Cap. 101: Alguien másDerek se devolvió y espero en la entrada a la habitación donde estaba su madre. Pero cada vez que recordaba las palabras de su hija al chef le confundía más.«Cómo pudo decirle “sé que ¿quieres? a mi papi”. No, debo estar confundido» Enseguida vio a su hija llegar con un plato de frutas recortadas en una figura que parecía un gran oso. Derek sonrió cuando Berit le dijo:—Papi, no quiero que Jérémie se vaya, mira esto tan lindo y sabroso. Mira él me está enseñando a recortar las frutas así de lindas —Derek le miró los ojos a su hija y vio ese brillo de admiración y de sentirte orgullosa por lo que estaba haciendo—, y no me mires así que él me da los cuchillos para niños, así que no me cortaré… Papi, él también me dijo que si tú quieres él me ayuda con mis deberes en casa. ¿Tú crees que puede ser?—Si tu quieres te contrato a una profesora para que venga cada día, ¿quieres?Berit lo miró con sus labios fruncidos.—¿No confías en Jérémie? ¿Crees que le puso eso
Cap. 102: Agenda ocupadaAl llegar a la oficina Derek estaba muy decaído, pero terminó de decaerse al ver el rostro ensombrecido de Aby. Sin embargo su mentón seguía en alto.—Buenos días —saludó y tomó su bata y el estetoscopio—. Estaré en la sala de urgencias esta tarde.Aby lo miró de reojo. Estaba serio y con expresión hosca.—Hallo! —dijo escuetamente. Tenía sobre su escritorio una gran cantidad de papeles por lo que Derek observó ello y se quedó frente a ella, quien levantó su cara y le miró interrogante.—¿A qué se debe tantos papeles?—Estoy organizando un plan de negocios para este año. El doctor Ritter vio el pre y le gustó.—¿Acaso olvidas que soy yo quien debe aprobarlo?—A usted ni lo veo aquí, parece que su agenda está muy ocupada, doctor.—Eso te digo yo a ti Aby, tienes varios días que llegas demasiado tarde o sencillamente no vienes.—Tengo un hijo y un marido a quienes atender antes de salir de casa —Derek apretó las reposabrazos—, así que disculpe, yo no estoy
Cap. 103: Planes malvadosDerek se despidió, incluso antes de que Aby se fuese. Ella estaba en la habitación de los niños con su hijo dormido al lado de Solmari, los miraba por la ventana, sus ojos humedecidos.—Ojalá entiendas de una vez quienes te quieren realmente Derek Wolf… Ojalá.***Derek se levantó a medianoche y con un pálpito en su corazón revisó la refrigeradora, algo que no acostumbraba a hacer jamás y sin siquiera estar seguro de que buscaba allí. Miró de un lado a otro y hurgó apartando envases y oliendo preparados contenidos allí, sin embargo no logró llegar a las estanterías altas, donde se guarda lo que debe estar a más altas temperatura. Hasta donde pudo revisar no encontró nada que le hiciera tener ideas raras o sospechas de algo inusual.Se quedó con ganas de revisar los gabinetes altos y las repisas, pero no tuvo otra opción que salir, sólo que divisó una sombra que se acercaba a la cocina y rodó rápidamente hasta debajo de la encimera, donde por su silla entraba
Cap. 104: Grandes cambiosMarlene lloró aquella noche y maldijo al pobre Jérémie. Como si fuese sido él quien puso a Derek en su contra, cuando fue ella misma por quererlo tener siempre bajo su dominio.La mañana siguiente Derek se ocupó de llevar a su hija al colegio, quien estaba feliz porque su padre le contó que Jérémie regresaría la semana siguiente, sin embargo él todavía no había ido a buscarlo. Aún no sabía si en verdad él iba a regresar puesto de que envió la carta de pedido a la agencia, pero aún no le habían respondido.Al llegar a su oficina se encontró con un rostro sonriente al entrar, ya hacían varias semanas que Aby se mostraba seria con él después del amonestamiento escrito por sus llegadas tardes, aunque no era precisamente por eso, pero así lo pensaba él.Emma venía detrás—: Doctor Derek, la señora Adalia le dejó una grabación en su teléfono y me llamó para que se lo recuerde, ya que ella sabe que usted no oye notas de voz.—Gracias Emma —dijo y miró de reojo a Ab
Cap. 105: Notas—¡Maldición! Derek sobrepasó el tiempo permitido tomando medicamentos esteroides y eso le está causando lesiones a nivel muscular. No debió usarlas por tanto tiempo, él lo sabe.Ritter respiró profundo.—Doctor Ritter, pero que viene ahora, ¿se recuperará?—Gracias a que estuviste allí y me avisaste, eventualmente se recuperará. Esto no es nuevo, ya a él le debe haber pasado otras veces, pero nadie se había percatado.—Pero él es médico.—Por eso lo digo, él sabía que ya estaba teniendo consecuencias su abuso, sin embargo lo ha seguido haciendo porque como médico cree que puede controlarlas a tiempo, pero no es así, estas lesiones avanzan más pronto de lo que imaginamos.—¿Sepondrá bien del todo? ¿Sin secuelas?—Sí, estoy casi seguro de ello, sólo que no puede consumirlas ahora en mucho tiempo.—Pues no lo hará, yo me encargaré de eso.—Aby, él ha estado pasando por mucho estrés y aunado a eso cumpliendo tratamientos y terapias muy fuertes para mantener sus piernas
Cap. 106: InvitaciónDerek, no sólo estaba apenado con Aby, sino con todos sus compañeros del hospital, por una parte se sentía tan agradecido por todo el apoyo que secretamente en las clínicas le estaban brindando. Asumió que para Ritter aquello no era relevante, por su forma tan fría de ser y que por eso no le había comentado de ello, pero luego de hablar con Emma supo que Ritter no estaba del todo enterado de ello. Que Aby lo había descubierto porque oyó comentarios al respecto y decidió indagar. Por eso entendía ahora el que nadie le hizo ningún comentario respecto de su silla y su estado.Volvió a abrir y a leer la tarjeta que contenía el cheque anexo.«¿Marlene ha sido tan egoísta conmigo y yo se lo he permitido, porque esa es la verdad… Yo debí andar sin detenerme y dejar de lado sus imposiciones para que ella aceptara de una vez por todas mis decisiones»Luego pensaba:«Pero ¿Cómo puede una madre ser tan cruel con su propio hijo?»Derek recibió una llamada a su celular, al
Cap. 107: Azul Grisáceo.La mujer por supuesto dio un grito que hizo gritar del susto al niño también.Marlene entró a la habitación y la mujer estaba todavía viendo al hermoso niño que lloraba muy fuerte. Los ojos de Marlene se abrieron enormemente al ver al niño que tenía al frente.—Berit, ¿quién es ese niño? Berit lo sacó del closet y lo apretó contra ella.—Es un amiguito que traje a casa hoy, mi papá ya sabe que él está aquí y ya nos viene a buscar para llevarnos al parque.El niño se apretaba fuertemente a las piernas de la espigada Berit, mientras escondía su carita.Espera Berit, espera un momento, déjame ver a este enano tan hermoso. Berit reculó con el niño apretado aún más a ella y apretando su cabecita a las piernas de la niña.—Vuélvete a verme mi amor, anda, date la vuelta que quiero ver tu rostro.Pero Arón ni siquiera soltaba las apretadas piernas de Berit.—¡Abuela! Ya es suficiente, déjalo tranquilo él no te conoce y no se acercará a ti.—Pero es que quiero verl
Cap. 108: Un beso del pasadoDerek se quedó mirando a Jérémie y el color de sus ojos le trajo a su mente a alguien que igualmente tiene los ojos en ese color.Le recordaron los ojos de Aby, incluso hasta sus pestañas crespas como sus rulos la trajeron de un solo sopetón. Derek bajó a Arón y lo dejó en el piso, mientras el hombre rollizo no dejaba de mirar a su hijo hasta que se reunió con Berit y se subieron en unos aviones que subían y bajaban entre sí. Derek se quedó cerca de ellos, no quiso acercarse de nuevo a aquél hombre que por razones irrazonables le hacían sentir que aquél hombre lo miraba cálidamente. Repentinamente sintió a su hija detrás mientras en sostenía al niño de la mano.—Papi, papi —Derek reaccionó.—Dime hija, discúlpame estaba distraído.—¿Quieres comprarnos helados?—Claro, vamos.Derek llegó a venta de helados, pero habían muchas personas, entonces repentinamente Berit se subió sobre el hombro de su padre y la mujer lavio, riendo le entregó los cuatro h