preguntó Zílog levantándose. Sangraba (de color amarillo) por la sien derecha.
—Estoy bien –dijo Cheng levantándose, con una grave quemadura en su brazo derecho.
—No puedo levantarme –dijo Arg aplastado por uno de los paneles— pero no siento dolor agudo, si a eso se refiere.
—¿Y tú Nam?
—Estoy bien –dijo levantándose— pero el sargento 2000 murió. Un panel le cayó encima destruyendo su cuerpo robótico.
Continuaron las sacudidas.
—Considerando lo que hacen a las mujeres, si perdemos... estos devoradores no me atraparán con vida... –dijo Cheng sacando su arma láser del cinto.
—Relájese, Mayor –reprendió Zílog— la necesito concentrada en la batalla.
—Daños en el 45% de los sistemas –dijo Nam— y escudos al 33%. Perdimos 43 cazas. Pero ellos han perdido 18 naves de 30.
—Disparen cañones fotónicos –dijo Zílog, y entre Cheng y Nam accionaban el armamento— Ataque al área lateral. Láseres al franco derecho. Ataques selectivos a la nave nodriza. Más cañones fotónicos a la formación central...
La lucha prosiguió hasta que finalmente, las naves devoradoras optaron por irse.
Complacidos por el final de la batalla, un puñado de cazas volvieron a la Sephirot.
—Los devoradores usaron la nave perdida como señuelo –teorizó Nam— para atraer nuestra atención. ¡Malditos!
—Bueno –dijo Zílog— ánimo. Adentrémonos a la nave, que nos ha costado tanto. Quizás los dioses nos tengan una sorpresa que valga la pena en el interior...
Planeta DashánProvincia del Imperio XirgónEl Planeta Dashán es un mundo acuático, que se ve de un azul intenso desde el interior. Casi el opuesto al Planeta Carlagia, que no tiene ni océanos ni lagos, ni grandes acumulaciones de agua. Dashán es, por el contrario, un mundo sin continentes que tiene muy pocas extensiones de tierra firme. Salvo por algunos islotes en la zona sur del planeta.Una potente nave militar xirgona aterrizó en Agua Clara, la ciudad capital de Dashán. De la nave surgió la poderosa figura de Ushuk Larg, un general del Imperio Xirgón curtido por años de batalla. De unos 100 años (bastante joven para ser general), aparentaba la edad de un hombre adulto, fornido y tosco, en la plenitud de su vida. Era muy musculoso, con una barba cuidadosamente recortada. Cejas espesas y un largo cabello que sostenía en cola a
Planeta Nuevo SáuxerCapital de la Corporación SáuxerDía 8 del Mes 13 del 2100 D.A. Nuevo Sáuxer era un mundo totalmente urbanizado. La ciudad se extendía por kilómetros y kilómetros. Gigantescos rascacielos cilíndricos se erguían ominosos hacia el cielo nublado por las emisiones de gas que habían destruido la atmósfera, siendo el edifico más grande de todos la Torre de la Tesorería. Una titánica edificación de 300 pisos, sede del gobierno sáuxer. Una incesante marea de miles de naves y aeromóviles deambulaba eternamente por los cielos del planeta.En uno de los edificios se localizaba el apartamento donde residía Sálax. Una hermosa mujer sáuxer, que como todos los sáuxer tenía piel muy clara, orejas puntiagudas, ojos amarillos con p
Constelación Pléyades Planeta Xirgón, Capital del Imperio XirgónDía 9 del Mes 13 del año 2100 D.A. Es casi imposible describir el planeta Xirgón. Bajo un cielo de color púrpura, sobre vegetación de color anaranjado, subyace una maraña interminable de urbanismo poderoso. Ciudades y ciudades hasta nunca acabar. Una cantidad de millones de naves y aeromóviles atraviesan su cielo a todas horas. Los edificios xirgones, cuya arquitectura es similar a sus naves; de tonalidades verdosas, a veces similares al mármol, con pisos adoquinados y enormes torres. Una estructura estilizada y sobria, repleta de columnas dóricas, ventanas y puertas redondas y techos planos.De entre todos los edificios xirgones, el mayor es el ominoso Palacio Imperial. De una magnitud que será recordada en los anales de lo gl
Nave SephirothÓrbita de Xirgón.Día 11 del Mes 13 del 2100 D.A. Rupert y Kriggs fueron recogidos dos días después por la nave Sephirot. Tras adentrarse a la misma, fueron recibidos de inmediato por Zílog en el puerto de descarga.—Es un placer volverlo a ver, Gobernador –dijo Zílog— nos conocimos brevemente cuando usted era alcalde. Me alegró mucho que ganara. Voté por usted. Nunca me llevé bien con su predecesor, Ker. ¡Que tipo tan odioso! Como comandante de las fuerzas militares afiliadas de Carixis quedó a sus órdenes, como debe ser.—Debo decir, Capitán, que su labor ha sido excelente –felicitó Rupert— la seguridad de los ciudadanos afiliados en Carixis no podría estar en mejores manos.—Llámeme Zí
Nave sarconianaEn algún lugar cerca de Carixis. Día 11 del mes 13 del año 2100 D.A. Las naves sarconianas por dentro y por fuera, eran un conjunto de piezas mecánicas grises y oscuras. Tubos, circuitos, mangueras, y otros aditamentos metálicos se entrelazaban semicaóticamente en medio de la estructura cuadrada de la nave. En el interior, la iluminación correspondía a luces azules fluorescentes, que alumbraban largos pasillos con suelos de cedazo.En una de las habitaciones de la nave se situaba una sala de torturas. En esta deplorable habitación dedicada al dolor y el sufrimiento, estaba sentada Kriggs. Sobre una fría silla metálica, con las manos encadenadas por grilletes a los brazos de la silla. A su alrededor, una lúgubre colección de filosos ganchos colgando de largas cadenas del techo, hac&iac
Frontera de la Afiliación y el Imperio XirgónCerca del Planeta Afiliado de LobariaDía 13 del Mes 13 del Año 2100 D.A.Una encarnizada batalla se libraba en la frontera afiliada—xirgona. Las dos tropas se atacaban mutuamente con fiereza. Unas 30 naves de ambos bandos disminuían numéricamente conforme la aguerrida contienda hacía explotar las naves. Las dos naves mayores, las Naves Nodrizas, resaltaban en ambas tropas.—Señor –dijo Nam a Zílog desde una consola. La nave entera estaba muy golpeada, brotaban humaredas de humo negro de tres consolas. Había cables chisporroteantes que caían del techo tras el colapso de varios paneles. Las sacudidas provocaban serios saltos entre los tripulantes.—¿Sí, comandante Nam? –respondió Zílog.—Tenemos los escudos al 25%, la mayoría de
CibertopíaCiudad afiliada de Carixis 2—Reportando en vivo, para Noticiero Galáctico –decía ante las cámaras el periodista humano de origen indio, ataviado por un turbante sikh y una larga barba. –Soy Alí Singh Sagath. Les informo que en estos momentos una serie de terribles disturbios acontecen en las principales ciudades afiliadas de Carixis. Lo que comenzó como una huelga general de trabajadores androides, ha degenerado en motines y enfrentamientos con los efectivos de seguridad... –El camarógrafo tomó las imágenes de unos cincuenta androides manifestantes, con cartelones y pancartas, enfrentándose a militares uniformados antimotines, los cuales eran en su mayoría orgánicos de todas las especies afiliadas. Una bomba molotov, de origen desconocido, cayó cerca del camarógrafo, por lo cual suspendieron la tra
Edificio de Gobernación Ciudad afiliada de Astrópolis Carixis 2 El Edificio de Gobernación era una estructura de típica arquitectura afiliada que se erguía con unos 20 pisos de altura sobre el cielo verde de Carixis 3. Dentro de sus espaciosas oficinas, centenares de burócratas afiliados trabajaban atendiendo a los ciudadanos que realizaban trámites particulares, o administraban las distintas tareas necesarias para la gestión colonial. En el último piso se encontraba la amplia oficina del gobernador, donde Rupert –dos días después de su juramentación— se sentaba en su escritorio plástico de gran tamaño reposando en una cómoda silla móvil. Hablaba por medio de su videófono con una mujer brazzky de unos 50 años. —Hay muchos sectores bastante enojados contigo dentro del Partido, Rupert –decía la mujer desde la pantalla. –Por tu... atrevida acción, en cuanto a resolver el problem