DOMINICSecretos, esa es la peor parte de mí, todos los tienen, pero la diferencia que hay entre los míos y los de la gente cotidiana, es abismal. Arya vendrá con preguntas que tengo que responder con la verdad, es por ello que tuve que alejarme de ella y dejarla en esa estúpida escuela donde estará rodeada de Tyler, y de Joseph Brigh, los dos hermanos que la miran con ojos llenos de deseo y lascivia. Muevo mi cuello con estrés, hay cosas que Arya no sabe, no todo lo que ha estado viviendo es la realidad, si algo ya debe aprender, es a que no puede confiar en todos, tiene que salir del transe en el que se encuentra. El que viniera a esta escuela también tiene una razón poderosa, una que solo sus padres y yo sabemos realmente. Al principio, cuando Megan se lo planteó a Morgan, este no estuvo de acuerdo, mucho menos tratándose de su amada princesa, pero debe entender que ella fue mía desde siglos atrás, su alma, corazón y todo en ella me pertenece. Estoy cruzando la calle, evitando l
ARYANo comprendo porqué hay silencio en Joseph, cuando salía de clases con la intención de llegar a casa para hablar por fin con Dominic, me interceptó argumentando que deseaba hablar conmigo con urgencia, dijo que era algo importante, por lo que confiada subí a su auto, y ahora casi anochece, estamos en medio de la nada y esto comienza a parecer una película de terror. Sin contar que Dominic debe estar preocupado por mí, trago grueso, está demasiado cerca de un barranco, abajo hay solo piedras y el caer en picada resultaría una tragedia para la persona. Tomo una larga bocanada de aire, los minutos pasan y hasta ahora no ha dicho nada, hago un recuento de lo que llevo conmigo en caso de que tenga que defenderme, papá siempre me enseñó a pelear, y por supuesto, a traer algo conmigo, algo lo suficientemente pequeño como para pasar desapercibido, pero letal como para matar a tu enemigo, y eso es lo que tengo debajo de la manga. —Ya es demasiado tarde —decido romper el silencio que no
ARYATodo el cuerpo me tiembla, nadie sabe ni donde está parado, mi padre se ha negado a regresar por él, por la sencilla razón de que nos pueden volver a acorralar, a más de que en número nos superan por mucho, el problema es que saber que Dom se ha quedado y que incluso la idea de que pueda estar muerto, me aterra, ¿por qué hizo eso? No lo comprendo, si se hubiera dejado yo había ido por él. Haciendo un recuento de los años, ahora que lo pienso con detenimiento, es como si él mismo hubiera querido aventarse a propósito, ¿por qué? Renunció a estar a mi lado por sacrificarse. —Él estará bien. La voz de mi padre me saca de mi ensimismamiento, ¿cómo es que puede estar tranquilo? Para él no pasó nada, en cambio para mí, pasó todo. Volteo a verlo y le lanzo una mirada llena de odio. —No me veas así —replica al darse cuenta de su posición en esta situación—. Dio la vida por ti, no es cualquier cosa. —Puede que para ti no —hablo—. Pero para mí lo es todo, en especial cuando todo esto e
DOMINICA toda acción hay una reacción, eso fue lo primero que aprendí desde que era un niño, mucho antes de que me diera cuenta de que algo tan hermoso como Arya, existía, la conexión que yo sentí por ella fue lo que me mantuvo con vida desde antes, desde el pasado. Y es lo que me impulsa a hacer lo que sea con tal de mantenerla con vida, eso es seguro, es lo que deseo yo. No importa si el mundo se está cayendo, si se está incendiando, ella es mía para cuidarla, para mimarla y para dar la vida, porque en este mundo no importa si yo no logro mis objetivos, siempre y cuando ella tenga un lugar al que llamarle hogar. Cuando crucé una mirada con Morgan en aquel sitio, ambos nos pusimos por primera vez en la vida sobre algo, ambos supimos que esto no iba a acabar, y que nuestra prioridad es mantenerla a ella a salvo. Fue por eso que me dejé caer en manos enemigas. Y ahora me encuentro aquí, solo, encerrado en una puta celda como si fuera un animal el cautiverio, como si yo no fuera nad
ARYA—Tranquila, no le pasará nada —dice la voz ronca a mis espaldas. El Capo, el verdadero capo de la mafia italiana, la piel se me eriza cuando pienso en ello, cuando me entregué, quedé sorprendida no solo por el hecho de que el hombre que estaba detrás de mi cabeza por la imprudencia de mi padre, era nada más y nada menos que Axelle Vanbrugh, un rubio de ojos grises con el que jugaba en la escuela cuando era pequeña. Y al que al parecer, se tomó muy en serio la promesa infantil que le hice de casarme con él cuando fuera grande, ese fue el problema, que me ha estado buscando durante años, y gracias a mi padre es que al investigarlo, me vio, me reconoció y ahora me tiene de vuelta. El único problema es que ni siquiera desea matar a mi padre o acabar con mi familia, no, lo que desea es que me convierta en su muñequita de la mafia, su esposa y que sea parte de esta organización, acepté, solo a cambio de que dejaran libre al único hombre que amo. —Dominic —susurro.—Nadie le hará da
ARYAReacciono con rapidez y lo empujo, se siente tan mal tener los labios de otro encima de mí, es como si Dominic hubiera puesto un embrujo sobre mi piel, para que nadie más me tocara, y de hacerlo, me sucediera esto. Respiro hondo, trato de mantener la calma como la paciencia con este tipo, solo por los buenos recuerdos que tengo de él, en mi infancia. —No lo vuelvas a hacer —replico.—Vas a ser mía, tarde o temprano, ¿por qué aferrarse a un recuerdo? No es como que vayas a volver a ver a Dominic Knight. Tenso el cuerpo, pensar en él es una cosa, pero el que él lo nombre con ese toque de odio en su nota de voz, hace que la sangre me hierva, ¿qué sabe él de Dom? Nada, solo es un idiota encaprichado con el recuerdo infantil, eso es lo que pienso y eso es lo que es. —No hables de él como si lo conocieras, ya te lo dije, aunque nunca jamás en la vida lo vuelva a ver, mi corazón, alma y cuerpo solo le pertenecen a él —puntualizo empujando mi dedo índice sobre su pecho—. ¿Creíste que
ARYAAxelle logra tomar mi mano antes de que caiga y me mate al tocar el pavimento, es una locura, sí, pero algo dentro de mí sabía que él haría todo lo que estuviera en sus manos para evitar mi muerte, al mismo tiempo necesitaba que entendiera que no se juega conmigo, y que así como puede tenerme, puede perderme de manera rápida. Y ahora me encuentro aquí, sujeta al brazo de mi captor, mientras una ola de disparos siguen por todos lados, tenso el cuerpo, odio la idea de que pudiera morir sin antes ver a Dominic, ese idiota se ha metido en mi sistema y dudo que algún día salga a la luz el hecho de que me ha infectado sin una cura. —¡Estás loca! —el grito de Axelle hace que regrese a la realidad. —Te lo dije, si no es con Dominic, no estaré con nadie. Se queda callado, tampoco hay mucho que pueda hacer, comienza a subirme, una vez en sus brazos y fuera del peligro de la muerte, me aparto de él, sin embargo, tira de mi brazo con fuerza. —Nos vamos —espeta.—¡Qué no quiero! —me remu
ARYADominic comienza a quitarme la ropa, me deja desnuda y él hace lo mismo con sus prendas, su polla enorme y erecta hace que el aire se me atore en la garganta, siento el que todo me da vueltas, Dominic comienza a besarme el cuello, succiona mi piel como si quisiera dejarme marcas, ese es su propósito. Llega hasta mis pechos y abriendo mis piernas para colocarse en medio de estas, lame mis pezones endurecidos, luego comienza a succionar con fuerza descomunal. —¡Ay! —arqueo la espalda—. Dominic, me duele…No me hace caso alguno, pasa su atención al otro y hace lo mismo, no deja de succionar mis pezones y de morderlos, luego hace un recorrido por mi estómago hasta llegar a mi vientre, sus manos envuelven mis pechos, gimo, me remuevo inquieta, hasta que siento que estoy perdiendo la razón. —Mía —gruñe. —Mío —repito. Acto seguido, abre mis piernas y comienza a ver mi coño rosado. —Estás tan mojada y apretada —me da un lengüetazo—. ¿Me darás hijos aunque estés joven? La idea me ex