MEGANAún no puedo creer lo que estoy escuchando del juez que está esperando a que firme, es como un maldito dejá vu, trago grueso, a mi derecha se encuentra Alicia, mirándome con cierta lástima, la esperamos luego de que me dijera que íbamos a salir y a mi izquierda, Brandon, callado e implacable. Cuando escucho que el juez me pide que firme los documentos en los que estoy aceptando ser la esposa de Brandon, creo que escucho mal y niego. —No me voy a casar contigo —logro articular apenas con dificultad. El ambiente se vuelve pesado, un Brandon tranquilo toma una bocanada de aire y metiendo las manos a sus bolsillos, voltea a verme. —Si no firmas, tu vida correrá peligro —dice—. Sabes que no juego. —No importa. —Firma o juro que Gabriel entonces sufrirá las consecuencias —sentencia una última vez. Cierro los puños, es mi primo, mi sangre, pero a él tampoco le importó meterme en esta situación cuando planeó todo con ellos y les volvió a abrir las puertas de la casa, así que esta
MEGANHan pasado tres días en los que he tratado de adaptarme a las constantes exigencias de Brandon, no ha intentado nada conmigo hasta ahora, lo cual agradezco, prefiero que las cosas sean así, Alicia sigue siendo mi sombra hasta en la oficina, aunque más que eso es como una nueva compañera, no diría que somos amigas, no tenemos tantas cosas en común, y aún sentimos que los errores del pasado no se pueden esfumar de la noche a la mañana. Pero es sin duda un apoyo, mi primo Gabriel está mejor, hablé con él por la noche y me pidió una disculpa, él solo quería que las cosas volvieran a ser como antes, y ese es su mayor error, porque ya nada será como antes, no importa lo que haga, volver al pasado no es una opción. Lena se mantiene a raya, no hemos cruzado una palabra y se la pasa encerrada en su habitación, tampoco baja al comedor, prefiere trabajar, ya que si se presenta en la empresa, iríamos de picada, Brandon tuvo hace unas horas una junta con los socios, y aunque a la mayoría
MEGANLas cosas no están bien, no cuando desde un principio empezaron con el caos y terminaron como el infierno, para cuando despierto, temo encontrarme de nuevo frente a la realidad, me siento una pieza de ajedrez en la que han estado ganando todos menos yo, estoy cansada, necesito un respiro. El problema con esto es que no estoy en la habitación de la casa de los Lewis, porque aunque lleve su sangre, no me siento parte de nada, mucho menos de ellos. Me incorporo de la cama, noto que estoy atada a un par de mangueras de suero, me los quito, la mano la tengo vendada, seguro por el accidente, no estoy dentro de un hospital, eso se puede ver a leguas, jamás había visto esta habitación, me asomo por la ventana, está anocheciendo, traigo puesto un camisón que cubre mi trasero aunque no lo suficiente. Siento que el aire se me atasca en la garganta cuando llego a la puerta y está abierta. El pasillo está a oscuras, camino buscando una salida hasta que me encuentro con Alicia, subiendo l
MORGANCuando estaba a punto de llegar a mi destino sin ser visto, un auto me interceptó en medio camino, es por ello que cambié la ruta, pero ya era demasiado tarde para hacer un cambio en mi plan, Brandon Lewis bajó del auto, ambos nos apuntamos con un arma, solo que él fue más veloz y me dio en el brazo. —Nos volvemos a encontrar, Morgan Shaw —sisea.—¿Acaso me has estado pensando? —inquiero con burla. No dice nada, solo chasquea los dedos y al verme herido es como su ego se engrandece más, un segundo y tienes a tu enemigo cara a cara. Frunzo el ceño cuando me toman por la fuerza y me acercan a él, no le temo, nunca lo he hecho. —Si mi abuelo viera esto, se daría cuenta de que yo siempre fui la mejor opción —me suelta un puñetazo que me gira el rostro—. ¿No crees? Mi boca se llena de sangre y río. —Claro, ¿y con quién estoy hablando? Con Brandon el serio o Brandon el demente. Mis palabras hacen que me gané un nuevo golpe en la nariz. Pero no me dejo doblegar por él, no por a
MEGANCuando Alicia me contó su idea, pensé que me iba a traicionar, lo primero que me propuso fue que dejáramos que Morgan se las arreglara solo, pero simplemente no pude solo hacer eso y desaparecer, no cuando él ha hecho tanto por mi sin siquiera saberlo a ciencia cierta al creer que me había traicionado por otra mujer. No soy de las que se va como si nada, así que cuando me vio decidida a no dejar de lado a Morgan, me propuso su plan, y ahora ella se había infiltrado en la mansión Lewis, sabía bien que ellos me estaban buscando, así como el hecho de que Brandon tenía en el sótano a mi primo Gabriel y a Morgan, encerrados, sin nada de información y en pésimas condiciones. Resultó que Alicia tenía contacto con uno de los hombres de Brandon, así que fue él quien nos ayudó, y mientras ella fingía estar de su lado, hablando con ellos, su amigo me ayudaría a escabullirme en la mansión, como lo está haciendo ahora. Además, antes de venir aquí, nos contactamos con la policía, la parte
MEGANMi corazón late con fuerza, no puedo creer que esto esté pasando, no cuando ahora las cosas iban mejor, Alicia está bramando, intenta defenderse pero el ajuste de Brandon es demasiado poderoso como para que ella se pueda soltar con gran facilidad. Doy un paso adelante con la intención de salir en su ayuda, pero Gabriel me lo impide negando con la cabeza. Volteo a ver a Morgan, tiene que detener esto de algún modo, no lo hace, solo observa la situación como si nada estuviera pasando. —Ahora, por lo que veo, Megan es alguien demasiado lista —sonríe Brandon bajando un par de escalones. Tanto Morgan como él no pierden contacto visual, los dos son como llamaradas que están a punto de incendiar todo. Lena le acompaña, sangre brota de la nariz de Alicia y siento lástima y rabia al mismo tiempo por ella, porque es quien me ayudó. —La familia reunida —Brandon suelta una carcajada que me causa escalofríos—. Que sorpresa. Morgan me mantiene detrás de él. —¿Protegiendo tu legado, Mor
MEGANPara cuando regreso a la realidad y abro los ojos, noto que estoy dentro de una habitación de hospital, las imágenes me asaltan y me pongo nerviosa, las máquinas que están conectadas a mi cuerpo y que revisan mis signos vitales, comienzan a pitar, mi corazón está acelerado. La puerta se abre y entra una enfermera, seguida de su ayudante. —Señora Shaw, tranquila, está a salvo —me dice mientras intento quitarme todo. Por un instante, solo por un breve segundo, creo que estoy de nuevo dentro de la misma pesadilla, aunque al final le hago caso a la enfermera. —¿Dónde estoy? —inquiero.—En el hospital, su esposo está firmando unos documentos para que la demos de alta, ha estado tres días aquí —me comenta con un tono de voz dulce. Las alarmas se disparan en mi sistema y trago grueso. —Mi bebé, es decir… —Oh, eso, el producto está bien, no hay alteraciones, pero debe tener cuidado, tiene baja las defensas y un poco de anemia, pero nada que no tenga remedio, tranquila. Sus pala
MEGANHan pasado cinco meses desde que regresé a Londres con Morgan, al principio los nervios me mataban, no sabía qué hacer para tratar de convencer a Morgan de que no era buena idea enfrentar a sus padres los dos juntos esta vez, pero como siempre suele suceder, no me prestó atención y nos mudamos. Tal y como lo dijo él, todo el dinero de los Lewis cayó en mis manos, propiedades, todo, soy lo que la gente llama… nueva heredera, no es que me interese lo que dicen de mí a mis espaldas, mientras no se metan con lo que más amo, todo estará bien. Hice un recuento de los daños, en especial cuando me enteré de lo que había hecho Morgan para deshacerse del compromiso con Carelle, pobre chica, aunque no lo lamento para ser honesta. El día que fuimos a hablar con sus padres, da inicio la tercera guerra mundial. No les pareció que luego de comprobar que su padre y ella eran incapaces de sobrellevar una empresa a flote, así como todos los negocios familiares, Morgan tomó las riendas y ahora