MEGANGabriel se le va encima al empleado, este, sin saber qué es lo que pasa realmente, no le da tiempo siquiera a reaccionar para poder defenderse, el primer puñetazo cae sobre su rostro, haciendo que sangre por la nariz, no cuento las veces, solo veo a mi primo golpearlo hasta dejarlo con la cara cubierta de sangre, es entonces que reacciono. —¡Gabriel! Me acerco hasta él, intentando que pare, el tipo ha quedado inconsciente o muerto, no sé, pero tengo claro que debe detenerse o aquí tendremos una escena del crimen, coloco mis manos sobre sus hombros y el tacto es lo que lo hace detenerse. —No le digas nada de esto a Brandon —bufa—. Si se entera, él si lo matará. Mis ojos van directo a sus manos, los nudillos los tiene rojos y cubiertos por la sangre del tipo. —Ese hijo de puta, no debió —se pasa una mano por el cabello. —Ya pasó todo, ven —tomo su mano antes de que siga haciendo un desorden con sus manos y la sangre. Lo llevo hasta el lavabo, ahí se enjuaga las manos, mient
BRANDONHace algunos años cometí el error de casarme con una mujer que no solo era más fría que el hielo, sino, que a cada momento no dejaba de recalcarme el hecho de que mi hermano era mejor que yo en todos los aspectos, no la culpo, puesto que ella fue su novia antes que la mía. Muchas personas de la crema y nata de la sociedad, decían que ella había pasado del hermano estrella, al mediocre, y en aquel entonces yo estaba profundamente enamorado, o al menos eso era lo que creía, ya que lo que me hace sentir Megan, es más fuerte. Son la clase de sentimientos, sensaciones, que me hacen ser posesivo con ella, como si no quisiera dejarla escapar, Megan es mía, Elizabeth, solo fue el momento. Y ahora la tenía frente a mí, en la cena que la bruja de Lena ha organizado, está jugando sucio, ambos lo sabemos. Como no pudo separarnos, ahora va a hacer todo lo posible por ponernos en contra, era de esperarse, sin el abuelo, la perra va a ser todo lo que esté en sus manos por destruir lo que
MEGANMiedo, eso es lo primero que siento cuando Brandon me lanza dagas de fuego por los ojos, y es que sin duda no está contento con lo que dejó el abuelo, ahora comprendo que realmente nunca lo conocí, y el porqué seguro que mi madre biológica escapo con papá. Tampoco lo está con mi respuesta, pero, ¿qué podemos hacer? No hay opciones, el abuelo lo sabía perfectamente. Gabriel se queda callado mientras analiza los pros y contras de la situación, hace un par de horas que llegamos y ya me quiero marchar, siempre he odiado los problemas, al parecer los Lewis van agarrados de las manos por ellos. —No hay otra opción —rompo el silencio—. Si no me caso con Morgan, ustedes no van a recibir nada de la herencia. —No queremos nada, Megan, el dinero no nos importa —dice mi primo—. Es lo que quiere decir Brandon también. Me muerdo el labio inferior. —Ya, pero ten en cuenta que mientras esté Lena bajo la supervisión de todo, las cosas no van a ser nada fáciles para ustedes. —Tampoco para
BRANDONCuando veo a Megan marcharse, sé que las cosas andan mal, Elizabeth me pidió que habláramos, le seguí el juego pero luego ella exageró al pedirme que la follara. La rechacé y es por ello que salimos, luego me encontré con Megan y ahora ella seguro piensa que soy un capullo. —¿Tan rápido y se enojó? —bufa Lisa a mis espaldas—. No aguanta nada. La miro por encima del hombro y decido que ignorarla es lo mejor para los dos. Sin decirle nada, comienzo a caminar en dirección a mi auto, estoy seguro de que va para la casa, seguro a hacer las maletas, últimamente tiene una manía por querer escapar. —¡Brandon! —grita Lisa a mis espaldas. No me detengo, es ella quien tiene la osadía de tirar de mi brazo. —No hemos terminado de hablar. —A mí me parece que sí. —Soy tu esposa —replica.Esa maldita palabra termina por ponerme de mal humor, ¿de verdad se cree esa maldita mentira? —Nos vamos a divorciar —me suelto de ella—. Es un hecho. Sus ojos se crispan. —¿Tanto la amas? —levant
MEGANEl miedo me vuelve a invadir al observar cómo los paramédicos hacen todo lo posible por ayudar a mi primo Gabriel, Lena no aparece por ningún lado, escuché claramente lo que él dijo antes de desvanecerse por completo, tal vez no crecí con él, pero siento que ya lo quiero demasiado como para dejar que le hagan daño. Es mi sangre, mi familia, por lo que me siento en la necesidad de ayudar, cueste lo que me cueste, mientras Lena siga en el poder, nosotros estamos en peligro, primero fue Gabriel, ¿quién sigue? Brandon o yo.—Iré con él, quédate aquí —me dice Brandon rápidamente. —No, iré con ustedes —niego y es mi última palabra. No parece estar contento con mi decisión, pero no puede hacer nada al respecto, aún hay muchas cosas de las cuales hablar, pero eso queda en un segundo plano, ahora lo más importante es que Gabriel esté bien. —Dicen que al parecer fueron los frenos —murmuro dentro de la ambulancia. —No, fue Lena, sabes, creí que toda su furia iba a recaer sobre mí, des
BRANDONAlgo me oculta, lo puedo sentir, si algo me enseñó Alejandro Lewis, es a saber oler la mentira de la verdad, y en estos momentos ella miente, casi estoy seguro de que me oculta algo. Se pone nerviosa y su pecho sube y baja debido al disparo de adrenalina. —Te hice una pregunta —inquieto de nuevo. Sella sus labios y solo pienso en follarla. —Con nadie, intentaba llamar a Magali de recursos humanos, se me ha olvidado mencionar que el abuelo quería que me quedara trabajando a mi regreso. Una mentira más. Lo sé, pero no se lo demuestro. —Entiendo —asiento lentamente—. No es necesario que te preocupes por eso, ya habrá tiempo, ahora lo importante es trazar un plan para que te cases con Morgan. Esto último me quema, porque la sola idea de perderla aunque sea de una manera planeada, me da náuseas. Noto que su cuerpo se tensa un poco y luego se aligera, en sus ojos ya no está el brillo con el que suele mirarme, sino la duda y la incertidumbre. Es como si temiera estar a mi lad
MEGANMamá solía decir que no todos los que dicen ser buenos, lo son, le creo, ahora mismo lo sé, porque sé del sufrimiento que padece Brandon, y sé que no es el bueno de la historia, ahora mismo no lo parece, ya que se abalanza hacia Morgan, quien no hace nada por detener el puñetazo que le pega en la mejilla. —¡No te acerques más! —brama con ojos inyectados en sangre. Morgan no dice nada, solo se limpia la sangre que brota de una de las comisuras de su labio inferior. —Brandon —hablo, no me presta atención. Morgan cruza una breve mirada conmigo, luego se da la media vuelta y se marcha, estoy segura de que me mandará algún mensaje de texto más tarde. —No puedes haces esto. —¿Hacer qué? Le reto con la mirada. —Esto, actuar como un cavernícola —apunto—. Ustedes estaban de acuerdo con que me casara con Morgan, solo vine a dejarle las cosas claras. Su gesto se relaja. —Debes aprender a confiar en mí, sino, nunca podremos estar bien —finalizo.Brandon no hace nada por moverse,
MEGANTodo mi cuerpo está adolorido, es como si me hubieran aplastado con toneladas de concreto, poco a poco abro los ojos y mientras lo hago, los recuerdos de lo sucedido anoche, vuelven a mí. Es entonces que las alarmas se disparan en mi sistema y me obligo a despertar. Abro los ojos y lo primero que me encuentro es una habitación estilo minimalista, la cama es cómoda, borra eso, todo hace que el ambiente sea demasiado masculino y sofisticado. Me incorporo lentamente hasta que logro ponerme de pie, mi equilibrio no es el mejor, y eso se nota cuando doy el primer paso, me tambaleo un poco hasta que logro seguir adelante. Voy al espejo que resulta ser de tamaño natural, sigo con la misma ropa, no estoy atada, mucho menos amordazada, me asomo por la ventana, es de noche y al parecer me encuentro en dentro de algún departamento. Trago grueso, el sonido de la puerta al abrirse llama mi atención, me giro y casi me caigo de bruces cuando me doy cuenta de que se trata de Lena, acompañada