— ¿Crees que con eso hablare? — el tipo aun tenia buena resistencia, normalizo su respiración en cuestión de minutos y no tenia temor al ver la sangre salir de él.
— Solo es el aperitivo no te adelantes a la situación… — resople, realizar torturas era una de mis especialidades. Por eso siempre obtenía mis pruebas en mis casos.
— Ustedes son tan patéticos… ¡Aaaah esta fría! — grito en cuanto uno de mis hombres le aventó una cubeta con agua y hielos.
— Un buen baño antes de la fiesta. ¡Tráeme varias inyecciones de adrenalina! — ordene — no queremos que nuestro amigo se nos vaya tan rápido.
— ¿Ya traerán la maquina? — pregunto Ares — seria interesante asar la carne antes de dársela a los perros. Merecen un buen festín — solté una risa jugu
Vanessa…Casi inmediatamente después de que Vernon me echo de ese cuarto regrese a donde estaban las demás chicas reunidas. Me sentía nerviosa por lo que le harían a ese hombre, pero, recordé que no debía cuestionar nada… aunque eso me tuviera pensando minuto a minuto.— ¿Qué te tiene tan pensativa Vanessa? — pregunto Amelia sentándose en su tocador — parece que alguien murió — solté una ligera risa.— Nada solo… — volteé a verla con la intensión de contarle, pero me abstuve, no tenía por qué decir nada. — ignórame, estoy cansada nada más — me observo con detenimiento levantando la ceja.— ¿Es por algo por lo que Vernon te pidió hacer? — me sorprendió tanto su pregunta que gire a verla con rapidez.— Tu… &ique
Después de esa conversación que tuve con Amelia y Vernon, me quedé en la casa los siguientes quince días. Supuse que Vernon estaba trabajando pues ni sus luces pasaba por aquí o si quiera me llamaba.Supongo que su profesión le exige demasiado, ser abogado sé que no es nada sencillo y es meramente demandante, solo esperaba que estuviera bien y cuidara de su pequeña.«Ni te preocupes por él, que ese hombre jamás le importaras…» recrimino mi mente, estaba duchándome mientras pensaba en todo eso.Durante estos días no me atreví a ver esos videos que Amelia me dio o siquiera abrir la caja que me había regalado cuando recién lo conocí. Si lo sé, soy tímida en ese aspecto, no es algo que me importara o llamara mi atención es más hasta a las películas de adultos le huía, pero sé que
Vernon…No podía dejar de pensar en esa chiquilla, trate de refugiarme en el trabajo pues tenía muchísimo pendiente. Las demandas contra Mariel Lamberts estaban siendo cada vez mas agresivas. Videos, fotos, acusaciones falsas, en fin. Son muchísimas cosas con las que tenía que lidiar.He estado tras el rastro de Angel, pero es difícil, parece que se esfumo de la faz de la tierra. Ni siquiera Margaret aparecía lo que me dejaba sin pistas que seguir, sin como encontrar a esa maldita.Desde que Vanessa apareció en mi vida ha borrado por completo los sentimientos que tenia por Margaret, aunque lo negara no podía mentirle a mi mente y mi cuerpo.— ¿Señor? — escuche a Vincent llamarme, parpadee simulando estar concentrado.— ¿Sí? ¿Me llamaste? — frunció el ceno y me entrego una carpeta con los casos que ver&iacu
— Señor, yo solo sigo sus peticiones. No me atrevería a tener nada con ella — expreso Brent, al menos confiaba en mi gente.— Llévala y si sucede algo, me llamas. Estaré cerca — asintió y salió detrás de ella.Esperaba hablar con ella y expresar lo poco que sentía. Podíamos ser amigos y comenzar a cortejarla… ¿Le gustaran las flores? ¿Los restaurantes caros o económicos? De verdad me sentía como un adolescente.Brent me llamo diciendo que la Vanessa estaba tardando un poco con su tesis, decidí ir yo mismo por ella así que le pedí que se regresara a la mansión. Acelere mi Lamborghini a todo lo que daba y en menos de 5 minutos llegue. No me percate de las miradas que recibía yo solo quería encontrarla y justo mire lo que menos desea, ella siendo besada por alguien más, pero… me alegre cuan
Vanessa…La confesión de Vernon me dejo perpleja, no sabia que decir al principio y realmente tenia miedo. Siempre quise que algún chico me confesara de esta forma sus sentimientos, pero, no me imagine posible que fuera alguien como el que es ocho años, mayor que yo… ¡Joder! ¿Qué me pasa? ¿Me gusta a mí también?« Pues claro que sí, disfrutaste de tenerlo entre tus piernas y no solo eso fantaseaste con el… » ¡Cállate no digas esas cosas!, me reprendí a mí misma.— ¿Qué dices Vanessa? ¿Lo intentas conmigo? — pregunto mirándome con ojos suplicantes, no sé qué hacer.— ¿No crees que somos de mundos diferentes? Es decir… soy una pobre chica que cayo en una trampa por necesidad… y tu me compraste. Literalmente.— Vanessa, s
— Vernon… explica… Aaah — no me dejo continuar pues puso su miembro en mi entrada, frotándolo sin la menor decencia, haciéndome vibrar al instante. — Shh nena, después hablamos de todo lo que quieras saber… es hora de la practica — lentamente se introdujo en mi cavidad, lo sentía llenarme completamente. — Auch… — musite cuando un ligero dolor se hizo presente. — ¿Te duele amor? — abrí los ojos y note que me observaba con ternura y preocupación… me dijo amor… — Yo… — no supe que decir en ese momento, estaba muy conmovida. Ya no tenia duda de lo que sentía por él, mi amor era real… y quizás el de el igual — duele un poco… — mis ojos se cristalizaron y desvié la mirada. — No llores mi amor, no quiero verte triste. — No estoy triste solo… nadie me había dicho así — me sonrió y beso mis lágrimas. — te quiero Vanne, de eso estoy seguro — volvió a moverse lentamente. Miro mir gestos y se detuvo, no se por que me dolía. — si quieres me detengo
Vernon… Sali de la mansión junto con Vanessa directo a mi casa, donde estaba mi hija Helena. No sabia si estaba siendo brusco o si debía esperar tiempo, pero quería hacerlo bien con ella, podía sentir que ella me quería, que aceptaba cada parte de mi ser y aunque había cosas que aun no le he dicho sobre mí, espero que pueda amarme aún. — ¿No estas nervioso? — la escuche preguntarme mientras manejaba el auto. — Nena, no debes estar ansiosa. Helena ya te conoce, es mas te adora — miraba como frotaba sus manos y sostenía sus mangas. — Vernon es que… ¿Y si no me quiere? ¿Y si llora por…? — entendí su pregunta, aunque no la dijera completamente, creo que debo explicarle la situación con mi hija. — Vanessa… — estacione el auto en la lateral de la carretera y prendí las intermitentes — creo que nunca te explique nada sobre mi vida. — De hecho, no Vernon — me miro a los ojos confundida — no se mucho de tu vida y prácticamente tu
— ¿Te parece si nos mudamos juntos? — le pregunte a la mujer entre mis brazos después de hacerla mía hasta el cansancio, no me podía controlar con ella. Era como una adicción para mí.— Pues… creí que ya lo hacíamos. Digo desde hace 4 semanas estamos viviendo juntos… — me dio un leve golpe en mi frente y reímos juntos.— Me gustaría conocer a tus padres… — abrió los ojos ante la sorpresa, incorporo tapándose con la sabana esos increíbles senos que tanto adoro saborear.— Yo… no sé, me fui tan abruptamente y no he contestado muchos de sus mensajes. Supongo que están enojados conmigo… — me senté y la jalé hacia mí, quedando los dos recargados en la cabecera.— Podemos ir un día y hablar con ellos. Ya eres adulta, además quiero hacer